EL SÍNDROME DEL CONVERSO Por: Ibeth Rivero Cantillo “Tengan - TopicsExpress



          

EL SÍNDROME DEL CONVERSO Por: Ibeth Rivero Cantillo “Tengan mucho cuidado con SEUDO Rabinos "Mazortis" que realmente son personas metiendo ideas reformistas a nuestra sagrada religión confundiendo a gente buena que quiere observar y que en su desespero terminan haciendo averots H.S. por seguir sus estudios y consejos "NADA EN LA VIDA ES FACIL Y MUCHO MENOS LA OBSERVANCIA DEL JUDAISMO, ENTRE MAS DIFICIL SEA MAS KEDUSHA TRAE". Una persona haciendo un comentario por internet Yo creo que lo más divertido de estudiar judaísmo es que conoces mucha gente de distintas tendencias o con distintas maneras de pensar. En toda esta travesía he conocido judíos de posiciones muy variadas, cosa que hace mi experiencia mucho más rica y confirma mis sospechas: el pueblo judío es como un mar de ideas, y dicho mar de ideas ha hecho a la tradición y a la interpretación judía algo demasiado rico como para ser encajetado en una fofa definición. Es decir, es bastante difícil hablar de lo que dice “el judaísmo” en casi cualquier aspecto, de una u otra forma te toparás con algún comentario distinto que puede generar múltiples debates internos que pueden terminar desembocando en cuestiones que van más allá del plano religioso, es allí cuando diversos factores sociológicos relucen dentro de una maraña de posibles respuestas. Lo del síndrome del converso no lo interpreto como algo peyorativo, no es más que una idea que alguna vez escuché a un amigo judío ateo y que quiero acuñar para definir un fenómeno sociológico que he percibido a una escala preocupante entre las personas conversas o aspirantes a la conversión al judaísmo.Él parece manejar una idea similar, aunque hay que mencionar que dicha idea ya ha sido desarrollada por otras personas, y no precisamente enfocadas en el judaísmo, si no en un plano más general, que engloba todas las religiones, ideologías y estilos de vida (no confundir con el trastorno de conversión, un concepto psicológico). A mi me gustaría aclarar que mi percepción de dicho síndrome, aplicado al judaísmo, podría tener dos aristas principales y perfectamente observables en varios conversos o aspirantes a conversos:a) Una obsesión enfermiza por despegarse de su pasado religioso. Tanto que llegan a asumir posiciones erráticas y despectivas en contra de las personas que no pertenecen a su grupo religioso, e incluso, a las personas que si pertenecen a su mismo círculo (usualmente, conversos también)b) Un apego peculiar a la ortodoxia religiosa, incluso en niveles ortodoxos (quieren ser más ortodoxos que el ortodoxo promedio, llegando a un comportamiento ridículo). Una obsesión con el purismo exacerbado de las tradiciones y la observación estricta. No confundir con los judíos ortodoxos comunes y corrientes, algo curioso es que dicha actitud se observa también en judíos de nacimiento. Una vez, cuando fui a una sinagoga ortodoxa regentada por conversos allá en Barranquilla, me causó muchísima curiosidad el ver que rezaban separados. No tanto porque me parezca un acto sumamente extraño en una comunidad del siglo XXI, si no porque me dio la sensación de que algunas personas del recinto de verdad estaban convencidas de que lo que estaban practicando era el judaísmo correcto, el auténtico, aunque cabe aclarar que los actos litúrgicos fueron bellos y, de una u otra forma, inolvidables. Es una muy buena comunidad, muy bien organizada y con una excelente voluntad. Me explico, cuando le pregunté a una mujer del grupo las razones por las que rezaban separados me dijo, simplemente (sin un detalle extra), que “era lo que decía la Torah” (nótese que estoy parafraseando). Lo triste no es tanto la respuesta, si no que fui incapaz de vislumbrar algún matiz, aunque fuera pequeño, en esta, por un momento sentí que no estaba hablando con un judío, si no con una persona con una formación extraña que, de una u otra forma, creía que esta es una religión de respuestas cortas, algo que puedas empaquetar en un manual de catecismo.Y es así como, tristemente, actúan muchísimas judías conversas (o aspirantes a la conversión), las cuales,llevadas por las mejores intenciones del mundo, asumen un rol retrógrada supuestamente basadas en la halajá. Y peor aún (lo anterior de por sí no es malo), creen tener la razón, la última respuesta, una plaga bastante extendida en el judaísmo, y que (según mi humilde opinión) contraviene las bases de este. Como dijo Boaz Fariñas en una de sus clases, creer en últimas respuestas (sobre todo en hechos complejos que están en discusión), creer que se conoce la halajá de los pies a la cabeza y construir un judaísmo monolítico en base a esa actitud es un acto equivocado. Boaz no es precisamente un reformado, creo que todo lo contrario, pero aún así es consciente de dicha situación, 20 años estudiando halajá son suficientes para darse cuenta de que el estudio del judaísmo es una travesía sin fin, no infinita, pero lo suficientemente extensa como para ocupar varias vidas. Esto, por supuesto, causa dolores de cabeza y es un incentivo poderoso para asumir un judaísmo con una estructura pobremente basada (irónicamente) en el entorno católico que muchos dejaron atrás. El rabino pepinito lo dice, yo lo hago sin rechistar, y el resto del mundo está equivocado, no importa que la evidencia diga lo contrario, no importa que actuar con intransigencia e intolerancia sea dañino para las comunidades emergentes. Y lo más llamativo es que dichas diferencias yacen en cuestiones de tinte más sociológico y cultural que halájico. El rol de la mujer, la vestimenta, aspectos superficiales de la liturgia, la corriente a la que se pertenece (sea reformado u ortodoxo), yo jamás he visto a un converso difamando a otro porque no cumple con la tzedaká o no ama lo suficiente al prójimo o al extranjero, siempre hay conflictos porque el rabino juanillo permite que las mujeres cuenten para el minián, o porque el rabino perencejo cometió el horrible pecado de permitir que una mujer subiera a la Torah o porque pancracio no cumplió la mitzvá como se ha hecho tradicionalmente (o lo que consideran ellos como tradicional). Y de esa actitud salen los comentarios como el que puse al inicio del artículo, un dizque judío (queriendo ser mas judío que el RAMBAM o RASHI, seguro) hablando de “pseudo-rabinos” reformados que quieren destruir la Torah sólo porque no enseñan de una manera determinada, usualmente la que ellos consideran como “correcta”. Hablan de religiones sagradas, sin siquiera comprender la estructura social, cultural e histórica de la religión que defienden, no, “el judaísmo” existe, y “el judaísmo” es todo lo que dice Ovadia Yosef o cualquier rabino super-ortodoxo.Yo no sé si es que soy yo la equivocada, o que me han enseñado mal, pero a mí nunca me han agradado las respuestas autoritarias y sencillas. Me encanta conocer los “por qués” no simples justificaciones basadas,usualmente, en lo que han visto en las comunidades tradicionales, si el judaísmo fuese algo así, no tendría sentido alguno estudiarlo, y yo (lamentablemente) estaría perdiendo el tiempo. El punto de las conversiones (más allá de todos los aspectos religiosos) es aportar a la diversidad del pueblo judío, no sumarse a una masa uniforme y aburrida de judíos super-ortodoxos que, para colmo, ni siquiera son agradables o caen bien como para justificar la tolerancia a dicha actitud. Conversos que se creen tan judíos que osan a despreciar a las personas de su misma condición y, de paso, empiezan a borrar desesperadamente aspectos y lazos de su pasado que no deberían ser borrados, aquellos conversos que hablan despectivamente de “los gentiles” sin justificación aparente alguna, sólo hablan de ellos porque son gentiles, o árabes, o simples personas cristianas, no porque se sientan atacados realmente. Tristísimo, sí, y mucho más triste si consideramos que, de hecho, hay personas así que ni siquiera son judías halájicamente. Es un desastre. A la persona que hizo ese comentario: no creo que, siquiera, tenga ganas de burlarme de ti. Usualmente en estas situaciones me gusta parodiar los comentarios tontos o las posturas que considero tontas (¿recuerdan a Bethsabé Rivká Bat Leiser Wolf Bachman?), pero dicho comentario despierta en mi una mezcla peligrosa de rabia y tristeza y unos niveles reprochables de desprecio, eres tan insoportable que espero que nunca en mi vida tenga el infortunio de conocer personalmente a individuos como tú. No aportas, y de paso haces quedar mal a todos los buenos conversos que eligieron la ortodoxia como su camino. Y a las personas conversas (o en proceso de conversión) que siguen esta línea, no les pido algo imposible, ni siquiera les pido directamente que dejen dicho camino. Sólo pido un poco de sentido crítico,niveles mínimamente aceptables. Pregunten, discutan, permítanse conocer las distintas posturas, la halajá es algo demasiado diverso como para encasillar cuestiones importantes como el rol de la mujer, los rabinos no existen para que los idolatres, se supone que deberían existir para que los molestes con preguntas, así sean incómodas.
Posted on: Mon, 22 Jul 2013 12:52:38 +0000

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