Firmas (Noroeste) El sector agrícola en México Jesús Héctor Muñoz Escobar En mis últimas colaboraciones he escrito acerca de las reformas Energéticas y Hacendaria, que le urgen al país y que no me queda la menor duda que serán aprobadas en el marco del Pacto por México. Hoy quiero abordar el tema del sector agrícola, el cual es especialmente importante para Sinaloa por ser una región dedicada a esta actividad, este sector representó a nivel nacional en 2010 el 3.6% del producto interno bruto (PIB) y empleó el 12.7% de las fuerza laboral, en 1995 este representaba el 5.4% del PIB y 22.2% de la fuerza laboral, las exportaciones agrícolas equivalían en 1995 a 7.3% del total de exportaciones y en 2010 fue de 5.9%,desde mediados de los noventa México ha enfrentado una disminución en la producción agroalimentaria, lo que ha sido insuficiente para garantizar la demanda de mercado interno y la seguridad alimentaria del país, si revisamos la balanza comercial hace 18 años en este rubro era superavitaria con 574 millones de dólares, en el 2010 tuvimos un déficit de 3, 598 millones de dólares. Enrique Peña expresó desde su campaña presidencial el apoyo al campo, y en el marco del Pacto por México se establecen tres objetivos para hacer a este sector más competitivo: la mejora a la comercialización; el impulso a la productividad agrícola a través del financiamiento y reorientación de los subsidios a los productos, incremento del uso de la tecnología; y el fortalecimiento del pago por servicios ambientales. Con unos meses en el gobierno federal se ha notado el impulso que se le quiere dar al sector, sin embargo por lo corto del tiempo aún no se han realizado cambios trascendentales. Desde mi perspectiva para lograr que sea más competitivo el campo en México, lo primero que debe tomarse en cuenta es la dualidad en la propiedad, es decir, existe un gran número de pequeños propietarios con menos de dos hectáreas que producen para autoconsumo y un reducido número de explotaciones a gran escala que producen el mayor porcentaje de alimentos. Tomar en cuenta esto permitiría desplegar una política de desarrollo rural en la que los pequeños propietarios también comercialicen sus productos, teniendo en cuenta que el 60% de los pobres viven en áreas rurales. Otro de los aspectos, es que los subsidios al consumo energético se han incrementado y se han convertido en programas de apoyo. Sin embargo, a largo plazo esos subsidios para pagar el bombeo de agua, son más elevados que los pagos que se hacen para mejorar la infraestructura de gestión de riego, en el país el 77% del consumo del agua se dedica a la producción agrícola y mucha de ella es desperdiciada, a pesar de que enfrentamos una grave sequía. Los apoyos a la agricultura deberían estar dirigidos más a la innovación e infraestructura, no sobre los insumos variables o el precio, si esto se logrará se mejoría la competitividad del sector. Por otra parte, la tendencia internacional es dar apoyos a la producción de energías renovables, a través de residuos agrícolas en el marco de sustentabilidad ambiental; este es el verdadero reto del sector, sino al tiempo. Por último, las políticas públicas para el campo deben seguir reconociendo el carácter heterogéneo del espacio rural, no se debe ni puede establecer las mismas líneas de acción para la zona noroeste que para el sureste, porque son realidades muy diferentes.
Posted on: Tue, 06 Aug 2013 13:58:49 +0000
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