IMAGINA ESPECIAL :4 Robert: Quiero chupartelo como jamás te lo han hecho! – alcancé a decir, no sabía ni de dónde me salí la voz. Robert: No creo que seas capaz, las tías como tú sólo quieren ser folladas bien. Me agaché delante de él y me encontré con un hermoso pene erecto justo delante de mi cara. El glande, reluciente e hinchado, me apuntaba directamente. Paseé la punta de mi lengua desde abajo hasta su punta. Bajé y empecé a lamerlo todo, metiéndolo en mi boca. Él echaba la cabeza hacia atrás, mientras su respiración se aceleraba. Me tomé un poco de tiempo para hacerme al tamaño, me cabía sólo la mitad en la boca. Inicié un vaivén adelante y atrás, recorriendo su polla con la lengua al tiempo que me la metía en la boca; al lamerle el glande, los respingos eran más exagerados, y los gemidos incontrolables. Flavia:Qué me dices ahora, puto vicioso, intentabas joder a una chica y ahora soy yo la que tiene tu pene a la altura de la cara. Robert: Calla y come, que es así como deberian estar todas las putas como tu, con una buena polla metida hasta la garganta. Y empujó tan fuerte que casi me atraganto… Aceleré la marcha, el movimiento de sus caderas me marcaba el ritmo, difícil de llevar debido a su gran excitación. Recorrí de nuevo su glande con la lengua, lo mordisqueé suavemente y noté cómo se hinchaba más, parecía a punto de explotar. Me alcé, le mordí el labio inferior, lo empujé hacia una silla, me deshice del short y me senté a horcajadas sobre él. Flavia: Ahora las mujeres va a joder a los hombres,para que aprendan a no abusar de nosotras a vuestro antojo! Era él en esta ocasión quien estaba ido, disfrutando del momento y dejándose hacer, mirándome, saciando su curiosidad y su deseo. Me senté sobre su polla, él echó las caderas hacia delante para facilitarme la tarea. Poco a poco, lo meti en mi interior,notando su fuego, sintiendo cómo me llenaba de nuevo, cómo me quemaba. Moví las caderas poco a poco, en círculos, adaptándome. Una vez habituada, inicié un frenético vaivén, agarrada a su espalda; notaba cómo su polla me llegaba hasta el fondo, casi no me cabía, tenía miedo de hacerme daño pero estaba disfrutando ciegamente… Él me agarraba por las caderas, animándome a acelerar el ritmo, cosa que sobre una silla era una tarea dura, pero ya no sabía si estaba buscando mi placer o el suyo… Robert: Eh, ehhh… porque te acelerad hermosa,no querrás que esto acabe tan pronto… – me dijo, mientras me levantaba la camiseta y me lamía de nuevo las tetas, que tenía a la altura de su cara. Flavia: Por qué tendría que parar, ¿para darte a ti el poder? Ni lo sueñes... Prácticamente me levantó en brazos y, sin sacar su polla de mis adentros, me volvió a tumbar sobre la mesa. Le había retado a tomarme de nuevo, siempre estaba dispuesto a responder...
Posted on: Fri, 06 Sep 2013 00:06:28 +0000
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