Denuncian que fiscal encubre a quien asesinó médico de Chávez. ( RESEÑA RECORDATORIA). Billi Mascobeto fue apadrinado por el presidente Hugo Chávez al llegar de Cuba como uno de los más destacados estudiantes de medicina en el Hospital Salvador Allende. “A lo sonoro llega la muerte, como un zapato sin pie, como un traje sin hombre, llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo, llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta”, dice Neruda en su poema Sólo a la muerte, y es así, la verdad, como solo sabe llegar un deceso; y efectivamente, es así como le llegó a Billi Daniel Mascobeto Molina, joven médico de 29 años que pasó de ser ejemplo vivo de un grupo de jóvenes venezolanos que fueron a formarse en Cuba durante 6 años como médicos y de la comunidad barloventeña que lo recibió tras su regreso a Venezuela, a una historia de incertidumbres donde la oscuridad rodea cada resquicio de presuntas verdades y donde solo hay dos certezas claves: su novia, Mónica Camacho, sabe más de su asesinato de lo que cuenta, y su madre está dispuesta a hacer lo que fuere necesario para dar con la luz de la justicia. Pero no podemos avanzar más en esta historia sin antes ubicarnos en la humanidad del protagonista de esta tragedia. Billi, como de manera confianzuda le llamaremos desde ahora, se va a Cuba en el año 2002 cuando abandona la carrera que cursaba en la Universidad Central de Venezuela (UCV), Terapia Ocupacional, dada la oportunidad de ser becario en el Hospital Salvador Allende de La Habana, cuna de sobresalientes profesionales de la medicina. Una vez que, como nos cuenta su madre Maritza Molina, se “devora los libros” y obtiene el grado, regresa a Venezuela y se instala en Barlovento donde realiza su pasantía rural y, aclamado por los barloventeños que le acogieron y luego no quisieron dejarlo ir, se queda ejerciendo el puesto de Director de Salud del Distrito 6, en San José de Barlovento. Es allí donde comienza todo, pues, apenas instalado, empieza a darse cuenta de una serie de irregularidades que inmediatamente denuncia ante el Ministerio del Poder Popular para la Salud (antes había hablado con su superior más cercano, Petroski Moreno, Director de Salud en el estado Miranda, quien hizo caso omiso de sus inquietudes). Venta de puestos de trabajo, robo de medicinas, destrucción progresiva de módulos y ambulatorios por malas administraciones plagadas de corrupción…, son algunos de los problemas sobre los cuales eleva su voz de protesta. Nos comenta la señora Maritza Molina, que esto es el advenimiento de profundas desaveniencias con funcionarios cercanos a él, los cuales lo acercan mucho más a la gente puesto que, además de sus labores como director de salud, recibía consultas en el ambulatorio donde pernoctaba y se convierte rápidamente en el líder comunal de un pueblo que se manifestaba desasistido. “Él vino a Venezuela con un acervo muy grande de humanidad, vocación de servicio, ser solidario, honesto y correcto”, dice la madre de Billi. Derecha a izquierda: Billi Daniel Mascobeto, Mónica Camacho, la ministra de salud Eugenia Sader y Petroski Moreno Derecha a izquierda: Billi Daniel Mascobeto, Mónica Camacho, la ministra de salud Eugenia Sader y Petroski Moreno Denunció en Minsalud la corrupción de los centros médicos de Barlovento Hecha la respectiva denuncia en el Ministerio de Salud, es recibido por el auditor de ese ente, el señor Félix Requena, quien se interesa en el caso y va a Higuerote junto a varios directores de hospitales, todos los cuales corroboran la información que Billi les había suministrado. Con ello, asisten a la Fiscalía General de la República (FGR) y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y hacen la denuncia formal, pero, aunque se investiga, no se le da el debido seguimiento. Reconstruyó ambulatorios y organizó 26 consejos comunales “Quedó allí, todo siguió igual. Las mafias contentas. Ante eso, Billi toma la decisión de buscar ayuda de las propias comunidades con quienes reconstruye varios ambulatorios que habían sido llevados a la quiebra, a la miseria total, al abandono y la desidia. Con las comunidades ponen a funcionar ambulatorios como el de Agua Clara, así como en Batatal que es una comunidad alejada”, narra Molina. Asimismo, organizó 26 consejos comunales en Barlovento porque consideraba que la gente tenía la voluntad de trabajar, pero estaba muy dispersa y se sentía abandonada por las autoridades locales. Su novia, Mónica Camacho, es la principal sospechosa del asesinato Billi tenía una novia, Mónica Camacho Saavedra, con quien mantenía una relación aparentemente tortuosa, según su madre producto de las diferencias en la capacidad técnica de uno y otro lo que llevaba a que el joven soliera corregirla frente a pacientes. Juntos, como casi siempre, el 29 de febrero de este año 2012, reciben, según el relato de Camacho, un disparo cuando iban de Río Chico a Aguas Claras, el cual cruza el vehículo desde el lado derecho, rozando la nariz de la dama e impactando directamente en la cabeza de Billi, haciendo que este pierda el control de la camioneta y se vaya directamente al Rio Tuy. El suceso habría sido a eso de las siete y media de la noche. Camacho, sacaría al doctor Mascobeto del río en medio de la oscuridad y con la ayuda de la basura que yacía en la zona donde cayeron. Desaparecerían allí los teléfonos celulares de ambos. Posteriormente, llega una ambulancia prestada por el alcalde Jesús Monterola y Billi es llevado a un Pronto Socorro donde se le prestan los primeros auxilios y, tras ser estabilizado a una opción de vida o muerte de 50/50, es llevado a El Llanito, pero en el camino sufre un paro respiratorio y fallece. “Es esa su declaración (de Mónica Camacho), pero las investigaciones del caso arrojan contradicciones”, asegura Maritza Molina. Camacho encubre a “alguien” Se pudo conocer que detrás de la participación presunta de Mónica Camacho en el asesinato de Billi Mascobeto, hay una persona a quien no quiere acusar y a quien estaría encubriendo falazmente. Para Maritza Molina, esta persona sería, además de Camacho, la clave para finalmente resolver el caso, dar con la justicia y que, por fin, la estrofa con la que conversan sus lágrimas pueda ser declamado con esa nostalgia medianamente satisfactoria que proporciona la justicia: “Cuando en las noches de tormenta, la lluvia susurre sobre las hojas, oirás mis murmullos desde tu lecho, y de pronto, con el relámpago, mi risa cruzará tu ventana y estallará en tu estancia”. Las inconsistencias en la declaración de Camacho Antes de precisar las inconsistencias que nos narra Molina sobre las declaraciones de Camacho, es importante destacar que en noviembre de 2011, Billi Mascobeto fue atacado por un camión en la vía de Aguas Claras a Rio Chico, quien lo sacó del camino. “Pero en realidad él no tenía enemigos natos, solo los resultantes de sus reclamos y denuncias, aunque yo no sé si llamar enemigos a eso, porque humanamente no me explico que eso sea como para matarlo tan vil y cobardemente”, cuestiona Molina. Ahora sí, los indicios que llevan a la madre de la víctima a afirmar que su novia está directamente implicada en su asesinato, comienzan cuando, apenas horas después del suceso, la mujer le lleva una lista de funcionarios de la Fiscalía Nacional 19 quienes serían los únicos autorizados para tratar el caso. Carlos Javier Arencibia, periodista Primicias24, entrevista a Maritza Molina(su madre). Posteriormente, el mismo Fiscal 19, Jair Orea Tovar, admitiría que la propia noche del asesinato fue contactado por Petroski Moreno, su cuñado, para que fuere él quien se encargara de llevar la acción penal. Mentiras son hechos notorios— “¿Cómo lo sacó del Río Tuy que tiene una corriente tan fuerte a las siete y media de la noche, además de que todo el mundo vio cómo ni siquiera se mojó? Dice que iban a de Río Chico a Aguas Claras, pero las investigaciones arrojan que venían en sentido contrario… La sangre estaba atrás en la camioneta, no adelante donde se supone que Billi iba conduciendo… los celulares no se perdieron, los tenía ella… la balística demuestra que el disparo no pudo ser recibido en movimiento… el vehículo cayó al río a una baja velocidad, lo cual supone que fue empujado… la herida que Mónica (Camacho) tenía en la nariz fue hecha con un mecate, no con una bala… el fiscal Orea Tovar siempre tuvo una actitud protectora hacia Camacho, incluso sacándome del caso siendo yo la madre del asesinado… en una reconstrucción de hechos, a la que no me invitaron, me aparezco y, al verme, la hermana de Mónica prende a llorar inmediatamente sin razón aparente…” Billi Mascobeto con Elías Jaua. El fiscal Jair Orea Tovar será denunciado ante la FGR Luisa Ortega Díaz “por proteger al asesino de mi hijo y no imputar a Mónica Camacho.” A pesar del sentimiento humano ineludible de una madre que pierde un hijo y “se convierte en zoombie”, como ella misma lo denomina, Maritza Molina ha superado el abatimiento y hoy aspira que la justicia venezolana haga pagar a quienes mataron a su hijo, así como a quienes los protegieron para que no recibieran acciones proporcionales a su responsabilidad. En ese sentido, acudirá a la Fiscalía General de la República para que sea esa instancia quien resuelva si en efecto el fiscal Orea Tovar tomó postura a favor de los asesinos, y, por supuesto, la responsabilidad penal de Mónica Camacho. Molina se pregunta por qué Camacho no ha sido imputada, y cuál es la razón de que Fiscalía no haya hecho nada. “No hay razón para que el caso esté engavetado”, denunció. De la misma forma, destacó que la doctora Camacho es directora de un centro de salud del Estado, en Los Teques. “Está tranquila, como si nada. Nadie le dice nada y ella está implicada en un asesinato”, aseveró. Diferencias técnicas entre ambos pudieron generar “envidia” Billi decía, comenta Molina, que los estudios en Cuba eran muy exigentes que no entendía como Mónica Camacho se graduó allá. Él estudio en La Habana y ella en Camagüey, “pero ella no está bien preparada medicamente… Billi la regañaba cuando trabajaban juntos porque solía realizar malas prácticas “mira no hagas eso que puedes matar a ese paciente”. A ella le molestaba mucho que la corrigiera, le decía que era arrogante”, describe Molina. Maritza Molina, madre de Billi Daniel Mascobeto, joven médico asesinado. En ese sentido, sugirió que Camacho le tenía algún tipo de recelo porque les llamaba la atención cuando cometían errores, porque, mencionó, “él se comía los libros… De hecho, Billi le hizo la tesis a Mónica y se la presentó y todo”, reveló. El presidente Chávez fue el padrino de su promoción. Es importante destacar que el presidente de la república, Hugo Chávez, fue el padrino del contingente de médicos graduados en Cuba en la promoción de Billi, así como que la señora Molina es fiel creyente y colaboradora del proceso político que encabeza el máximo mandatario, de lo cual pueden dar constancia incluso magistrados. Al momento que asesinan al doctor Mascobeto, los medios de comunicación fueron silenciados y más nunca se habló del tema. Lo que sí se sabe, es que muchos recursos económicos se movieron para hacer olvidar el caso y dejarlo archivado en la Fiscalía 19, a cargo del fiscal Jair Orea Tovar, quien de una manera prepotente le decía a la madre del difunto que no pusiera como abogado defensor a Pedro Francisco Aranguren, a quien de igual forma Maritza Molina tuvo que ponerlo porque el Orea Tovar le negaba ver el expediente ¿a quién protege este fiscal? Resulta pertinente resaltar, que el país ha perdido un médico joven, por lo cual se le hace un llamado a la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, a que solicite la revisión de ese expediente para que se cerciore de la existencia de elementos de convicción que comprometen a la doctora Mónica Camacho en la complicidad del asesinato del doctor Billi Mascobeto, además de que está protegiendo a alguien poderoso, capaz de silenciar medios de comunicación y comprar un fiscal del Ministerio Público que lejos de impartir justicia “se hace el loco”.
Posted on: Sat, 20 Jul 2013 13:57:06 +0000
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