Invasión de chinos MEXICO, 22 de julio (ESPECIAL POR - TopicsExpress



          

Invasión de chinos MEXICO, 22 de julio (ESPECIAL POR ESTO!/Lilia Arellano).-Como si se tratara de un asunto novedoso, insólito, nunca antes visto, el caso de los 14 jóvenes secuestrados en el antro llamado Heavens, ubicado en la Zona Rosa, ha llegado al corazón del barrio más tradicional, viejo, peligroso y comercial de la capital de la República exhibiendo a las mafias que ahí controlan y de las que ya se sabe tienen conexiones en Cancún, tanto para la extensión de sus actividades delictivas como por que desde ahí se dice que han establecido su centro de abastecimiento de drogas. Y no sólo han comenzado a extenderse en este renglón con la pretensión de establecer un nuevo cártel para la venta de estupefacientes, sino para llevar a cabo extorsiones, secuestros y homicidios. La presencia de Jorge Castro Moreno, alias “el abuelo”, líder del cártel de Tepito. habla de la permanencia en ese municipio de las bandas capitalinas, mismas que se han dividido y que, merced a ese distanciamiento, es que se llevó a cabo el secuestro, ya que uno de los jóvenes es hijo del ex líder del cártel de nombre Jorge Ortiz, capturado en el 2004 y de quien se afirma trabajó con los dueños del Heavens, quienes han sido procesados y uno de ellos, Dax Rodríguez Ledezma, ejecutado en Morelos, a donde también al igual que a Quintana Roo, se han extendido las investigaciones. Pero este caso también ha venido a desnudar a otras mafias, a otros grupos que por diferentes razones son también ubicados como delincuenciales al violar permanentemente las leyes mexicanas. Se trata de los chinos, de Tepito y del Dragon Mart, así, en ese orden y con las siguientes descripciones que dan cuenta de un recorrido en el cual debe vestirse con ropa muy sencilla y gastada, con tenis viejos porque de otra manera se los quitan, sin reloj, sin anillos, sin aretes, sin maquillaje, mezclándose lo mismo con comerciantes en pequeño que con cargadores y hasta los “viene-viene”, quienes, como mercado en la India, cobran por ir apartando a la gente para que puedan transitar los coches. En las calles laterales y justo detrás del Zócalo capitalino, desde Carmen hasta el Eje Central Lázaro Cárdenas y de Justo Sierra hasta Anillo de Circunvalación, está ubicado el gran mercado chino, lo que antes eran tiendas de productos nacionales hoy sólo se expenden artículos de todo tipo de origen oriental. Es mentira, una gran mentira, que no vendan vestidos, telas, zapatos, esos artículos que han liquidado a la industria nacional y que se ofrecen junto con los accesorios, juguetes, adornos, aparatos eléctricos, lámparas, focos, herramientas y mucho más a precios que impiden calcular su valor real si se toma en cuenta el costo de la materia prima, de la manufactura, de las transportación y sobre todo del pago de impuestos y lo que se liquida por el papeleo que debe hacerse para introducir de manera legal la mercancía. Se trata de una invasión de chinos, una que supera por cientos a la que se tenía antaño en otras calles céntricas que iban de Balderas al Eje Central pero que se ubicaban en su mayoría en Ayuntamiento, conocida por encontrarse desde hace décadas el edificio de “la XEW” y los concurridos “cafés de chinos” con sus tradicionales bisquets y milanesas gigantes que se dice son de carne de caballo. En el presente, además de la zona mencionada están los ambulantes en todo el cuadro que conforma los edificios en torno a los que albergan las oficinas de la jefatura de gobierno y de Palacio Nacional, desde donde dijo, prometió Peña Nieto que iba a gobernar. El 90 por ciento de esos ambulantes venden artículos chinos que compran por mayoreo en el gran centro del Carmen. La plancha del Zócalo tiene en el centro una gigantesca carpa, toda la zona está convertida en un desastre a unos cuantos meses de que se llevara a cabo el cambio de gobierno. El trabajo de desalojo y limpieza del centro capitalino realizado por Marcelo Ebrard ha sido derrumbado por Miguel Ángel Mancera y de nuevo el corazón capitalino luce sucio, como gran parte de la ciudad. Son también esas autoridades las que permiten el comercio chino, las que lo cobijan, las que muestran gran tolerancia cuando al levantar sus puestos callejeros y cerrar sus cortinas dejan toneladas de basura sobre las banquetas. Muchos de esos comercios ni siquiera tienen aparadores sino que expenden la mercancía en cajas, en botaderos mucho más descuidados y viejos que aquellos que daban a reconocer los negocios de israelitas judíos. Quienes los atienden son todos chinos y de reciente ingreso muchos de ellos ya que ni siquiera dominan el español, hablan apenas sí unas cuantas palabras y ante la pésima comunicación que se entabla se tornan en agresivos, violentos, ofensivos, gritones y amagan con llamar a otros dizque para darse a entender, todo ello aderezado con una furiosa mirada. El Mercado Abelardo L. Rodríguez en donde hasta hace un par de años todavía se vendía comida corrida mexicana –sopa aguada, arroz, guisado, frijoles y agua de sabor- es hoy un centro de comida rápida china, no hay un solo local diferente, lo cual nos habla por sí solo del número de gente originaria de ese país que empieza a degustar de esa alimentación que no es precisamente la que se consume en su lugar de nacimiento. Ante ese panorama y en una zona peligrosa para tomar fotografías hasta con celular –porque si lo lleva corre el riesgo de que se lo arrebaten-, uno se pregunta: ¿todos esos chinos entraron legalmente al país? Y, ¿la mercancía también entra legalmente o ya estamos cerrando los ojos ante el contrabando más cuantioso en la historia nacional, uno que no se compara con el que se ofrecía solo en Tepito? A esta invasión de orientales en pleno centro de la capital mexicana debemos agregar la de las masajistas establecidas en diferentes lugares y hasta en el aeropuerto internacional, en plena sala de abordar. El escenario que se ofrece el día del año nuevo chino, con un gran desfile por Avenida Juárez, desde Balderas hasta el Eje Lázaro Cárdenas, da cuenta del aumento de ciudadanos de ese país que están en el nuestro y de los que seguimos sin conocer qué hacen con sus cadáveres, en dónde los creman, en qué lugar depositan sus cenizas, si les son practicadas autopsias, si cumplen con los requisitos de la reglamentación del sector salud en estas faenas. Sigue siendo esta sociedad un enigma, tanto o más grande que el mismísimo valor de las mercancías que venden y los impuestos que se supone deberían pagar los comercios establecidos en los cuales, por cierto, le niegan factura. Hasta hace también pocos años solamente había algunas tiendas con productos chinos en plazas y centros comerciales y sólo ofrecían jarrones, cajas musicales, adornos de cerámica que vendían como porcelana y que se conocía así, como “porcelana china”. Es así como no sólo en el terreno de las mafias del narco se liga a Tepito, a la zona centro con Cancún. También con estas otras bandas que corrompen a las autoridades migratorias, a las aduaneras, a las hacendarias, a las de los gobiernos municipales locales, a las judiciales y a las policíacas, y estas chinas. Se ubica entonces de manera muy concreta y correcta al Dragon Mart, a ese centro de exhibición que tendrá en su interior toda una gama de artículos chinos que faltan por promover además de contar con el punto ideal para la entrada de todas sus mercancías, de las que venden en el DF y en otras entidades en donde, como en Puebla, ya tienen su “Palacio Chino” que es un gran centro comercial, en donde también venden bolsas y prendas de vestir con apenas si algunas modificaciones de los diseños originales que, sabido es, se maquilan en oriente y es ahí en donde los copian y obviamente no los ofrecen como piratas sino como originales. De esta forma y si comparamos los daños que provocan las mafias tepiteñas “tradicionales” por más cárteles que conformen con los que causan los chinos arruinando la industria textilera, la del vestido, la del calzado, la de manufactura, la artesanal, al comercio, el enorme desempleo que han causado entre muchos otros males, se podrá tener un juicio correcto sobre la entrada del Dragon Mart al país a través de Cancún. No se trata de juicios racistas –aunque habrá que considerar que los chinos son altamente racistas y la cerrazón de su sociedad se expresa de una y mil formas que incluyen, por supuesto, la religiosa-, sino de acciones que realizan que hablan de complicidades, de corrupción, de profundos daños económicos y laborales. Visto el panorama la decisión más acertada apuntaría a la oportunidad de maquilarle al vecino del Norte todo lo que envía a China con la ventaja de no tener que liquidar un transporte de mercancías caro y lejano, sino ubicado a “tiro de piedra”, ya que dadas las circunstancias que muestran que un obrero chino gana hasta 6 veces más que un mexicano con el salario mínimo actual, hasta dejándoselos a la mitad de lo que a ellos les pagan les resultaría barato. Así, lejos de una invasión comercial liquidadora, habría generación masiva de empleos ya que ese intercambio del que se habla es ridículo. En aquellas tierras les han dado bienvenida a empresarios y comerciantes mexicanos que, obviamente, cumplen con todas sus reglas y son minoría de minorías, ellos aquí no y sólo corrompen desde su llegada y durante toda su permanencia. Los Estados Unidos están ciertos ya del error que cometieron al permitir que sus industriales, fabricantes, que las empresas de todo tipo, empezaran a maquilar en China ya que esto les ha traído desempleo, crisis económica independientemente de crear una nueva potencia mundial con todo lo que ello les representa y que incluye el renglón seguridad. Y, si el “gigante del Norte” se muestra arrepentido, ¿qué nos espera si esto sigue creciendo, si continúa, si instalan el Dragon Mart? Como dicen los chetumaleños, mejor me quedo con los míos, con mis delincuentes y mafiosos, a esos hay oportunidad de atraparlos y encarcelarlos, a los chinos… no. Y la excepción que confirma esta regla es la de Zhenli Ye Gon, quien si se hubiera mantenido como oriental sus grupos lo hubieran defendido. El bandazo es lo imperdonable porque en eso de vender droga y de lavar dinero habrá que recordar que son pioneros.
Posted on: Sat, 27 Jul 2013 01:39:11 +0000

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