La mochila más pesada ... Los Pumas no pudieron ganar en su segunda participación en el Rugby Championship y así quitarse el peso de las derrotas. Fueron su propia sombra y se retiraron goleados por 54 a 17 ante Australia en Arroyito. La era Phelan culminará sin triunfos ante los grandes del sur Leguizamón llevó la pelota con una mano, sea aisló y cometió un penal infantil en ataque. Juan Hernández tuvo un dos uno de los que se hacen para entrar en calor. Intentó superar al rival y la perdió. Felipe Contepomi es el mejor jugador de la historia reciente del rugby nacional. Porta cuatro mundiales en la espalda. Comenzó su último partido con la celeste y blanca fallando dos tackles consecutivos. Nicolás Sánchez, EL 10 del torneo según la prensa del mundo, tuvo enormes dificultades para dominar la pelota y la perdió con una facilidad impropia de él. Son todas postales del peor de estos 12 partidos que han disputado Los Pumas en las dos primeras ediciones del Rugby Championship. Argentina no fue esta noche el equipo en crecimiento que había aparecido luego de la goleada en Soweto. La expectativa y el nivel previo del equipo de Phelan hacen que esta derrota sea aun peor que aquel 73 a 13 frente a Sudáfrica. La gran diferencia con aquella goleada, es que ahora habrá que esperar un año para tener revancha y revertir esta imagen negativa. Otro aspecto distintivo entre un partido y otro fue la buena cantidad de posibilidades que tuvieron los locales para intentar acercarse en el tanteador. Australia golpeó primero. A los dos minutos ya ganaban con un try bárbaro de Folau, el primero de su hattrick. Segundos antes, en la primera del juego, habían armado una jugada que estuvo a poco de finalizar dentro del ingoal. Los oceánicos propusieron que el ritmo inicial del cotejo sea de golpe por golpe. Argentina entró en esa, pero nunca le pudo responder con la misma moneda. Lo mejor que hizo Contepomi fue poner con un kick a su equipo en las 22 ajenas. De ahí se fueron cinco minutos, siete scrums, otros tantos penales y una amarilla más tarde. Muy poco para tanto esfuerzo. Un mazazo en la cabeza del que no se recuperaron nunca. Hubo otra muy clara, nacida en una contra iniciada por Bosch, continuada por Imhoff y salvada magistralmente por un Hooper de actuación descomunal. Luego de eso Australia volvió a marcar y por duplicado. Con los muy buenos tries de Ashley Cooper y Folau se terminó de liquidar un partido hasta entonces abierto. Al 25 a 3 parcial le siguió la primera reacción argentina. Fue por intermedio de una jugada culminada con Bosch desparramando rivales y volando debajo de los palos. Con ese ensayo al entretiempo nos fuimos con las chapas 25 a 10 y las esperanzas del triunfo novel desgastadas. Con un minuto del complemento Folau empezó a reclamar la pelota del partido. Al tercer try del fullback le prosiguió una muy buena jugada de Imhoff y el try de Landajo. Era 32 a 17. 15 de diferencia. Había que marcar tres veces. La locura pareció posible hasta que Los Pumas se volvieron de la zona de riesgo ajena, producto del penal de Leguizamón del que hablamos más arriba. En el rato que le sobró al partido hubo tres tremendos tries de los Wallabies y un penal de Cooper. Los Pumas se siguieron deshilachando con el pasar del tiempo. Nunca pudieron resolver la disputa de la pelota en el piso. Las salidas, que habían sido en la práctica una plataforma de ataque de los argentinos, perdieron su efectividad. La sensación final fue la de un conjunto de corajudos que fue a la carga barracas por vergüenza propia y otro que aprovechó esa desesperación para sumar de contrataque. Lejos quedó aquella diferencia mínima de Perth. Los casi cuarenta puntos de distancia de la noche rosarina serán complicados de digerir. Habrá revancha, la que le permita nuevamente a Los Pumas intentar demostrar que pueden jugar a este nivel. Pero para eso habrá que esperar, por lo menos, un año. Hasta entonces, dolerá esta herida.
Posted on: Mon, 07 Oct 2013 09:54:22 +0000
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