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LA POLÍTICA ES ASÍ… Alfonso de los Reyes Villarreal El síndrome de Nabucodonosor y la maestra Peraza Hubo una vez un rey llamado Nabucodonosor (630-562 a.C.), quizá el personaje más conocido de la dinastía caldea de Babilonia, quien en el año tercero del reinado de Joacím en Judá, sitió conquistando Judá y Jerusalén apresando a Joacím. Este Nabucodonosor fue muy conocido por la erección de los jardines colgantes de Babilonia, que forman parte de su obra material ejecutada bajo su reinado. Nabucodonosor fue primogénito y sucesor del rey Nabopolasar, quien liberó a Babilonia de Asiria y dejó a Nínive en ruinas y murió el 15 de agosto de 605 a.C., sucediéndolo Nabucodonosor en el trono, quien ya en el sitial venció a Cimerios y Escitas y su matrimonio con Amuhiam, hija del rey de los Medos, afirmó la paz con estos. Después de intentonas, conquistó Jerusalén en el año 587 a.C. y subyugó a Tiro y Fenicia y posteriormente se dedicó a adornar Babilonia, donde construyó canales, acueductos y los legendarios jardines colgantes. “Nabucodonosor pareció sentirse más orgulloso por sus obras que por sus victorias en el campo de batalla. Durante el último siglo de la existencia de Nínive (s. VII a. C.), Babilonia estaba devastada, no sólo a manos de Senaquerib y Asurbanipal, sino también como resultado de rebeliones. Nabucodonosor, continuando con el trabajo de re-construcción de su padre, tuvo como propósito convertir su capital en una de las maravillas del mundo. Antiguos templos fueron restaurados; nuevas edificaciones de increíble magnificencia fueron construidas en honor a los dioses del panteón babilónico (Diodoro de Sicilia, 2.95; Heródoto, 1.183); para completar el palacio real comenzado por Nabopolasar, nada fue ahorrado, ni ‘madera de cedro, bronce, oro, plata, piedras preciosas y raras’; un pasaje subterráneo y un puente de piedra conectaban las dos partes de la ciudad separadas por el río Éufrates; la ciudad se volvió inexpugnable con la construcción de un triple muro”. Todo le sonreía a Nabucodonosor. Pero un día tuvo un sueño: y en su sueño vio cómo en medio de la tierra crecía un enorme árbol que crecía, se hacía fuerte y su copa llegaba hasta el cielo y se le podía ver desde todos los términos de la tierra “su follaje era hermoso y su fruto abundante, y había en él alimento para todos. Debajo de él se ponían a la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo, y se mantenía de él toda carne”. Vio en sus visiones que un vigilante santo descendía del cielo y decía que había que derribar el árbol y cortar sus ramas… Entonces se turbó y buscó su interpretación. Pero más se turbó cuando vio que aquel santo ordenó que su corazón de hombre sea cambiado, y le sea dado corazón de bestia, y pasen sobre él siete tiempos. La elucidación se la dio el judío Daniel, quien le dijo: “Esta es la interpreta-ción, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre mi señor el rey: que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con el rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere”. Y un día, “mientras presumía sobre sus logros, Nabucodonosor es humillado por Jehová. El rey pierde la cordura y vive en la selva como un animal durante siete años (algunos lo consideran como un ataque de locura llamado zoantropía clínica). Después de esto, su cordura y postura son recobradas. Ni la enfermedad, ni el interregno que debió haber causado, están registrados en los anales babilónicos; sin embargo, hay una ausencia de actos del rey durante 582-575 a. C.”. La historia es muy aplicable a lo que ocurre en Tampico en la actual y agonizante administración municipal encabezada por Magdalena Peraza Guerra. Conquistó el voto de los tampiqueños porque Miguel Manzur fue el peor candidato que el PRI pudo escoger en 2010. Sólo por ello alcanzó la presidencia municipal. Ya en la presidencia municipal se dedicó a la pachanga, dejando para su último acto de gobierno la restauración del palacio municipal (símbolo del pasajero poder) junto con la rehabilitación del kiosco (que debido a una paya ocurrencia de “Don Trincanor” se pintó la cantera). Bien hecho. Pero nada más. Es su obligación trabajar y se le pagó muy bien. Sólo que ella separó el 15 de septiembre para entregar con luz y sonido y ante millares de acarreados esa restauración a la ciudad… No contaba con los estropicios de “Ingrid”, cuya amenaza obligó a las autoridades a suspender el grito el 15 de septiembre en la zona conurbada… Pero cómo era posible que la naturaleza conspirara contra la "todopoderosa" alcaldesa, quien sin el grito se privaría del aplauso de los tampiqueños, si para ello siempre ha trabajado: para rendir culto a su personalidad. Por tanto, no podía aceptar la conspiración de la naturaleza. Por ello, desde el viernes, durante el último informe del alcalde de Madero, ella insistía ante los reporteros que daría el grito “llueva, truene o relampaguee”. Ella, que se califica como la mejor alcaldesa en la historia de Tampico; ella que se siente hecha a mano; ella que es incomparable. Claro, según su propia opinión y de acuerdo al “Tlatoani” patito que se mandó pagar, no podría aceptar esa conspiración de la naturaleza. Así que desde el viernes insistía como loquita, que daría el grito a como diera lugar. …Y el domingo, afirmando ella “que unas señoras del pueblo le exigieron que el grito se debería de dar, fuera como fuera”, pues se decidió a lo que ya había decidido con anterioridad. Y apuradamente trajo un mariachi, reunió unos cientos de acarreados y personas que transitaban por el palacio municipal y cantó con los mariachis y sanseacabó. Pero como no estuvo muy de su agrado, entonces anunció que el 27 de septiembre, cuando se recuerda que Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu consumó la independencia, entonces hará su caprichito. El chiste es hacer el último numerito, satisfacer su personal ego, aparecer en prensa, radio y televisión como la “heroína” del grito… No le hace que sufra ya el síndrome del rey Nabucodonosor y le caiga la sentencia de pastar con las bestias del campo de la política, por supuesto.
Posted on: Tue, 17 Sep 2013 18:03:33 +0000

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