En las gavetas del tiempo guardo todo el mar que mis ojos han vertido, mares llenos de lunas y de ilusiones, unas alegres y llenas de vida, de reencuentros y risas robadas a la madrugada. Otras llenas de ausencias que se llevaron pedacitos de corazón que no se ha vuelto a regenerar y que siguen sangrando en las frías tardes de otoño, cuando la lluvia con su cadencia lenta golpea los cristales y me trae a la piel la añoranza de los brazos que nunca más me volverán a mecer. Mares que buscan lo que un día fue la felicidad absoluta esa que se componía en pensar en no aburrirme en las largas tardes de verano. Días que se quedaron prendidos el árbol de la infancia en aquel jardín que hoy parece lejano e irreal. Se cubrió de sobriedad la risa y se impuso la ley de una vida que no estaba diseñada para ser vivida sin renunciar a la locura que imprimen los sueños en el alma, paseé por el lado frío, metálico y azul del espejo, vagando entre flores raras, plantas carnívoras de ilusiones y esperanzas. Encontré ladrones de sueños que como ilusionistas robaban por arte de magia todos aquellos momentos llenos de luz que nos mantienen a flote en ese mar de dudas e irrealidades que se convierte la vida cuando la mancha la vil y fría rutina. Guarde en las gavetas del tiempo todo el mar que fui capaz… pero no calculé que la sal carcome la madera y oxida el metal y un día de primavera se inundaron las habitaciones cerradas del olvido llevándose a su paso la vieja melancolía.
Posted on: Wed, 14 Aug 2013 19:46:09 +0000
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