FINAL DE LA HISTORIA SAGRADA DE SAN PABLO. 21): La epístola a los Hebreos trata de ponerles en guardia contra la apostasía. Para su abatimiento de exiliados ofrece magníficas perspectivas sobre la vida cristiana concebida como una peregrinación, un camino hacia el Reposo prometido, una marcha hacia la Patria celestial; con Cristo como guía superior a Moisés, teniendo por luz aquella fe-esperanza que ha guiado ya a los Patriarcas de su raza, a los judíos del Exodo, y a todos los santos del AT. A la nostalgia del antiguo sacerdocio y del antiguo culto levíticos contrapone la persona de Cristo Sacerdote según el orden de Melquisedec, superior a Aarón, y su sacrificio único, el único válido, que sustituye a todas las ofrendas ineficaces de la antigua Alianza. Y para dar base a todo esto, prueba la dignidad exelentísima de tal Jefe y Sacerdote: Jesucristo el Hijo de Dios encarnado, rey del Universo y superior a los mismos Angeles. Ardientes exhortaciones se entreveran en las exposiciones teológicas, nutridas de exégesis. Los hilos de los principales temas se cruzan con una sutilidad que desconcierta a nuestra lógica occidental, y la manera de utilizar los textos escriturísticos nos desorienta en ocasiones. Pero precisamente hay en ello una lección de tipología que aclara singularmente la forma en que los primeros cristianos concibieron y comprendieron la obra de Cristo en la línea de toda la economía de la salvación. Esto, unido a los resúmenes de altísimo valor sobre los principales artículos de la fe, hace de este escito anónimo, donde alienta el espíritu de San Pablo, uno de los documentos esenciales de la revelación del Nuevo Testamento. AMEN:::
Posted on: Tue, 01 Oct 2013 22:08:40 +0000
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