Hermosa Carta de Monseñor Jorge Lozano nos llena de emoción esta noticia, siento como si cada uno de nosotros estuviese estado ahi !!! Queridos amigos: Hace unos días regresé de Roma y algunas ciudades de España. El motivo central del viaje era poder saludar y compartir un rato de diálogo con el Papa Francisco. Haber colaborado con él como obispo auxiliar hasta que vine a Gualeguaychú me hizo quererlo y apreciarlo mucho. En los últimos tiempos iba a conversar con él algunas veces al año. Para decirlo de manera directa, me moría de ganas de estar un rato con él, saludarlo, abrazarlo, contarle algunas cosas que pasan por mi corazón y mi cabeza. Poco antes de viajar a Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud hablé con su secretario privado y me dio como fecha de audiencia el Jueves 19 de septiembre por la tarde. Y entonces junté varias actividades pendientes en Roma y España. Te comento algo de estas reuniones y actividades. Al Papa pude verlo en 3 momentos en estos días. El miércoles 18 concelebré con él la misa a las 7 de la mañana en Santa Marta, y participé luego de la audiencia pública en la Plaza San Pedro. Una experiencia hermosa. Una multitud cercana a las 100.000 personas que rezaban, cantaban, aplaudían, se emocionaban…. El jueves 19 por la tarde Francisco me recibió en audiencia privada en su departamento en Santa Marta, casi por una hora. Le acerqué el cariño y la oración de las comunidades de la diócesis y conversamos sobre el mundo y la Iglesia. Lo noté preocupado y prestando atención a los problemas y las amenazas a la paz en Siria y otras regiones del Planeta, como así también de los pobres y hambrientos, la falta de justicia y solidaridad. También hablamos de la vida de la Iglesia, la misión, los riesgos de la “comodidad” para seguir a Jesús, la necesidad de ir a las Periferias, y ser pobres y sencillos. Le comenté acerca de los impactos positivos de su viaje a Río de Janeiro y la necesidad de trabajar con los jóvenes en lo referido a su Proyecto de vida y vocación. Además le agradecí la carta que escribió con ocasión de la Beatificación del Cura Brochero (si no la leíste aún, te la recomiendo) Le entregué unas 25 cartas que me habían dado para él, unas cuántas con fotos de enfermos o contándole de situaciones de profundo dolor. Como no quería ponerlo en el compromiso de leerlas todas, le hice algunos comentarios de algunas y rezamos juntos por esas intenciones y él las bendijo. Las cartas quedaron sobre la mesa junto a otras pilas más de cartas que habían dejado antes. Aproveché para hacerle algunas consultas de temas que habíamos conversado en otras oportunidades, y me despedí de él. Me acompañó hasta la puerta del ascensor, y antes de irme le pedí que me diera la bendición. Quedé feliz. Muy contento de haberlo saludado y ese rato de diálogo. Lo noté de buen ánimo, buena salud, buen humor... Con una gran confianza en el Espíritu Santo y en el cariño y oración de todos. Me pidió que rezáramos por él. Renové mi adhesión al Sucesor de Pedro. En Roma también estuve visitando algunos organismos y personas conocidas. Pasé por Radio Vaticana, la Pontificia Comisión para América Latina, el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos. Visité y recé ante las tumbas de San Pedro, Pío XII, Beato Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Beato Juan Pablo II... Como verás le saqué bien el jugo a la agenda durante ese tiempo. Un par de días antes de llegar a Roma había estado en el Monasterio Trapense con mi amiga, la hermana Andrea. Luego viajé a España y aproveché un par de días para visitar primos y tíos en Pontevedra. El encuentro familiar también fue emotivo, de reencuentro con varios que hacía muchos años no nos veíamos. Me reuní en Logroño y en Zaragoza con la Superiora General y otras hermanas de las “Misioneras de Jesús y María”. Fueron diálogos enriquecedores. También me encontré con un par de sacerdotes amigos que están en España. En Zaragoza cené con otros primos por parte de la familia de mi papá. Bueno espero no haberte cansado con el relato, pero quería compartir aunque sea brevemente lo realizado en estos días. Muchos me mandaron mensajes que me es difícil poder contestar a tiempo. Te mando un abrazo. En este día de San Francisco, recemos por nuestro querido Papa. El lunes 7, Nuestra Señora del Rosario, Patrona de nuestra Diócesis, encomendémosle a ella la misión que Jesús nos confía. Jorge
Posted on: Sun, 06 Oct 2013 03:32:29 +0000
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