EL NUEVO P ARADI GMA CIENTIF ICO UN P ARADIGMA.- Un paradi gma es - TopicsExpress



          

EL NUEVO P ARADI GMA CIENTIF ICO UN P ARADIGMA.- Un paradi gma es un m odelo de pensami ent o, una f or ma de pensar, basada en unos supuestos con bases conscient es e i nconscient es. Por ejempl o, un pueblo pri mi tivo de Áfr ica o del Amazonas no pi ensa igual que nosotr os, ti ene unos supuest os, conscient es unas veces e inconsci ent es ot ras, m uy di fer entes a los nuestr os. De la m ism a f or ma, en l a E dad Anti gua no se pensaba de igual maner a que en la E dad Medi a, y ni unos ni ot ros pensaban con los mismos supuest os que nosotr os actualment e. Un paradigma, en l a analogía infor mática, es como una base oper aci onal de una computación de dat os. L o que nos aparece en la pantalla es el r esult ado de un programa pr eestableci do y de unos dat os alm acenados. Un par adigm a depende, en ef ect o, de unas informaciones y de unos supuest os pr evi os, de t al forma que par a cualquier afir mación A podemos deci r que: A = A ( X) . L o que si gni fi ca que cuando af irm amos A, ell o equivale a lo que es explí cit o en est a afi rmaci ón A y t ambién a lo que le es im plí cit o, es deci r, a l os supuest os X, que han si do la base que ha hecho posible tal afir mación. EL ACTUAL PARADIGMA CIE NTI FI CO.- Me r efi er o, nat ur alm ent e, a la forma de pensar del m undo cientí fi co, que es bien est ereot ipada y fácil de definir en vi rt ud de sus cr it eri os de lógica, compr obaci ón y medida. La for ma como se pi ensa en el mundo ci entíf ico no se cir cunscr ibe sólo a este ám bit o, si no que, de alguna m anera, afecta a toda nuestra cult ura. Nos af ect a a t odos, a qué creemos y a cóm o pensam os. Aceptamos muchas cosas porque los cientí ficos af irm an que es lo cor recto. E l par adi gm a cientí fico es lo que da unos ci mi ent os y un ciert o t int e y perf il a la forma de pensar del hombre medio de nuestra cult ura. E s que el pensami ento cient ífi co sobrepasa el ambiente de l os labor atorios y centr os de investi gación y ll ega con facil idad al hom bre de l a cal le. Esta forma de pensar , este paradigma, no ha exi sti do si empre. Comenzó con el Renacim iento cuando el hom br e deci di ó r omper los m ol des de l a E dad Medi a. En la form a de hacer de los pensadores de l a E dad Medi a era notorio el esfuerzo de especulación junto con un respeto a l a aut ori dad que le er a i mpuesto, pero no se veía una preocupación por la comprobaci ón y la medida. El método cientí fi co rom pi ó con aquel los m oldes: Ni l a2 autoridad de los pensadores ni el esfuerzo de l a especulación signif icaban nada si l a comprobaci ón y la medida no venían a corroborar los. El actual paradigma científ ico t iene unos 300 años de hi stori a. Sus prim eros repr esentant es más r econocidos son f ísi cos como Gali leo y Newton, junto con Descar tes como fi lósof o de l a lógica, del razonam iento y del m étodo de pensar. Recor demos a Gali leo que subió a la tor re de Pi sa para dejar caer objet os de di st int o peso y medi r su velocidad de caída, com probando que llegaban al suel o al m ismo tiempo. Recor dem os que también fue Gal ileo qui en intentó medir la velocidad de la l uz, o quien ut il izó un prim er telescopio r udi mentario. Un antecedente lej ano e im portante al paradi gma ci entíf ico f ue, si n duda, en ti empo de l a anti gua Grecia, el gran f ilósofo Ari st óteles. De alguna f orm a la ciencia act ual es cont inuadora del cam ino que aquel fi lósofo heleno comenzó, sobr e t odo cuando ar rem et e cont ra los sofi stas. Er an éstos unos fi lósof os que creí an que con igual fuer za era defendi bl e una postur a que ot ra, en el sentido de que el f ilósofo es una persona que di scurre, que ti ene capacidad de defender cual quier ti po de razonam iento, y por ell o i gual podían afir mar que una sit uación era justa o que era injusta. S e t rat a, en suma, de un tipo de libert ad fi losóf ica, de l ibertad de pensamiento, que se convier te, por su mal uso, en un libert inaje intelectual, como un pr oduct o pat ológico de aquel la loabl e democr aci a gri ega. Y así, tenemos a un Ar istót eles que ar remet e con furia cont ra la escuela sofista y que esboza toda una f orm a de hacer f ilosofía. S u postur a racional se im pone y com o t al cabe ver lo como un pr ecursor del actual par adigm a cientí fico. Por cierto, est a post ur a de l ibert inaje intel ectual l a veo también en l a actual idad en pol íti cos, escri tor es, comentari stas.. . Y creo que bien irí a otr o Ar istót eles que enseñar a que todos t enemos l a f acult ad adecuada para pensar, pero que para acercar nos a la verdad es preci so un uso adecuado, con el mét odo y la acti tud pert inentes. Que enseñara un análi si s del pensamient o que vi niera a poner or den al li berti naj e int elect ual inductor de confusión; podrí a apli car aquell a f órm ul a A = A (X) , que revi sa los supuest os en los que se basa una afi rmaci ón. Y que enseñara que l a pureza de intenci ón tambi én es indispensable para acer car se a la ver dad, par a que la i ntuici ón si nt oni ce correctamente. A este par adigm a newtoniano- car tesiano, basado en la compr obaci ón y la medida y en l a l ógi ca y el raciocinio, l e podemos ver como un vaso medio ll eno, per o, desgraciadam ent e, tambi én como medio vacío. Me expli car é. El aspecto posi tivo de est e act ual paradigma ci ent íf ico está a la vi sta y me faltarán palabras par a l oar lo, para expl icar las excelencias de est e mét odo empí rico que ha hecho3 posi ble todo el pr ogreso t écnico del que disfrutam os. Un progreso técni co, higi éni co y sani tar io, una capacidad de inf orm ación, de cul tur a y de conoci mient os, que son necesar ios y que consti tuyen una cara bien posi tiva del quehacer cientí fico. Pero exist e tam bién la car a negati va. Dicho quehacer ci ent íf ico se ha cent rado en el lado obser vable de l a r eal idad, a lo que se puede medir y compr obar, y ha ol vidado l o demás. Y no sól o l o ha olvidado, sino que a fuerza de olvi darlo, l o olvidado ha dado la im pr esi ón de que no exi stí a. Ha dado la im pr esi ón de que l a realidad no tení a m ás di mensi ones que las que se ven y es posibl e medir. Real mente gr ave. Si a un ci entíf ico de f inales de siglo pasado le hubiéram os pr eguntado si cr eí a en Di os, bien nos hubiera podido r esponder : Yo soy un científ ico. No puedo cr eer en Dios. Pero, afor tunadament e, est a pregunta ya la r esponden de una for ma di sti nta l os gr andes geni os de la fí sica cuánti ca-relat ivist a. Cr een en Dios porque la fí sica l es ll eva a la metafísica, a l a grandi osi dad de l a concepci ón del Universo y a comprender l o que no se ve como sopor te de lo que se ve. EL NUEVO P ARADI GMA CIENTIF ICO.- Cuando hablo del nuevo paradigm a ci entíf ico no m e r ef ier o, por supuesto, al paradigma newtoni ano-cart esi ano que acabo de referir . Me ref ier o al par adigm a que apunt a con fuer za, que emerge i mparable, abri éndose a todas las dim ensiones de l a r eal idad. Vi ene a ser una cont inuaci ón del par adi gma ci entíf ico que com enzó con el Renaci miento, aún actualm ent e vigent e, pero con unas corr ecciones bi en definidas: Dar una apert ur a allí donde ést a se había cer rado. Se habí a cerr ado en l o que se perci be con l os senti dos y se puede m edir. El nuevo par adi gma ci entíf ico quiere ser extensivo a todas las dim ensiones de l o que es real y, por supuesto, más all á de lo que son capaces de captar l os senti dos o los aparat os de medi da. Este nuevo paradigma ci ent íf ico ti ene unos punt os de apoyo bási cos, que yo dirí a que son la nueva F ísica, l a Par apsicología y las psi col ogí as Tr anspersonal y Perenne. Punt os de apoyo que a l a vez son puntos de r eferenci a para que nosot ros podamos observar la emer genci a de est e f ascinant e nuevo par adigm a: a) La nueva F ísica.- E l gran m ilagro de este m agno acontecim iento que nos ocupa, que podr íam os equipar ar al nacim iento de una nueva y ful gur ante est rella, se debe pr incipalm ente a l os descubr imi ent os de la F ísi ca cuánt ico-r elativista. 4 Los grandes aconteci mientos de la Fí sica que ti enen lugar entre 1900 y 1927, im pl ican l a creaci ón de la f ísi ca cuánt ica y la fí si ca rel at ivi sta, y con el los una de las m ás gr andes revoluciones en la Hist ori a del Pensami ent o, quizá l a m ayor. Tan grande que la mayoría de científ icos aún no han si do capaces de asimi lar el giro y la am pl iación concept ual que a ell o corr esponden, y perm anecen anclados a las tr adici onales posi ci ones anteriores. Es que nuestro pensami ento es reaci o a sali r del marco espacio t emporal en el que, podrí am os decir , vive m uy cóm odamente. El fil ósofo al em án Im manuel Kunt entendi ó m uy bi en que el espaci o y el t iem po son l as formas subjet ivas de ver l a r ealidad pr opias de nuestro m olde m ental . Y clar o, hay que compr ender que es dif íci l sal ir de este molde que es consust ancial con nosot ros. No obstante, se puede. Intentar r esumi r l os descubr imi ent os que t uvier on lugar en el campo de la Fí sica durante el prim er cuart o de est e siglo desbordaría este di scurso exposi tivo. Pero podem os inci dir , de for ma si gni ficat iva, sobre ell os si nos ref eri mos a lo que yo ll amo el descubr imi ento del "vacío". En el antiguo paradigm a, aún vigent e par a l a m ayorí a, el espacio se concibe f orm ado por mat er ia y por un vací o que es la nada. S i nosotr os observamos l o que tenem os a nuestr o alr ededor, lo podem os di vidir en objet os (m ateri a) y vací o ( la nada) . P ues bien, est e pensam iento tan sim ple y tan obvi o que es l a f orm a de ver las cosas usual y cotidiana, la form a norm al de or ientarse, est e pensam iento, como digo tan el em ent al, r esulta que no es ci ert o, resul ta que no se cor responde con la reali dad. Nuestr os sent idos no nos dan una sensaci ón aj ust ada a la auténti ca reali dad, o, por l o m enos, pasan por alt o aspect os muy f undam ent ales que ya conoce muy bien l a Nueva Física. Me iré expl icando, per o se trata de ll egar a que este "vací o", que nos parece la nada, está muy ll eno y que es, nada menos l a base de t odo l o m ateri al. El descubr im iento del campo electr om agnéti co durante el si gl o pasado ya nos puso en l a pist a de algo muy nuevo. Oersted descubr ió que una corri ent e eléctr ica varí a el campo m agnét ico, Faraday consiguió inducir una corr iente el éctri ca a través de un cam po magnéti co, y Maxwell descr ibió las ondas electr omagnéti cas. Quedaba claro que l a corr iente el éct rica y el cam po magnético eran dos aspectos de una mi sma real idad, y quedaba cl ar o que el concept o de cam po era un aspect o nuevo que habí a que consi der ar y añadir a nuestr o habitual enfoque mater ia- vacío. Ya no podíamos li mi tar la r eal idad a objetos fl ot ando en el vacío, habí a que hacer entr ar en nuestro esquema ment al el concepto de campo. Hacer entr ar en nuestro esquema ment al el concepto de campo, esto lo hi zo, y de una for ma sorpr endente, Al bert Ei nstei n. Este fam oso f ísi co, a pr incipios de este sigl o,5 asom bró a la comunidad cient ífi ca y al mundo al form ular l a teoría de l a Rel ati vidad. E sta teor ía viene a decir , nada m enos, que t odo el espaci o es un cam po, el campo espaci al , y que la mat er ia es una especi e de condensación de est e campo. Como vemos el enfoque m ateri a-vací o de nuest ros sent idos y del ant iguo paradigma ci ent ífi co newtoni ano-cart esi ano ya no es sustentable. L o que parecía un vací o en el autént ico sent ido de l a palabr a, de no contener nada, result a que es un campo espaci al que sostiene todo lo mater ial. Aunque Ei nstei n se esf uer za en rechazar el ant iguo concepto de éter , en realidad susti tuye a est e éter o quint a esenci a por el campo espaci al. Y, si guiendo esta línea, no m enos sor pr endent e es lo que dice Davi d Bohm : Hay más ener gí a en un cent ím etr o cúbico de vací o que en todo el rest o de m at eri a del Universo. ¿Di fí cil de cr eer? Tan difí cil , y pienso que t an ci ert o, como cuando Ei nstei n dij o, a pri mer os de si glo, que había más ener gí a en un kil o de car bón que en toda la cabal ler ía pr usi ana. El estudio de l a l uz ha si do una elocuente f orm a de com prender el "vací o". Entre 1660 y 1900, aproxim adamente, t ienen lugar una ser ie de famosas di scusi ones sobre la natural eza de l a l uz. E l f ísico holandés Chri sti an Huygens sost iene que la luz es de natural eza ondulat or ia. Por la misma época, Isaac Newton asegur a, según los cál cul os, que es de naturaleza cor puscul ar . Y, en 1805, Thomas Young a tr avés del experim ento de la dobl e r endij a convenció a toda la comunidad cientí fi ca de la natur al eza ondulat ori a del fenómeno l um inoso. Most ró, con est e sencil lo exper im ent o, que l os rayos lumi nosos que pasan a tr avés de una dobl e rendij a se ref lejan en una pantalla con un pat rón de interferenci a i nequí vocament e propio de las ondas. Pero la hi st ori a de la investigaci ón sobre l a naturaleza de la luz aún no había term inado. E n 1900, Max Pl anck dem uestr a que la ener gía se desprende en form a de paquetes, según la f órm ula: e = h x f para un paquet e de energí a, y e = n x h x f , para un número ent er o ( n) de paquetes de energí a. En donde e si gni fi ca energía, h es la famosa constante y f signif ica fr ecuencia de onda. Observem os que en esta f órm ula l a ener gí a se desprende en "paquet es" enteros, n es siem pr e un núm ero entero, nunca f racci onado, dando a entender que se desprende a sal tos, lo que es propio del f enómeno corpuscular. Y observemos que la energía es pr oporcional a la frecuencia de vi braci ón ondul atoria. O sea que est a f ór mul a nos señal a la nat ur aleza corpuscular y ondulat ori a de la energía. Un poco después, Ei nstei n, a través del efect o f otoel éct rico, demostr ó que la luz act uaba de for ma corpuscular y que la fórmula de Max Pl anck se cumpl ía tambi én aquí, a los "paquetes" de ener gía los denomi nó cuant os, y a los cuantos de l uz, f otones.6 En el prim er cuart o de est e siglo podem os dar por termi nada la fam osa discusión onda-partí cula de la natur al eza de l a l uz. L os grandes creadores de la física cuánti ca, Loui s de Br oglie y Er wi n Schr ödi nger, di eron fel iz cl ari dad a la si tuaci ón, estableci endo, a través de l o que denom inaron ecuaci ón de onda, que siempr e onda y part ícula son dos aspectos de una misma reali dad. Y ést e es, pr eci sam ente, una de las sorpresas de la f ísi ca cuánt ica, dos aspect os que con la fí si ca clási ca eran irr econcili abl es, l a onda y la part ícula, ahor a resulta que son complem ent ar ios. Y, com o es nat ural, el aspecto ondulat ori o de la mater ia nos lleva necesari am ent e al concepto de campo. Hace necesari o cont ar con el cam po que vi br a y con un "vací o" muy diferente a com o habían i maginado nuest ro senti do común y la fí si ca newtoniano- cartesiana. Resulta que la par tí cul a subatómica en esenci a es una onda que se puede manif est ar como partí cula. La r eal idad es un fenóm eno vibr atori o m ult idimensi onal con capacidad para manif estar se como par tí cul a. O sea que la mat er ia sól ida t iene sus raíces y su esenci a en l a dimensión vi br atoria. Una di mensi ón vi brator ia que, para ser cert eros tam bién hay que decirl o, no se ajusta a los cánones cl ásicos de lo que sabemos sobr e l as vi braci ones. La función de onda se colapsa y en este momento pasa a act uar como part ícula, pero enti endo que est a f unción de onda es una real idad vibrat ori a con unas características mi steri osas que la F ísi ca todavía no está pr eparada par a com prender plenam ente. Yo enti endo que la m ateria se sust enta de un campo vibr aci onal. Y aún este campo vi br aci onal implica la exi st encia de un campo esenci al, que algunos han ll am ado campo pr incipal o pri mor di al, que es el responsabl e de car act erí st icas com o l as que he cit ado que sobr epasan l os conocimi ent os de la F ísi ca, y que t am bién es impresci ndi ble para expl icar cual idades esenciales de l a Psi col ogía com o la conci encia y los valores, por ej emplo. P ero ti em po quedará par a continuar habl ando de estas cual idades esenciales de l a Psi col ogía. b) La P arapsi cología.- L a P arapsicología, desde siempr e, ha recl amado una nueva F ísi ca y un nuevo paradigma ci ent ífi co. L a P ar apsicología consta de una seri e de fenómenos como: Tr ansmi sión de pensamiento, tel epatí a, clari videncia, adivinaci ón, telequi nesia, psicofonías y psicoim ágenes, cur aciones paranorm al es. .. fenóm enos todos el los que no se pueden int er pretar dent ro del m arco tri dim ensional clásico del par adigm a ci entíf ico newt oni ano-cart esiano. El lo ha motivado que la Parapsicol ogí a car eci era del soporte ci entíf ico adecuado, y no sólo ha adolecido de una f alt a de base explicati va, sino que ha sido ignorada, cuando no despreciada abi ert am ent e, por el m undo cient ífi co. 7 Cuando no hubo per secución r eli giosa, hubo m arginaci ón y r echazo por parte del pensami ent o cientí fi co. Pero ahora, afortunadam ent e, las cosas han cambiado. Con est a nueva F ísi ca, con este "vací o" lleno, si l a Par apsicología no existi era habr ía que i nventarl a. La P arapsi cología se convi er te ahora en un punt o de ref erencia par a el nuevo paradigma ci ent ífi co. Un punto de refer encia para obser var l os fenóm enos que ocurr en cl ar amente en otras dim ensiones que las que han mant eni do la exclusi va ofi ci al en el modelo de pensamient o que estam os comenzando a super ar. En este nuevo paradi gma comprendo que será necesar io recur ri r al punto de vi sta de l a P arapsicología, que goza de una sit uación r eal mente peculiar y privilegi ada para obser var el m undo de lo invisible. c) La P sicologí a T ranspersonal y l a P si col ogí a Per enne.- Tambi én la Psicología goza de una sit uación pri vil egi ada para asom arse al mundo im per cepti ble del mundo "vacío". Es que, en reali dad, la psi que pert enece a este mundo im per cepti ble m ás que al tri di mensional. Per o est o, que es algo así como el ser o no ser, no t odas l as psicologías lo han sabi do compr ender . Veam os. El P sicoanál isi s, que se ha centrado en los impulsos, ha est ado lejos de comprender lo. T ampoco l a P si col ogí a Conducti sta, cuya orient aci ón es la conduct a del indi viduo ante las circunstanci as am bientales como si de un mer o ani mal mamí fer o se tr at ara. L a Psi col ogía Hum anist a est á m uy pr óxi ma a est a concepción, ve en el hombre unos valor es y un senti do que van más allá de l os im pul sos y de las conductas r eacti vas. L a Psicología T ranspersonal l o ha com pr endido plenament e y no se cont enta con l a sola autorreali zación del ego, aspir a a i r m ás al lá, porque sabe que la psique está anclada en las di mensi ones más suti les. La P sicologí a T ranspersonal rom pe con el pensam iento ci ent íf ico or todoxo que ha estado imponiéndose en los últi mos 300 años. Acept a plenam ente la intui ción o pensami ent o dir ect o, y est o es algo que no sucedía anteriorm ent e en el mundo ci ent íf ico, en el que sólo la razón, l a lógica y la información tenían cabi da. L a P sicol ogí a Tr anspersonal, que va m ás al lá del ego y l a per sona, acept a a l a consci encia como una vent ana abierta al "vacío", llámese así o ll ámese inconsci ente col ectivo o de cual quier ot ra manera, y de esta forma acepta claramente este pensamiento directo o intui ci ón, y en consecuencia, t ambién a la i lum inaci ón. Y en esta mi sma lí nea está l a P sicol ogí a P er enne, la que i nt egr a l os conocim ientos de l a F ilosofía Perenne con los de l a P sicol ogí a. En esta mi sma lí nea de r econocer l a vali dez de l a i ntuición, hace f alt a una Psicología que recoj a estas int uiciones perennes, de8 donde vengan, sea de los conoci mient os de la mí sti ca universal, sea de los conocim ientos esot éri cos, sea de l as esencias de l as rel igiones, sea de los grandes conoci mientos int uidos universales. .. sea de l as más m odest as int ui ciones de cada uno, cuya conscienci a t am bién es una ventana abi er ta al "vací o". De una forma abierta, nadie tiene ni nguna exclusi va, sólo con vol unt ad y lim pi eza de i ntenci ones podem os pretender acercarnos a l a ver dad. A una Verdad que l uego r esult a que da sent ido no sólo a la vi da si no a l a propia P sicologí a. En conj unt o, si tuvi éramos que def inir el nuevo paradigma ci entí fico, di ríamos que es un paradi gma que da cabida a una for ma de pensar más am pl ia, que se abr e a l as di mensi ones que van más al lá de la m ateria. A t ravés de la nueva F ísica, a t ravés de una Parapsi col ogía interdi sci pl inar, a través de psicol ogí as como la Tr ansper sonal y la Perenne... a tr avés de una visi ón que enti ende que l o t ridim ensional es sólo una par te de la real idad. De alguna forma podemos deci r que estam os de suert e al poder pr esent ar la em er gencia del nuevo paradigma y ya de no estar constreñidos en nuestra form a de pensar , como lo estuvieron en l a E dad Medi a con el pensami ento dictado por l a autori dad o como se ha estado hasta ahor a por el pensami ent o cientí fi co ort odoxo. LA COMP ROBACION CI ENTIF ICA.- E l eje pr incipal del paradigma newt oni ano-cart esi ano ha sido su m ét odo em pí rico o de comprobación científ ica, a base de medi r y comprobar los hechos. De t al forma que un hecho se dice que est á cientí ficam ent e comprobado cuando se puede r epr oduci r en el laboratorio con las consiguientes m edi das y comprobaci ones. Esto está muy bien y debe conti nuar así para todo lo que sea tr idimensi onal, medi ble y reproducible en el labor at ori o. Pero se deben dar las corr espondientes oportunidades a l o que no sea ni tr idi mensi onal, ni medible, ni repr oducible. Debe haber una apert ur a t ambién en l a met odología de comprobación ci entíf ica. Yo he pensado en las siguientes posibi li dades de metodol ogí a cientí fica: a) Los fenómenos r epr oduci bles.- E s el caso del método empíri co, l a comprobaci ón ci ent íf ica cl ásica. P or ej emplo, si decimos que tal enf erm edad est á pr oduci da por el bacilo tuberculoso, ha de ser posible aislar este germ en en un laborat ori o. O si postulamos una det erm inada reacción quí mica, ha de ser consegui da por t odos l os investi gador es que r epr oduzcan las circunstanci as convenient es. O una t eor ía, si l os hechos la corr oboran de f or ma medible y com probable. S on infinitos los ej em plos que podrí am os9 ci tar de est e m étodo em pír ico, ha si do la base del progreso técnico y cientí fico, y debe cont inuar, con un futur o abi ert o a i lim itados nuevos pr ogr esos. b) Los fenómenos no r eproduci bl es.- Aquí ya nos sal im os del esquema anterior, si mpl ement e porque los hechos no son reproducibl es. E s l o que suel e suceder con los fenómenos parapsicológicos. Pongamos, por ejem pl o, las apar ici ones de espír itus. No podemos repr oducir los nosotr os a vol unt ad, es comprensi ble que sea de esta f orm a, pero también es comprensi ble la necesidad de que est e hecho no se coloque por ell o automát icamente fuer a de l a com probación cientí fica. La conveni ent e revisi ón e investi gación de l os casos espontáneos, de l os hechos, ha de poder situarnos en una rel ati va seguridad - ningún m étodo es absol ut o en sus concl usiones- que nos perm ita deci r que está comprobado por el estudio y la investigaci ón de los hechos pert inent es. Así veo dos mét odos distintos para l os fenóm enos no reproducibl es: 1) L a constatación e investi gación de l os hechos espont áneos.- Revisando l os casos que se hayan descr it o y los que se vayan produciendo. E s f ácil llegar a un grado r azonable de seguridad, sin que sea im presci ndibl e que el hecho t enga que ser reproducibl e com o en el m étodo em pír ico. 2) L a hipótesis que concuerda con los hechos.- En el caso de la Teor ía de la Relatividad, por ejempl o, se han hecho diver sas medi ciones que la han comprobado. Una de ellas t uvo que esper ar el eclipse de sol del 29 de m arzo de 1919, y se pr eparar on lejanas y compl icadas expedi ciones para poder comprobar que los rayos de l uz correspondientes a un grupo de est rel las se cur vaban al pasar j unt o al sol . P er o aquí l os hechos eran pr evisi bles. En el caso que nos ocupa de los fenómenos parapsicol ógi cos por ejemplo, como el de l a existenci a de los espí rit us, l os hechos no son reproducibles ni previsibl es. P ero es posi ble ir a "l a caza y capt ura" de los hechos, o a su revisión, o a la investi gación de l os hechos act uales. T odo esto l o saben muy bi en los que investi gan los ovnis. Y al fi nal podemos ll egar a una segur idad razonabl e - que no t iene por qué ser dogm áti ca- si l os hechos concuerdan con l a hipótesis. Com o se tiene una seguri dad razonable de que hem os complet ado bien un crucigr am a si l as horizontal es concuerdan con l as verti cales. Yo le ll am o el m ét odo del crucigrama, que es muy útil e inter esant e para r esolver las incógni tas que nos han de acercar a l a ver dad. Los hechos a veces dem uestr an una hipótesis, aunque no sean ni r epr oduci bles ni previsibles. P er o en su mom ent o se dan, y se puede trabajar con10 el los. El método del cr uci gr ama es especialm ent e i nt eresante, una hi pót esi s tiene que concordar con el r esto, y esto tiene una m agia pecul iar que bien conocen l os af ici onados a hacer crucigram as, vari ar una palabr a puede signif icar cam bi arl o casi t odo y una pal abr a equi vocada equi val e a crucigram a no resuel to, y también, viceversa, un tér mi no es adecuado si sabemos que los dem ás lo son. c) Los fenómenos subj et ivos.- S uceden especialm ent e en el mundo de la Psicología. Son fenómenos que, si bi en pueden ser reproducibles y por l o t anto incluso pr evisi bles, no pueden ser m edi bles. Y al no ser m edibl es ya son m ir ados con recel o y como aj enos por el m undo cientí fico. Los fenómenos que nos propor ciona nuest ra psique son especialmente de t ipo subj eti vo y sin que ell o i mplique ni nguna merma de su i mport ancia. Cont inúan si endo vi tales. Ni siquiera quier e decir que su apr eci aci ón subjeti va no se corresponda con una real idad bien objeti va en ot ra dim ensión. Por l o t anto tenem os necesidad de apl icar aquí un método cient ífi co. Cr eo que l e van perf ect ament e, par a llegar a unas concl usi ones razonabl es, l os métodos apli cables a los f enómenos no r epr oduci bles, con alguna vari aci ón: 1) Valoración de l os datos subj eti vos.- Desde el punto de vi sta del observador ya son obj eti vos, y su obj eti vi dad puede r eaf ir mar se si estos datos son vi vidos por otr os muchos. Veam os un ej emplo: l a visi ón mí sti ca. Lo que un individuo ve en estado de contem pl aci ón mí sti ca es para él una vivencia con car act er es de objet ivi dad. Una objetividad que se r eaf ir ma cuando otras experi encias mí st icas r ei nci den en l o m ismo. Y cabe ext raer, de este material subjet ivo y objet ivo a la vez, concl usiones a la luz de l as hi pót esi s que concuer den con los hechos. 2) L a hipótesis que concuerda con los hechos.- De este mat er ial subj eti vo- objet ivo podemos, por este método del cr uci gr ama, deduci r, por ejem pl o, que r eal mente nuest ra conscienci a es una vent ana abierta a la conscienci a del "vacío". S iempr e que los hechos concuer den con las hipótesis. Y los hechos concuer dan: la si ngular idad de la conscienci a, el i nconsciente colecti vo, l a capaci dad intuiti va. .. Un número ili mi tado de hechos que determi nan que nuest ro cruci grama sea un crucigram a pl ur iaxial y si empre abier to con unas posibil idades i lim itadas de nuevas letr as, nuevas pal abras y nuevos ejes que deben concordar para indicar que l a verdad va en esta di recci ón. L a concor dancia es l a r azón poderosa de que el crucigr am a esté corr ect am ent e r esuel to. Y el estar abiert os a l a revisi ón y la recti fi cación es una regla del juego. 11 d) Los conoci mi ent os intui dos.- E l paradi gma newt oni ano-cart esi ano está basado en l a m edi da de los hechos y en la util izaci ón de la infor mación, la lógica y el r aciocini o. Fue realment e un paso m aravi lloso del hombre en pos de la verdad, o mej or, l o hubi er a si do si no se hubi er a deteni do. Y es que se det uvo cuando dejó de consi der ar la posi bil idad de l a i ntuición, cuando ignoró est a capaci dad. Pero el nuevo paradi gma no i gnora esta capacidad i nt uit iva. Y ¿cóm o deberí a ell o tr aduci rse en el m ét odo ci entíf ico? Sim plemente aceptando y com probando estas posi bil idades. Aceptando que a la verdad podemos acceder a t ravés de métodos intuiti vos - las ar tes del conocimi ento y adi vinaci ón parapsi col ógi cos- y a t ravés de esta capacidad inherente al hombr e. Y acept ando que no se t rat a de un procedim iento cuya veracidad sea absolut a, si no que l a posi bi lidad de er ror es una de sus car act erí st icas. El pr ocedi miento ci entíf ico debe aprovechar l os mét odos int ui tivos y las capacidades int uit ivas, eval uando incl uso sus posibi li dades estadíst icamente, y siem pr e como algo que hay que consider ar conj unt ament e con el método clásico de la infor mación, lógica y raci oci nio. Se trata de dar pasos haci a adelante, y si n cer rar cami nos. EL P ARADIGMA ABIERTO.- E l problema del paradigma anter ior es que se cerr ó. Descubri ó un mét odo científ ico y vi no a decir : Aquí no hay más. El peligro a cerr arse, en reali dad, es gener al para cualquier par adi gma, par a l os que ha habido y los que habr á. Est o ya tiene sus r aí ces en el propio individuo. Todo lo que sucede en l a colecti vidad ti ene sus raí ces en el indivi duo. Expli car é cóm o l o veo. De l as investigaci ones de Catt ell , Horn y Donaldson sabem os que existen dos ti pos de i nteligencia: I nt eli genci a Cristalizada e Intel igencia Fl uida. Cr ist ali zada es aquel la que oper a sobr e unas bases apr endidas: ejem plos, el pr of esi onal que tr abaja con un ofi ci o aprendi do, el cientí fico que tr abaja con un mét odo estableci do. .. Intel igencia Fluida es aquella que va improvisando sus pr opias bases: por ejem plo, si cualquiera de nosot ros que no t enga experi encia en el lo, se viera obl igado a const rui r o un puente o a sobrevivir en la selva. Com o explico en el li bro "Vivir la vejez", el individuo tiene tendencia a encerr arse. Con la edad disminuye l a i nt eli genci a f lui da y se conserva plenament e l a i nt eli genci a cr istal izada. S e conser va la capacidad de conti nuar con el m étodo aprendido, se pi er de la capacidad de im provi sar , de est ar abier to a nuevos m étodos. Y esta t endencia al 12 cerr ami ent o en el individuo creo que ti ene el germ en del cer ram iento en los par adi gm as. Una tendenci a y un peli gro f rente al que conviene estar al er ta. Conviene est ar alert a a los hechos. Los hechos nos i ndi can por dónde se or ienta la verdad. Conviene que confr ontem os los hechos con l o que nosotros suponemos. Que revi sem os nuest ros supuest os según l a f órm ul a A = A (X) . A es una af irm aci ón cualqui era y (X) es l os supuest os que ella im pl ica. Revi sar los supuestos y conf rontar los con los hechos y con el m étodo del cr ucigr ama es l a f or ma de mantener abierto un paradi gma. Un par adi gm a que se revisa es un paradigma que se aut orr egula y se manti ene abiert o automáticament e. Por ejem plo, si se hubi eran t enido en cuenta, en el par adi gma anterior, los hechos parapsi col ógicos y se hubi eran i nt ent ado colocar en el crucigram a, se hubi era podi do com pr obar que er a necesar io cambi ar deter minados supuestos dem asi ado t ridimensionales, demasiado reducci oni st as. Y el paradigma se hubiera abier to de forma automát ica. UN METODO DE PE NSAMI ENT O.- Hemos visto que procede ampl iar el paradigma ci ent ífi co porque unos nuevos supuest os básicos así l o exi gen, y hemos visto que igualm ente procede a ampliar el mét odo científ ico a las nuevas r eal idades que se im ponen, l as reali dades psíquicas y espiri tuales. Se tr ata, sin duda, de algo que va a si gnifi car una de las m ás gr andes revol uci ones de la Hi stori a, un inmenso ti rón evol uti vo. Y a est a m isma línea de pr ogreso y r enovación corr esponde la revisión del método de pensami ent o. La f orm a de pensar es, no cabe duda, de una import ancia suma. E s uno de los gr andes pr oblem as con l os que se t iene que enfr ent ar la Humanidad desde si em pre y, por supuest o, es el desafío más grande de l a F il osofía. El caos y enfr entam iento de los constructores de l a tor re de Babel que hablaban idiomas di st int os cr eo que es un sím bol o de l a f alt a de ent endim iento, de l a divisi ón y de las discor dias que ll evan implícit as las di ferencias en la forma de pensar. L os enf rentamient os per sonal es, l os enf rentamient os soci ales y l as guerr as tienen como un i nduct or pri mordi al a las di ferencias en la forma de pensar. La soci edad act ual , com o l as sociedades de t odos l os ti empos, sufr en esta si tuación de conf usi onism o que los i nt electual es son i ncapaces de resolver. Entiendo que procede una amplif icaci ón del m étodo de pensami ent o en la mi sma lí nea que la del m ét odo ci entíf ico, lo que vendría a paliar est e confucionismo consubst ancial con la natur al eza humana. 13 En este momento estamos aún en la perspect iva cart esiana de un pensamiento raci onal, lógico y deducti vo. S e i mpone reconocer e incorpor ar tam bi én el pensamient o intuiti vo. No bast a que un f ilósof o sea muy int eli gente y que r azone muy bien, es pr eci so que la int ui ción l e acompañe. L a histor ia de la Fi losof ía está llena de gr andes inteligencias que se disti nguier on por puntos de vist a m uy al ejados de l a ver dad. Har á f al ta reconocer el pensami ent o int uit ivo y el peso que conlleva junto al pensam iento racional , y hará f alt a cuidar el método i nt uit ivo para que nos or iente en l a dirección adecuada. Sabemos bi en que una correct a f orm ación de l a capaci dad de r azonam iento exige un l argo cam ino, que no es otro que el que se sigue en nuest ras escuelas y universidades. Pero ¿y la f orm aci ón de la capacidad intui ti va?. Creo que pr eci sam ente aquí est á el fall o de nuestr a cul tur a, que no ha contem pl ado debi dam ent e la dim ensión i nt uit iva. Y l as soluciones hay que buscarl as donde estén. Hay que mi rar a Or iente y su lar ga tr ayect ori a en l a búsqueda de una S abi duría, y hay que m irar a l os místi cos de Oriente y Occidente. Nuestro cerebro y nuest ra mente, nos di cen l os grandes maest ros, t ienen la capacidad de si ncronizar con el auténti co Conocim iento, pero esto no se da grat ui tam ent e, hace falta, incl uso, adecuar l a vida debidamente. E s l a Sabidurí a que se manif iesta a los humi ldes y puros de cor azón y se ocul ta a los m ás poder osos. Debe quedar clar o el papel de la intuici ón en el pensami ent o y debe quedar cl aro que exi ste una cor relación entr e l os valores - el gr ado de evol ución de l os val or es- y l a conexi ón int ui tiva. El estado evolut ivo de cada uno det erm ina el r esult ado de su i nt uición. Se puede conectar con la Sabidur ía Di vi na, como hacen l os místi cos auténti cos, o se puede conectar con los post ulados luci fer inos, porque de todo exi ste en el r ei no de Ei dos. Y r esulta clar ifi cador saber qué espectr o de conexi ón corresponde a cada pensami ent o. Lo cual im pli ca que exi ste un l argo cami no a r ecorr er en el campo de l a int uición. Trabajar adecuadament e el com ponent e intuiti vo si n duda r esultarí a clar if icador y de un beneficio incal culable respecto al entendi mient o y las rel aci ones hum anas.
Posted on: Sat, 31 Aug 2013 23:48:19 +0000

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