HISTORIA DE LA HUMANIDAD Capítulo 6: ALEJANDRO MAGNO Tras los gloriosos hechos de defensa de su civilización, Grecia nunca pudo unirse en un solo reino, y permaneció dividida y en constante guerra entre las dos potencias dominantes: Atenas y Esparta. En ese territorio siempre en pugna, dominado unas veces por atenienses otras por espartanos, surgió una civilización que daría al mundo occidental las ideas que lo conformarían para siempre. Medicina, filosofía, artes y el pensamiento hacia todo tipo de áreas del conocimiento verían un esplendor jamás atestiguado en la Historia, en un lugar tan pequeño del mundo. Sin embargo, su división política debilitó a la cuna de la civilización occidental y la complicidad espartana con los persas derrumbaría a Grecia. El impulso unificador llegaría de una región considerada como bárbara por los mismos griegos, de Macedonia. Filipo, rey de esas tierras, combatiría contra toda oposición y se apoderaría de todo el territorio griego libre del dominio persa. Rechazado por muchos atenienses, es célebre la oposición intelectual a favor de la democracia que Demóstenes lideró, pero no obstante ello, el rey macedonio se haría del poder. Hijo del nuevo déspota, educado a la usanza espartana –con disciplina y arrojo militar– Alejandro, al que su increíble capacidad bélica le haría ganar el sobrenombre de Magno, fue instruido en todas las artes y en la filosofía. Filipo había conseguido para su hijo al mejor de los pedagogos, al celebérrimo Aristóteles. Con las instrucciones de su maestro siempre presentes, el valor y disciplina forjados por su padre, y la inspiración poética hacia el heroísmo de la Iliada de Homero. A los 24 años, dentro de la segunda mitad del siglo IV antes de Cristo, el mundo comenzaría a saber el dominio del occidente europeo sobre las civilizaciones del resto del planeta. Alejandro, heredero del trono griego tras la muerte por asesinato de Filipo, se lanzaría a la épica más memorable de toda la Historia: conquistar el gigantesco Imperio Persa. Batalla tras batalla, primero recuperó los territorios griegos dominados por los persas; después se lanzó al dominio del Egipto aún faraónico. Su objetivo primario era dominar Persia y lo consiguió. Ahí debe recordarse algo que siempre existe como riesgo de la guerra, se cometió el acto de barbarie más notable en la saga alejandrina, la destrucción de Persépolis. Con el poder Imperial en las manos, Alejandro Magno no se conformó y se lanzó hacia oriente, encontrando a la India y apoderándose de los territorios occidentales de ese lugar. Fatigadas sus tropas, exhaustas por esta aventura sin fin, decidieron regresar. Y ya con los planes de dominar los territorios de Arabia, del norte de África y de Italia, el gran conquistador encontró la muerte no por la espada, sino por la malaria. En este episodio de la Historia, fue plantada la semilla del mundo como lo conocemos hoy en día. La hasta entonces tímida e incivilizada Europa daría muestras de ser el núcleo con el cual se conformaría el resto del planeta. youtube/watch?v=BDN1CihZCtg
Posted on: Tue, 13 Aug 2013 12:19:47 +0000
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