EL GOBIERNO DE LOS ILUSIONISTAS Por: Alfonso Baella Herrera David Seth Kotkin, mejor conocido como David Copperfield, es un ilusionista estadounidense de renombre y uno de los mejores magos del mundo. Cooperfield es conocido por la poderosa combinación de ilusiones espectaculares y narración. Sus trucos más famosos incluyen haber desaparecido a la Estatua de la Libertad, levitar sobre el Gran Cañón y atravesar la Gran Muralla China. Por estos días el Gobierno debe estar queriendo tener alguna de las habilidades de Copperfield y ver como hace para que, de la nada, aparezca alguna obra importante después de 24 meses al mando del país. Ocurre que, en verdad, hay muy poco o casi nada. Quizá lo más importante de los dos años de gobierno haya sido la promulgación de la Ley del Servicio Civil. Una ley trascendente pero disminuida por el propio Gobierno si nos atenemos al silencio de sus voceros; inclusive de los nuevos. El Ministro Pulgar Vidal, autodenominado nuevo vocero gubernamental, se pasó el 90% del tiempo de las entrevistas en el sintonizado y dominical programa de televisión Cuarto Poder y en el matinal programa de Beto Ortiz, Abre los Ojos, interpretando a “su estilo” el informe de Contraloría sobre los gastos de Nadine Heredia cuando el presidente, entendemos todos, había cerrado el Viernes pasado el tema. ¿Quién le dijo a Pulgar Vidal que perdiera el tiempo en eso? ¿Por qué volver sobre un tema que se supone el presidente había cerrado? Otro ejemplo de la falta de dirección y coordinación es lo que pasa con su bancada. Los congresistas de la mayoría han estado mucho más solícitos y ocupados en negociar blindajes por nuevos cargos para la próxima legislatura – o para algún cargo público de sus amigos o conocidos- que en siquiera leer algo de Ley SERVIR para defenderla y explicar sus beneficios al país. Pero además el Gobierno ha estado sitiado por el tema de “Nadine” y esa inmovilización le ha costado al país. Sin reflejos para darse cuenta que la iniciativa debe partir del presidente y no de la oposición, Ollanta Humala ha reaccionado muy tarde y cuando el 28 de Julio ya está aquí y las encuestas muestran la impaciencia de los peruanos. La obra más recordada por el ciudadanos, según la encuesta de Pulso-Perú, es Pensión 65 y Beca 18 con 10 y 5 por ciento respectivamente de recordación. Dos iniciativas digamos importantes pero absolutamente limitadas. ¿Dos años de Gobierno para eso? En la extraña entrevista de una hora concedida ayer al Chema Salcedo, vía RPP, Ollanta Humala señaló como una de las obras principales la construcción de los 33 kilómetros del segundo tramo de la Línea Uno del Metro de Lima, pero se olvidó que desde febrero hay 10 trenes de última generación y sin usarse que están estacionados en Villa El Salvador porque el Ministerio de Transportes no firma las adendas al contrato. 120 mil ciudadanos viajan apretados en 5 trenes y no lo hacen cómodamente en 15 porque un Ministro de su Gobierno no firma un papel. ¿Sabe esto el Presidente?. Algo parecido ocurre con otra obra a la que se refirió ayer. El Gasoducto del Sur y el Polo Petroquímico. Ambas fueron dos pelotas paradas que tuvo frente al arco. Inexplicablemente no metió los goles. Es más, recordemos que Ollanta Humala puso la primera piedra del gasoducto del sur KUNTUR y luego, inexplicablemente, se hecho para atrás. El Gasoducto no lo inaugurará su Gobierno y el Polo Petroquímico menos, porque él no tuvo el coraje de sacarlo adelante. Preguntemos en el sur del país qué piensa la gente sobre el gas y veremos que la popularidad del gobierno –en picada- es atribuible sólo a su propio error. En fin, requerimos eficiencia y eficacia. Creo que los peruanos reclamamos pocas cosas pero tangibles y bien hechas. Menos programas sociales y más trabajo digno, menos Nadine y más respeto por los rivales políticos, menos magos e ilusionistas y más estadista. La receta no es muy complicada pero son indispensables inteligencia, sentido común y mucho trabajo.
Posted on: Wed, 10 Jul 2013 19:34:00 +0000
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