El Templo Simbólico Masónico Todas las Logias Masónicas celebran sus Augustos Trabajos (Asambleas o Tenidas) en un espacio expresamente arreglado y solamente consagrado para este objeto, que se llama Templo. Siendo el Templo Simbólico una imagen representativa del Universo, representada en este caso en la misma abstracción del intelecto humano. Todo en el Templo Masónico es simbólico; los cuatro puntos cardinales, la bóveda celeste con sus numerosas constelaciones, el sol, la luna, los signos zodiacales, estatuas antropomorfas representando a Venus, a Hércules y a Minerva, y cuantas joyas móviles (arreos) se encuentran en su interior, todo este simbolismo reunido en el Templo se refiere expresamente al ser humano. La entrada al Templo se efectúa por una sola puerta, colocada en el centro de la pared de Occidente, correspondiente a uno de los lados menores del rectángulo. Las paredes de los lados mayores, o sea la del Mediodía y Septentrión, se hallan divididas cada pared por seis columnas equidistantes: sobre ellas se encuentran dibujados los signos del zodiaco. En la pared opuesta a la puerta de entrada se halla el Oriente, y en él, un estrado de tres pies de elevación, y que sube por tres peldaños. En el fondo al centro se halla el Trono del Venerable Maestro de la Logia; es de forma cuadrangular y se eleva cuatro escalones en forma piramidal sobre el nivel del estado. Al centro del Templo, entre la balaustrada del Oriente y la puerta de Templo, encontramos al Ara Sagrada o Altar de los Juramentos, que consiste en una pequeña Pirámide Truncada, sobre la cual descansa un cojín de terciopelo rojo, sobre el que se coloca indistintamente la Biblia, el Corán o la Tora libro sagrado de los Judíos; o en su caso el libro sagrado que rija en esa Nación. Y sobre estos la escuadra y el compas. El simbolismo del Templo corresponde a un cosmos concebido en siglos anteriores, con ornamentos que evocan incluso un ocultismo medieval, simbolismos que recuerdan sólo los siete planetas conocidos por los antiguos, las doce columnas interiores a los doce signos del zodíaco. La masonería se inspirará para sus templos, en este simbolismo ocultista para la disposición y el orden, para la orientación y forma de los mismos. Los masones intentamos reedificar el Templo de Salomón, introduciendo en ellos elementos paganos grecorromanos, egipcios, judíos y cristianos . Se puede notar así que la tradición ocultista del Medioevo fue la que más ha influenciado en la masonería aportando entre otras cosas la estructura jerárquica representada por planetas, un calendario que celebra solsticios y equinoccios , el simbolismo de los rituales alquímicos, como el orden de los tres grados. Otra corriente que intervine fuertemente -pero de forma velada - en el desarrollo de la vida masónica es el Mitraísmo, de la Persia del año 2250 antes de Cristo, que regeneró y moralizó el sistema de los magos ocultistas. Los Misterios Mitraicos fueron instituidos por Zaratustra ó Zoroastro, de donde deviene el Zoroastrismo. Fue esencialmente una religión de esotéricos precristianos En el mitraísmo existían siete niveles de iniciación, que pueden estar relacionados con los siete planetas de la astronomía de la época (Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter y Saturno). Mantenían un ritual cargado de fuerza, pureza y valentía que ayudaba a solidarizar a los miembros de la confraternidad. Este rito presenta muchas analogías con nuestra masonería: se identifica con la luz y el sol, el bien y el mal e inculca la moral a sus adeptos. Los aspirantes a ser iniciados en este culto debían superar una serie de pruebas hasta llegar a una especie de bautismo y se le preparaba para la iniciación propiamente dicha que al parecer estaba escalonada en siete grados, cada uno representado por un metal y consagrado a un planeta, acorde con el conocimiento cada vez más amplio de los iniciados. Para figurar los siete planetas se le enseñaba al iniciado una escalera, a lo largo de la cual se encontraban siete puertas, cada una de un metal diferente simbolizando los atributos del planeta en cuestión. Esta escalera -dicen- fue tomada por los judíos en la visión de la Escalera del sueño de Jacob, y que figura también en algún grado masónico. Otra corriente de tradición esotérica que influencio en la masonería es la de los Druidas - Sagrados Magos-, una Orden de sacerdotes que existieron en Bretaña y las Galias. Se dice que en sus ceremonias de iniciación se requería gran preparación física y mental. Los Caballeros Templarios, fundada en 1118. Para el Siglo XIII la Orden se encontraba en su máximo esplendor, se cree que contaba con unos 20.000 miembros diseminados por toda Europa. Los Caballeros del Templo trajeron de Oriente un conjunto de ceremonias y símbolos que en la actualidad pertenecen a la tradición masónica. La iniciación templaría constaba de tres grados: Novicio, Caballero y Profeso. La influencia templaría en la masonería se hace notar en sus aspectos militares, marchas y baterías. En Escocia sus tradiciones se fundieron con los antiguos ritos celtas de Heredón formando así una de las corrientes que más tarde dará origen al Rito Escocés antiguo y aceptado.
Posted on: Thu, 14 Nov 2013 13:35:09 +0000
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