PARTE TRES: FORTALEZA, VALOR Y OBEDIENCIA LOS ESENCIALES DEL - TopicsExpress



          

PARTE TRES: FORTALEZA, VALOR Y OBEDIENCIA LOS ESENCIALES DEL ÉXITO Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. (Josué 1:5-7) A Josué se le dieron instrucciones claras de que iba a tener que caminar en fortaleza, valor y obediencia si iba a llevar a cabo la visión. Nada ha cambiado. Los líderes hoy en día también deben esforzarse, ser valientes y obedientes a la palabra de Dios si van a hacer todo lo que el Señor les ha mandado. Fortaleza, valor y obediencia no son opciones; por el contrario, las tres son esenciales para eventualmente tener éxito como líder. fortaleza 1. Ser fuerte o tener poder. 2. a. El poder o habilidad de resistir fuerza, presión o uso. b. El poder para resistir ataques. 3. Intensidad. 4. Una fuente de poder o fuerza. valor La habilidad de enfrentarse al peligro sin temor. obediencia Obedecer o estar dispuesto a obedecer, como un mandato. Dejémoslo perfectamente claro, los líderes deben de esforzarse y ser valientes si van a tener éxito. Como Ud. sabe, todos nosotros volteamos a los líderes para fortaleza en situaciones difíciles. Un líder define la calma en medio de los problemas. La gente es la misma en todo el mundo; están buscando fortaleza y valor. Su vida debería de inspirarlos a que vayan y hagan las cosas que Dios les ha llamado a hacer (aun en medio de las dificultades); si es débil y temeroso (le falta valor), Ud. no va a inspirar a nadie. Fortaleza Nuestra fortaleza debe de venir del Señor mismo. Efesios 6:10 nos dice que nos fortalezcamos en el Señor, y en el poder de Su fuerza. Eso quiere decir que usted debe de estar apegado a Dios. Si mantiene sus ojos en El, Ud. podrá completar lo que se ha puesto delante de Ud. Esperar en El (pasar tiempo con El) es la clave para mantener su fuerza. Así como un levantador de pesas aumenta sus músculos para que pueda ser más fuerte cuando venga la prueba, Ud. también debe de edificarse así mismo orando (Jud. 1:20) y pasar tiempo en la Palabra (Hec. 20:32) para que esté listo cuando vengan los desafíos. Fíjese en la definición de fuerza. Si se da cuenta, no nada más es ser fuerte o poderoso; es su habilidad para resistir ataques. Saber quien es Ud. en Cristo y conocer la autoridad que El le ha dado será esencial para que pueda resistir los ataques del enemigo. ¡La fortaleza que Ud. necesita siempre la encontrará en El! Valor Como líder Ud. debe de poder enfrentar el peligro sin temor. Aquellos que Ud. guíe se estarán fijando en Ud. para dirección. No importa la situación en la que se encuentre, el temor no es de Dios. La respuesta del Señor para el temor es poder (fuerza), amor y dominio propio, de acuerdo a 2 Timoteo 1:7. Para poder enfrentarse al peligro sin temor, Ud debe de tener estas tres. No tendrá temor cuando sepa que Ud. está en Cristo; no tendrá temor cuando sea gobernado por el amor, pues el perfecto amor hecha fuera el temor (1 Jua. 4:18); y, tampoco tendrá temor cuando tenga la mente de Cristo (1 Cor. 2:16). El valor inspira a otros. Ud. se sorprendería si supiera como una simple palabra de un líder puede motivar a aquéllos que él guía, aun en medio del peligro. Por el otro lado, lo opuesto también es verdad. Uno de los mejores ejemplos sería el reporte que los doce espías trajeron de su primer viaje a la Tierra Prometida. Solo Josué y Caleb hablaron con valor y fe. Los otros diez inspiraron temor en los Israelitas (se dijo que sus corazones se habían derretido), de tal manera que los hijos de Israel se rehusaron a ir y poseer lo que el Señor ya les había dado (Núm. 13-14; Jos. 14). Obediencia La fortaleza y el valor no son suficientes para hacer el trabajo. Ud. debe de ser obediente a la palabra de Dios (la palabra escrita y la palabra hablada). Se estaría engañando así mismo si Ud. cree que podrá lograr algo sin hacer lo que El le pide. Se podrá preguntar por que estoy diciendo esto siquiera, pero se sorprendería del número de buenos líderes que han caído y que aún peor, ya no pudieron llevar a cabo la visión de Dios debido a su desobediencia. Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que observa en un espejo su rostro natural. Porque él se observa a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. (Santiago 1:22-25) Los lideres deben de tener la madurez espiritual para mirarse en un espejo espiritual. Deben hacerse algunas preguntas duras: ¿Qué hay en mí que está haciendo que el ministerio crezca; qué hay en mi propia personalidad que está deteniendo las cosas; en qué he ofendido a otros; cuando dije algo que no debía? Recientemente, en un tiempo de oración, el Señor me dio los nombres de cuatro personas a las cuales tenía que pedir disculpas. Necesitaba enviarle a una persona una ofrenda de quinientos dólares que lo había pensado pero nunca los había enviado. Esté dispuesto a ser ajustado por la verdad de la palabra de Dios. Nunca podrá guiar a otros exitosamente si Ud. mismo no está caminando en la luz de toda Su palabra. A Josué se le dijo que debería observar toda la ley. La obediencia será su garantía de que Ud. tendrá éxito cómo líder. Permanezca enseñable y sea rápido para juzgarse para que el trabajo que Dios lo ha llamado a hacer avance sin ningún obstáculo. Fortaleza + Valor + Obediencia = Exito Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. (Josué 1:7-8) Josué necesitaba las tres características para convertirse en el líder que Dios quería que fuera. hubo muchas batallas que lo estaban esperando, y su éxito o fracaso (y el éxito o fracaso de Israel) dependía de estas tres cosas. Como líder él tenía que motivar, inspirar, desafiar, animar, entrenar y equipar a los hijos de Israel para que fueran e hicieran todo lo que Dios quería. Ud. también recuerde estos esenciales para el éxito. Medite en estas Escrituras: Jehová es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación. Este es mi Dios y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré. (Exo. 15:2) Guardad, pues, todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que seáis fortalecidos, y entréis y poseáis la tierra a la cual pasáis para tomarla. (Deu. 11:8) Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará. (Deu. 31:6) Y Josué les dijo: No temáis, ni os atemoricéis; sed fuertes y valientes, porque así hará Jehová a todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis. (Jos. 10:25) Esforzaos, pues, mucho en guardar y hacer lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, sin apartaros de ello ni a diestra ni a siniestra. (Jos. 23:6) Dios es el que me ciñe de fuerza, y quien despeja mi camino. (2 Sam. 22:33) Buscad a Jehová y a Su poder; buscad Su rostro continuamente. (1 Cró. 16:11) Alabanza y magnificencia delante de El; poder y alegría en Su morada. (1 Cró. 16:27) Entonces serás prosperado, si cuidares de poner por obra los estatutos y decretos que Jehová mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes. (1 Cró. 22:13) Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos. (1 Cró. 29:12) Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en El confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. (Sal. 18:2) Dios es el que me ciñe de poder, y quien hace perfecto mi camino. (Sal. 18:32) Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? (Sal. 27:1) Aguardad a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová. (Sal. 27:14) Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz. (Sal. 29:11) Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón. (Sal. 31:24) Tu Dios ha ordenado tu fuerza; Confirma, oh Dios, lo que has hecho para nosotros. (Sal. 68:28) Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos. (Sal. 84:5) El camino de Jehová es fortaleza al perfecto; pero es destrucción a los que hacen maldad. (Prov. 10:29) Si estáis dispuestos y obedecéis, comeréis el bien de la tierra. (Isa. 1:19) El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. (Isa. 40:29) Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. (Isa. 40:31) No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré, con la diestra de mi justicia. (Isa. 41:10) ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? (Rom. 6:16) Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad... (2 Cor. 12:9) Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de Su fortaleza. (Efe. 6:10) ** Por Favor recuerde que estas son solo unas cuantas de las tantas escrituras que se pueden encontrar acerca de estas tres áreas. PARTE CUATRO: CLAVES PRACTICAS DE LIDERAZGO NO PERSIGA EL TALENTO Si Ud. va a ser un líder con éxito, Ud. no debe de escoger a la gente que trabaja con Ud. basado en su talento. Si está persiguiendo el talento, se va a decepcionar. El talento no hace a alguien la persona correcta para el trabajo. Mejor, Ud. necesita continuar apegado a Dios, dependiendo de El para que atraiga la gente correcta a Ud. Ud. tiene que escoger de aquellos que se acercan basados en la visión celestial. Esos son los únicos que querrá conectar. La razón es simple: ellos serán fieles y leales porque sus motivos serán puros. Lo mismo es verdad tanto en el mundo de los negocios como en el de los deportes. Yo estuve envuelto en atletismo y entrenando por varios años. Y aprendí mucho acerca del juego en equipo como atleta y después como entrenador. Aprendí que no da resultado el perseguir talento. Al principio de mi carrera como entrenador hacía eso. Buscaba al mejor talento; Los consentía y trataba de mantenerlos contentos. Cuando entrenaba basquetbol, trabajé con jóvenes que avanzaron a jugar en la universidad y profesionalmente. A pesar de todo, encontré que no da resultado perseguir a los que tienen talento; se convierten en prima donnas. Se les infla el ego, se enorgullecen exageradamente y tratan de controlar todo. Encontré que la mejor cosa era escoger de ocho a diez jóvenes que querían ganar en serio, y entonces moldearlos en un equipo. Trabajaríamos juntos, y haríamos el trabajo como un equipo. Trabaja; lo he visto. El primer año terminamos 0 a 18 en el área de Cleveland. Después de cuatro años terminamos 23 a 1. Jugamos por el campeonato de la ciudad usando estos mismos principios. Lo mismo es verdad en cualquier campo. El talento no trae el éxito. Debe de tener gente con el mismo corazón y la misma visión. Esa es la única manera que Ud. va a tener éxito. COMUNICACIÓN Líderes, organicen una manera para comunicarse entre Uds. y su personal principal. El personal, ya sea pagado o voluntario, debe de sentir que se pueden comunicar con Ud. Su actitud será el factor determinante, y la gente lo verá fácilmente. Por ejemplo, tome el lado negativo, si Ud. siempre está perdiendo el control, es cortante con la gente y no les permite a otros expresar sus opiniones, su gente no se sentirá cómoda en venir a Ud. Debe recordar siempre que aunque Ud. pueda ser el capitán del barco, éste no le pertenece a Ud. El ministerio que está guiando le pertenece a Dios. No permita ser llevado por pensamientos de grandeza e importancia. Esa actitud esencialmente detendrá toda comunicación con el personal. Comunicación es la clave si va a tener éxito en implementar el plan que Dios le ha dado. Confíe en la gente que ha puesto en las posiciones de liderazgo; ellos también pueden oír de Dios. Si Ud. quiere que la gente florezca, ellos deben de saber que tienen un lugar en el cual pueden compartir sus opiniones e ideas. EXPRESE APRECIO Como líder Ud. necesita mostrar aprecio por su gente. Recientemente leí un reporte que decía que más gente regresaría a la iglesia si se sintieran amadas (no por la predicación, el edificio o el estacionamiento). Si Ud. dirige un ministerio, asegúrese de que es uno que muestra amor y aprecio, y eso debe de comenzar desde arriba. Si Ud. como líder no muestra amor y aprecio, ¿adivine qué? Los otros no lo harán tampoco. Aprecio debe de ser mostrado a aquéllos que trabajan con Ud. Déjele saber a su personal y voluntarios que Ud. está verdaderamente agradecido por el trabajo que ellos hacen. Póngale valor al tiempo y el talento de ellos. Esa es parte de animarlos y motivarlos a que hagan lo que Dios tiene para sus vidas. Puede que haya aquéllos que solo necesitan esa palabra extra para florecer y crecer. Ud. es responsable como el líder. Nunca olvide que tan importante es esto. Como un líder, la gente lo va a estar viendo (de adentro del ministerio y de afuera). Siempre déles una razón para regresar; nunca les de una razón para que se vayan. Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. (Juan 13:34-35) PROTEJA SU LLAMADO Como un líder Ud. no se puede abrir a todos. Va a haber aquellos que tienen diferentes motivos para querer acercarse a Ud. Aun así, no puede alejarse de todos. Recuerde lo que ya he dicho acerca de escoger a aquellos que les da responsabilidades. Presente la visión celestial, y los que se apeguen son con los que Ud. debe pasar tiempo. Aun así, ni siquiera a ese grupo se va a abrir completamente. Piense en Jesús; había los setenta, los doce, los tres, y después el uno. En cuanto a mí, ha habido unas cuantas personas con las que me he vuelto muy cercano. Ellas han estado muy envueltas en el ministerio, y me he podido abrir un 97% o 98% a ellos. Me puedo abrir 99% a mi esposa, pero aún hay cosas que uno no le dice ni a la esposa. ¿Correcto? Cosas que solo Dios sabe. Hay unos miembros del personal que conozco que en un ambiente informal se vuelven carnales; yo no puedo compartir todo con ellos. El problema viene cuando la gente no tiene la capacidad de verlo en papeles diferentes. Estoy hablando de ministerio y la familia o diversión. Tengo que tener cuidado de no abrirme a ellos. Algunos de aquéllos que trabajan con Ud. simplemente no lo van a poder ver descansando con su familia o divertiéndose porque ellos tienden a ser carnales. Así que, Ud. debe de conocer bien a su personal para poder saber exactamente que tanto se puede abrir a ellos. No lo digo en el sentido incorrecto, o sea juzgándolos. Todos son diferentes; todos nosotros estamos operando en diferentes niveles. Ud. verá gente florecer y crecer en un período de tiempo y eso cambiará. Debe de ser lo suficientemente listo para saber cuanto compartir con ellos y cuando. Algunos simplemente no van a soportar como se pone los pantalones, o como se cepilla los dientes, o la manera en que se comporta. Proteja su llamado. Escoja sus confidentes con cuidado. Siempre podrá decirle a alguien cualquier cosa, pero nunca podrá borrar una confidencia que ya ha sido compartida. MANEJANDO CAMBIOS DE PERSONAL Todo ministerio pasará por cambios, eso es algo que todos sabemos. Sin embargo, su éxito como líder será afectado por la manera en que los maneje. Siempre recuerde que Ud. nunca tiene el derecho de tratar de controlar las acciones o decisiones de un miembro del personal. Es incorrecto el tratar de hacerlo aun cuando esté motivado por las mejores intenciones. El siguiente ejemplo podría ayudarle cuando venga el tiempo de un cambio: Su Coopastor viene a Ud. y le dice: Creo que Dios me está hablando acerca de un cambio. Creo que me está llamando a ir ser el Pastor de una iglesia. Su primer pensamiento: No lo puedo perder. Ud. probablemente no le diría eso, pero podría decir: Yo no creo que esto es Dios. No siento ningún testimonio acerca de esto. Dios no me dijo nada al respecto. Ciertamente Dios me hubiera dicho. Ud. no tiene el derecho de tratar de controlar sus acciones o decisiones. De hecho, Ud. no tiene el derecho de controlar a nadie. Si Dios le está diciendo que se cambie y se mueva entonces Ud. debería decir: Bendito sea Dios, hermano. Estoy creyendo contigo. Dime lo que es, y te ayudaremos financieramente en lo que podamos. Estamos en esto juntos. Cuando esa persona se vaya, Ud. tendrá una unidad y una relación que durará por toda la eternidad. El estará presumiendo de Ud., diciéndole a todos los que oigan, que él ha trabajado con Ud. en el ministerio. ¿No es este un mejor final que romper una relación porque Ud. no se salió con la suya o por alejar a alguien de hacer la voluntad de Dios porque no quiere perderlo? Creería que sí. Ud. se sorprendería al saber cuantos líderes no toman este enfoque cuando se trata de cambios. Conozco ministro tras ministro que se ofenden cuando un diácono, anciano o alguien importante del personal les dicen que quieren moverse. El resultado son contiendas. El líder se rehúsa a trabajar con el que desea partir, y la relación llega a su final. Una vez más, un líder no tiene el derecho de controlar a nadie. Como líder yo quiero el plan perfecto de Dios para todos aquéllos que están trabajando conmigo. Recuerde la definición de lo que es un líder: Un líder es uno que motiva, inspira, desafía, anima, entrena y equipa a su gente a cumplir el plan perfecto de Dios para sus vidas (no el plan del líder para sus vidas). Si Dios quiere un miembro clave de mi personal en China, yo lo quiero en China. El querer controlar a la gente es de las emociones y la carne. Para empezar, Dios fue el que trajo a esa persona, ¿no creé Ud. que es capaz de traer a alguien más para que tome su lugar? Esto nos lleva a otro aspecto de un cambio. Siempre les digo a los líderes claves que no deberían planear en partir a menos que ya hayan hecho un discípulo. Si ya han levantado un discípulo y Dios les dice que se vayan, estamos con ellos. Bueno, también Ud. preguntará que hacer cuando Ud. sabe en su corazón que alguien está cometiendo un error. A menos que se lo pidan, no diga ni una palabra. Si ellos vienen a Ud. con sus planes y le piden su opinión, entonces siéntase libre para compartir lo que Ud. piensa. Ud. no puede ayudar a nadie a menos que se abran y quieran ayuda. Yo nunca he visto a nadie seguir el consejo de alguien que les ha dicho: ¡Te estás equivocando! Solamente he visto que termina en contienda. Anime a la gente si ya están listas para irse, pero es mejor no decir nada si cree que se están equivocando (a menos que pregunten). Déjeme presentarle otra escena: Tal vez Ud. es el Copastor y siente que tiene que cambiarse. Deja la iglesia y más tarde se da cuenta que ha cometido un error. Tengo un amigo mío que le sucedió esto. Después de seis meses, él llamó al Pastor y le dijo: Hola, no me está yendo bien. Creo que no estaba siguiendo a Dios. ¿Puedo regresar? El Pastor lo volvió a recibir gratamente; y ahora está de nuevo en la misma posición que dejo. ¿Qué habría pasado si él hubiera dejado la iglesia con contienda? Si Ud. cierra la puerta con contiendas, no será capaz de abrirlas de nuevo. Líderes de ministerio, si realmente aman a aquellos que trabajan con Ud., los dejará que se vayan y los ayudará en el camino. Cuando alguien se vaya, mantenga la puerta abierta; si se da cuenta que se ha equivocado, habrá una manera para que regrese. ¿Por qué haría esto? Por que tiene más interés en la voluntad de Dios para su vida que en tener control sobre él. ¿Cuál sería el costo si se da cuenta de su error? El habría luchado, pero Ud. ya habría puesto el camino para que él sea restaurado en vez de que se pierda. Ame a la gente que Dios le ha dado. Continúe recordándose quien es Ud. como líder y cual es su función. Si Ud. hace eso, pasará la prueba cuando surja una situación dura. Una vez en nuestro propio ministerio, varios miembros de nuestro personal estaban recibiendo cambio, cambio en oración. Cambio; cambio; cambio; cambio. Todos estaban recibiendo la misma cosa. Uno de los miembros del personal vino a mí en medio de todo esto y me dijo: Dios me ha llamado a un cambio, Russ. Creo que voy a tener que dejar este ministerio. Creo que voy a tener que irme y trabajar solo. Dios está diciendo cambio. Le respondí: Está bien. Ora al respecto. Si eso es lo que Dios quiere, es lo que yo quiero. Todo el equipo del ministerio estaba recibiendo: cambio. No solo era este hombre. El pensaba que él era el único. Yo quería la voluntad perfecta de Dios en esta situación. Y si El lo quería allá haciendo lo suyo propio, también yo lo quería. Los dos tomamos tiempo para orar al respecto; y en el período del siguiente mes todo empezó a desplegarse. Dios le había mostrado que se cambiara más allá en Africa del Oeste; el Señor me dio testimonio de lo mismo en mi corazón. El Espíritu de Dios en varias situaciones diferentes, dando testimonio en nuestros espíritus. Ambos llegamos a la conclusión que debería de transferirse en vez de dejar el ministerio; de hecho, él todavía está trabajando con nosotros hoy en día. ¡Tenga cuidado! La contienda y la pérdida de relaciones son precios muy altos que pagar. Yo tengo una opción cada vez que un miembro del personal se me acerca en cuanto un posible cambio. Puedo levantar una bandera roja, diciéndoles que no creo que sea de Dios, o puedo buscar la voluntad de Dios en cada situación en particular. Hay tiempos y temporadas en los dones y llamamientos de Dios. El ordenará que Ud. trabaje con ciertas personas en ciertas temporadas. Si Ud. trata de controlar a aquéllos que trabajan con Ud., causará un corto circuito en el plan de Dios para Ud. y para los miembros de su personal. Siempre debe de recordar que cualquiera que trabaje con Ud. es responsable ante Dios por las decisiones que ellos toman, no Ud. Es Dios el que los guía; El es el que les habla. Ahora, si tienen suficiente amor y respecto para Ud. y hay una relación sólida, vendrán a Ud. y le pedirán su consejo antes de hacer el cambio. Si no lo hacen, no les de su opinión. Si no tienen la suficiente confianza, madurez y relación con Ud., no les de su opinión (aunque Ud. sepa algo). No es su lugar. No se intimide por miembros del personal que quieren moverse o hacer cambios. Recuerde, como líder, Ud. ha estado motivando, inspirando, desafiando, animando, entrenando y equipando a aquéllos que trabajan con Ud. para que cumplan la perfecta voluntad de Dios para sus vidas. Los ha estado preparando para hacer lo que Dios tiene para ellos. Muéstreles su apoyo, y si tiene dudas serias, no hay nada de malo con pedirles que oren al respecto un poco más. Los hijos de Dios son guiados por el Espíritu de Dios (Romanos 8:14). Confíe en el Espíritu Santo y entonces ore que ellos oirán la voz del Señor claramente. NO MINISTRE DE SUS HERIDAS No abuse su posición y autoridad como líder usando el púlpito para hablar de lo que le está doliendo. Hay muchos predicadores que caen en la trampa de ministrar de sus heridas. Han sido heridos por alguien o algo, y uno puede definitivamente decir cuando están hablando de la persona o la situación. Es como si tuvieran una espina debajo de su montura. Cuando un caballo tiene una espina debajo de la silla de montar, nunca se va a estar quieto. Lo mismo será verdad con Ud.; nunca podrá estar quieto y hacer su trabajo. Ministrar de sus heridas hará que la gente se aleje de Ud. y del ministerio en vez de atraerlos más. Recuerde que Ud. debe de acercar a todo hombre a Cristo. Eso simplemente no sucederá si Ud. habla de sus heridas y de como le hicieron mal. Tome 1 Corintios 13:5 a pecho. Nos dice que el amor no se ofende. Se levantarán problemas y situaciones en su vida y el ministerio, pero Ud. debe de decidir desde ahora que no se va a ofender. Estará mejor si simplemente permanece alejado de esas cosas. Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe de ser así. ¿Puede acaso brotar de una misma fuente agua dulce y agua salada? Hermanos míos, ¿acaso puede dar aceitunas una higuera o higos una vid? Pues tampoco una fuente de agua salada puede dar agua dulce. ¿Quién es sabio y entendido entre uds.? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da la sabiduría. Pero si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades en el corazón, dejen de presumir y de faltar a la verdad. Esa no es la sabiduría que desciende del cielo sino que es terrenal, puramente humana y diabólica. Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas. En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz. (Santiago 3:9-18 NVI) Su lengua puede destruir el ministerio que Dios le ha dado si lo permite. La vida y la muerte están en el poder de la lengua. Ud. debe de decidirse. El amor no hablará en contra de nadie o abusará su posición de autoridad. Decida usar su posición para ministrar el amor de Dios, especialmente a aquéllos que lo han herido. Le advertiré específicamente acerca de juzgar o criticar a otros ministros desde el púlpito. Ni siquiera lo mencione vagamente. Quédese con sus comentarios (especialmente si ha sido herido por otro ministro). Inclusive Ud. podrá estar en lo correcto, pero no está bien si lo que está diciendo no está motivado por amor. No es de Dios si no está motivado por amor. Si Ud. ha sido herido, métase en su recámara con Dios y resuélvalo y entonces déjelo en paz. PARTE CINCO: APOYANDO A SU LIDER EL PAPEL DEL SEGUNDO HOMBRE por David Orr Primero, y antes que nada, cada Segundo Hombre debe de estar conectado con la visión celestial. En otras palabras, nunca debe de estar conectado a la visión particular de un hombre si Ud. está en un papel de ministerio de apoyo. Asegúrese de que está siguiendo una visión del cielo, una que ha sido dada por Dios. Segundo, debe de saber su lugar en cumplir la visión. Si Ud. ha sido colocado junto al líder para ayudarlo, su trabajo es ser un apoyo (levantar sus manos). El segundo hombre debe de ayudar al líder a lograr lo que Dios le a puesto delante. Qué honor y privilegio. Ud. no se debería sentir inferior o intimidado por el lugar secundario que ocupa. El Clamor del Segundo Hombre Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado; pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros. (Filipenses 2:19-20) ¡Qué elogio le da Pablo a Timoteo! Su oración como un segundo hombre debería de ser de que el hombre o mujer que Ud. ayude escriba esta misma cosa acerca de Ud. Ese debería de ser el clamor de su corazón porque estará complaciendo al Señor cuando haga lo que El le ha pedido (lo cual en este caso sería levantar las manos de otro). No obstante, si no está complaciendo al que Ud. está ayudando, solo se está engañando así mismo si piensa que está complaciendo al Señor. La persona cuyas manos Ud. debe de estar levantando debería de poder decir a la gente que no tiene a nadie más como Ud.; o como dice una traducción: No tengo a nadie más con un espíritu afín. Con mi comisión para apoyar también viene una gran responsabilidad. Como segundo hombre ya no puede pensar que lo que hace solo le afecta a Ud. El líder no puede hacerlo por sí mismo, y Dios lo ha colocado justo donde está por una razón. ¡Nunca lo olvide! Como segundo hombre me he fijado en mi líder. He hecho que mi trabajo sea saber como fluye él, como trabaja. Sus intereses son mis intereses, pues, ¿de qué otra manera podré ser afín a su espíritu? Es mi trabajo, y no debo nunca de olvidar eso. Sea Fiel Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias. (1 Corintios 4:17) Pablo confiaba en Timoteo. El lo podía enviar a hacer las cosas que él no podía hacer. Pablo podía confiar en Timoteo para hacer el trabajo. Ud. puede tener el mismo parecer que su líder, pero no es suficiente. Ud. debe de ser fiel. Mi definición de fidelidad es simple: Es el esfuerzo que uno pone para lograr lo que Dios ha dado a hacer en el momento presente. Para poder tener éxito como segundo hombre Ud. debe de probarse fiel. Si fidelidad es el esfuerzo que yo pongo para lograr lo que Dios me ha dado que haga en el momento presente, entonces no debemos permitirnos hacer las cosas mecanicamente. Cuando hace las cosas mecanicamente, Ud. no está siendo fiel, no importa cuanto trate de convencerse a sí mismo de lo contrario. Segundo, Ud. no puede medir su fidelidad basado en lo que hizo el año pasado. Es el presente el que cuenta. ¿Qué está haciendo hoy? ¿y cómo está haciendo su trabajo? Debemos de servir al Señor con todo nuestro corazón; recuerde que no puede ser fiel a menos que así lo haga. La fidelidad tampoco está basada en cual es su llamado. Su esfuerzo en lograr ese llamado es el factor determinante. Si su corazón no está conectado, no importa cual sea el llamado o el trabajo, Ud. no está siendo fiel. Puede venir a la iglesia, abrir la puerta a tiempo, saludar a la gente y todavía no tener su corazón envuelto. Yo he estado antes en grupos de diáconos que se salían al estacionamiento cuando la predicación comenzaba. Lo mismo se aplica al ministro. Es posible salir de su oficina y solo hablar. Ni hacer el trabajo ni tener un llamado de Dios sobre su vida lo hace fiel. Solo hágalo Mi filosofía en la vida es muy simple. Encuentre lo que Dios quiere que haga y entonces simplemente hágalo. Si Ud. hace con todo su corazón lo que El le ha dado, Ud. caminará en paz con Dios. Es muy simple. Cuando sea fiel en hacer lo que El le ha dado, Ud. caminará en la provisión de Dios. Tendrá el gozo del Señor, y será su fortaleza. No espere por el tiempo o el lugar correcto. Si el Señor le ha dado algo que hacer para El, solo hágalo. Tome un paso a la vez; solo debe de preocuparse con lo que le ha dado en el presente. Ayudando a Llevar a Cabo la Comisión Ya dije que como segundo hombre es mi trabajo ayudar al primer hombre llevar a cabo la comisión que Dios le ha dado a él. Cuando Ud. levanta las manos de su líder, está ayudando a llevar a cabo la comisión, pero la manera en la cual levante sus manos también afectará como logra esa comisión. Su grado de éxito dependerá en que tan bien está haciendo Ud. su trabajo. Si está arrastrando sus pies, afectará las vidas de muchas personas (no nada más la suya). El Ministerio Diario Veamos el libro de Exodo capítulo diecisiete. Este capítulo es un resumen del ministerio diario. El verso uno nos dice que la gente no tenía agua que tomar. Esa era la situación. Los líderes se enfrentan a situaciones en la vida, y esta es una de las que Moisés tuvo que enfrentar, La respuesta de la gente al problema inmediato fue quejarse y murmurar en contra de Moisés (v. 2-3). Los líderes también tendrán que enfrentar las respuestas negativas de la gente. Aun así, todo líder todavía tiene una decisión que tomar en cuanto a como va a manejar la situación presente. Moisés hizo una cosa buena: Clamó al Señor. Líderes, ¡esto es lo que debemos hacer! Debemos clamar a Dios. No trate de resolverlo con su cabeza. Se confundirá (así como la gente que solo vio la situación inmediata). Tampoco se pregunte como la manejo la última vez (Moisés cometió ese error más tarde, y lo mantuvo fuera de la Tierra Prometida). Moisés clamó, y el Señor fue fiel en darle la respuesta. Cuando Ud. clame a Dios, El le responderá. El Señor siempre le dará direcciones a sus líderes. ¿Qué pensaría si el general de un ejército no le da respuestas a su liderazgo cuando vienen a él con sus problemas? ¡Nuestro general siempre responde! ¡Moisés obedeció! Tal como dije antes: Mi filosofía es muy sencilla. Moisés encontró lo que Dios quería que hiciera, y lo hizo. Líderes, no sean culpables de oír de Dios y después no seguir sus direcciones. Ud. podrá creer que ya que Moisés siguió la dirección del Señor para obtener agua entonces de ahí en adelante todo fue color rosa; ¿correcto? ¡No! Una vez más, el capítulo diecisiete es un resumen del ministerio diario. Ud. no se puede sentar a descansar y gozar su éxito. Recuerde que ya he dicho que la fidelidad no descansa en lo que hizo el año pasado, ni tampoco el éxito. Habrá obstáculos en el camino. Después de que Moisés recibió la respuesta de Dios y obedeció, el problema fue resuelto. Aun así, el próximo verso en el capítulo diecisiete nos dice que enseguida surgió otro problema: Entonces vino Amalec Y peleó contra Israel en Refidím. (v. 8). ¡Se presentó el enemigo! Aun cuando Ud. esté en medio de la voluntad de Dios, haciendo lo que Dios le dijo que hiciera, todavía va a haber obstáculos. Los enemigos todavía van a venir. Muchos líderes hubieran renunciado si hubieran estado en la posición de Moisés. Casi los puede oír diciendo: No puedo hacer esto. Hice lo que Dios dijo, y todavía hay problemas. Los bebés Cristianos seguido caen en la trampa de pensar que una vez que creen en Jesús, nunca tendrán otro problema. Así no es esto, y Ud. lo sabe. Así que, líderes, sólo porque hay situaciones, problemas y obstáculos en su camino, ¡no eche las cosas a perder! Continúe haciendo las cosas que el Señor le dijo que hiciera. Una vez más, Moisés tuvo que tomar algunas decisiones. La gente lo estaba mirando para que los guiara. El era el que tenía que dar dirección a la gente. Como líder, debe siempre acordarse de que Ud. es responsable por la gente. Van a esperar que Ud. los guíe en las situaciones difíciles. En el verso nueve Moisés le dice a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano. Vivimos en Liberia por tres años. Al principio de 1990, comenzó una guerra civil que devastó la nación. El Señor nos dijo que nos quedáramos a pesar de que la embajada de los EUA había dicho a todos que se fueran. El Señor nos dijo que nos quedáramos hasta la graduación. Nos quedamos cuando se nos dijo. Hicimos lo que el Espíritu Santo dijo. Cada uno de nosotros oramos independientemente. El hno. Russ nos dijo: Uds. hagan lo que Dios les dice que hagan. El me está diciendo que me quede, pero uds. deben de hacer lo que El les dice que hagan. Todos oramos al respecto y tuvimos paz en quedarnos. Tuvimos la graduación y salimos, cuando se nos dijo. Hubo unas pocas complicaciones, pero obedecimos a Dios y regresamos a los EU. Russ Tatro era el líder del ministerio. La presión estaba en él. Cada uno de nosotros que estábamos trabajando con él esperábamos en él para guianza. Los que sean segundo hombre óiganme bien, luché con eso por todo un mes. Estaba orando: ¿Señor, que voy a hacer? ¿Cómo voy a regresar? Entonces me di cuenta que sólo tenía que regresar a lo que Dios me había dicho originalmente: levantarle las manos a Russ. Tal como los hijos de Israel esperaban en Moisés para dirección, nuestro equipo entero esperaba en el hno. Russ, esperando que él oyera de Dios (El hno. Russ tenía una buena trayectoria, y es por eso que podíamos seguirlo). Teníamos confianza en que nuestro líder podía oír de Dios. Dios le dio al hno. Russ la responsabilidad de dirigir el trabajo en Africa del Oeste. Mi trabajo era el de venir al lado de él. Aun después de que salimos de Monrovia, Liberia, a salvo, aún había preguntas que contestarse. No pudimos regresar allá debido a la guerra; a nadie se le estaba permitido entrar al país. Así que, una vez más comenzamos a esperar en el hno. Russ para dirección. En el 1ro de agosto de 1990, el Señor le hablo al hno. Russ, diciéndole: Freetown, Sierra Leona. ¿Adivine a dónde nos cambiamos como familia? Ni siquiera oré al respecto esa vez. Eso les sorprenderá a algunos de Uds., pero es verdad. Dios nunca me dijo que fuera a Africa; El me dijo que le levantara las manos al hno. Russ. No se necesita un genio para darse cuenta que yo no podía hacer eso desde los EUA. El hno. Russ se fue en agosto, y yo le seguí con mi familia en septiembre. Josué ocupaba el mismo tipo de posición que yo. El era un segundo hombre para Moisés. ¿Acaso ve a Josué ir a orar para ver si sí va a pelear contra Amalec o no? La escritura nos dice la respuesta de Josué: E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec... Clara y simplemente, Josué obedeció. Moisés había hecho su parte en obtener el plan de Dios, y Josué cumplió la suya al ir y pelear. Otros dos segundo hombres también fueron usados en la batalla contra Amalec, y mucho puede ser aprendido de su experiencia. El final del verso diez dice: Y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado. Moisés no fue solo; él necesitaba ayuda para poder llevar a cabo el trabajo. Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada. (Exodo 17:11-13) Las manos de Moisés se empezaron a cansar; no podía hacer lo que Dios le había dicho. Las manos de los líderes se cansan. Aarón y Hur le dieron a Moisés una piedra para sentarse, y entonces sostuvieron sus manos para que el ejército de Israel prevaleciera en su batalla contra Amalec. ¿Por qué estaban, inclusive, en el collado con Moisés? ¿Ud. piensa que votaron al respecto o que tuvieron una reunión de ideas? No, no pienso que lo hayan hecho. Su lugar era el de ayudar a Moisés. Lo siguieron y levantaron sus manos cuando se cansaron. Cuando ellos levantaron sus manos, la visión se había llevado a cabo; la victoria vino. Se podrá preguntar por qué Moisés no le dio la vara de Dios a uno de ellos para que la sostuviera hasta que el recuperara sus fuerzas. Moisés era el líder; Aarón y Hur eran su apoyo. De hecho, yo creo que ellos le levantaron las manos en la manera que él las quería levantadas. Inclusive creo que él pidió la piedra: Traigan esa piedra y levanten mis manos. Dejen sentarme y descansar un rato. El era el líder. El era lo suficientemente listo para ver lo que sí estaba y lo que no estaba trabajando. Tengo esto en mi corazón. Creo firmemente que fue Moisés el que dio las direcciones en la cumbre del collado. Así que, segundo hombre, permite que tu líder te dirija. Aarón y Hur pudieron haber dicho: Un momento. Yo no quiero traerle una piedra. Sólo siéntate en el piso, Moisés. Traigamos un lazo, lo lanzamos sobre la rama de ese árbol y lo jalamos; así tus manos serán levantadas, y será más fácil. Si hubieran hecho eso, las manos de Moisés se hubieran levantado, ¿correcto? Se hubieran levantado, pero no en la manera que Moisés quería. Seria capaz de hasta decir que no hubieran tenido los mismos resultados tampoco. El Hno. Russ tiene manos que necesitan ser levantadas también. Como todo líder, le gusta que se las levanten en cierta manera. Y, ¿Sabe qué? Es mi responsabilidad fluir con él. No tengo el derecho de decirle como creo que debería de hacerse. El, al contrario, tiene el derecho de decirme exactamente como ayudarlo. El es responsable por hacer lo que Dios le dijo que hiciera; y yo soy responsable por seguir su dirección porque, de nuevo, el Señor me dijo que yo debería de levantarle las manos al hno. Russ. Ud. pensará que es tonto, pero, lo que él dice, así se hace. Si a él le gusta rojo, a mí me gusta rojo. Aunque me guste el color azul, podría afectar el levantarle sus manos; así que va a ser rojo. Tampoco va a haber ningún pleito en cuanto eso. Si Ud. está en la posición secundaria y no puede manejarlo así, eventualmente va a tener que cambiar o renunciar. El ver las manos del hno. Russ, me recuerda lo que Dios me dijo que hiciera. Así como el Señor le mostró a Abraham las estrellas para recordarle su promesa, yo tengo las manos del hno. Russ para recordarme mi llamado en la vida. Dios me dio algo para ver. Lo he hecho cientos, si no, miles de veces. Encuentre algo que le recuerde su llamado. Nunca se le olvide recordar en donde lo ha puesto Dios. ¿Quién es el Capitán del Barco? El líder debe de ser el capitán del barco. El Hno. Russ es el capitán del ministerio Living Word Missions. ¿De quién es barco? Recuerde que es del Señor. Cuando Dios dijo: Levántale las manos al Hno. Russ, yo supe en ese instante que yo no era el capitán. El capitán tiene el derecho y privilegio de conducir el barco como él crea conveniente. Si quiere navegar cerca de aquel banco, bien. Si quiere regresar al centro, bien. Es su derecho me gusten o no sus decisiones. Podré no estar de acuerdo, pero eso no importa. Hablamos y tenemos consejería juntos; somos amigos. Sin embargo, después de haber hablado y orado, la decisión final es de él; y yo no hago pucheros por un mes si él decide hacer algo que no va con mi opinión. Yo fluyo con sus necesidades, lo que le gusta y lo que no le gusta. Una vez, usé una camisa elegante en la escuela bíblica. Me gustaba, de hecho, todavía me gusta; pero la regalé. ¿Por qué? Porque no le gustó al hno. Russ, y me dio una indirecta. El no sentía que era apropiada para la escuela bíblica. Nunca la usé de nuevo. Era algo pequeño pero si eso es lo que se necesita para fluir con él, lo hago. El Segundo Hombre También Necesita Ayuda Así como he levantado las manos del hno. Russ, el Señor me ha bendecido con gente que levanten las mías. El Señor puso a dos hombres en mi vida en Africa del Oeste que levantaron mis manos. Dios les habló a ellos, muy parecido a como Dios me hablo a mí acerca de Russ. Ellos debían de ser mi Aarón y mi Hur. Dos semanas antes de vinieran a mí, el Señor me había dado un mapa de mis responsabilidades. Había puesto los nombres de estas dos personas en el diagrama sin saber la razón por qué. Puse el diagrama a un lado, y dos semanas más tarde fue revelado. Uno levantó mi mano administrativa (el papeleo) mientras que el otro levantó mi mano de operaciones (el trabajo sucio). Dios me dio la sabiduría para dividir las áreas de responsabilidad; el Señor habló a los dos hombres, y ellos vinieron. El hombre administrativo levantó mi mano. No obstante, por alguna razón, el hombre de operaciones no. Eso no lo hace una mala persona, pero me gustaría usar lo que pasó como ejemplo. Al no hacer su trabajo, él afectó a la gente debajo de él. Teníamos cientos de voluntarios que hacían todo desde arreglar hasta limpiar, y todavía más. Este hombre los supervisaba, pero solo lo hacía mecanicamente. Confío que ninguno de Uds. lo hacen así, pero si sí, paren de hacerlo. Su corazón no estaba en su trabajo. Se había sentado en su interior. Al espectador casual le hubiera parecido que todo estaba bien, pero no estaba haciendo las cosas como yo las necesitaba que se hicieran. Cada persona tiene su propia personalidad. Yo trato de imitar la del hno. Russ, y yo necesito que haga lo mismo conmigo. En una ocasión teníamos cientos de bosquejos que necesitaban ser enviados de Freetown a Monrovia, Liberia. El centro de entrenamiento bíblico dependía de nosotros en Freetown para proveer sus bosquejos para enseñar. Después de que los bosquejos habían sido mimeografiados, perforados y engrapados, necesitábamos mandarlos en cierta aerolínea en un día específico. Este caballero que me ayudaba en las operaciones estaba a cargo. Yo quería indagar acerca del progreso del envío, hice preguntas acerca de la cantidad, los títulos, el vuelo, etc. Después de todos los meses de preparación, nuestro Director en Liberia se comunicó por radio para decir que le faltaban varios bosquejos de varios títulos diferentes. ¿Que sucedió? El falló en levantarme mis manos en la manera que yo lo necesitaba. Es verdad que todos cometemos errores, pero este era un problema continuo. Este joven no era malo, pero llegó al punto de que ya no era el hombre correcto para el trabajo. El estaba bajando mis manos y eso estaba haciendo que yo no pudiera levantar las manos del Hno. Russ como debería. Yo creo que estar allí, ayudándome, había sido el plan y el propósito de Dios para él. Aun así, si él no pudo o no quiso fluir conmigo, tuve que ascenderlo a su propio barco. Después el Señor proveyó otro hombre para tomar su lugar. La nueva persona encajó perfectamente en la posición e hizo un trabajo fantástico. Si se le da el trabajo de levantarle las manos de alguien, Ud. necesita estar siguiendo las instrucciones y deseos del líder. Ud. no puede hacer las cosas a su manera y con sus reglas y esperar estar en ese trabajo por mucho tiempo. Unas Cuantas Palabras Finales Como segundo hombre, su capitán le podrá dar varias cabinas. Entonces Ud. tiene la opción y la responsabilidad de tomar decisiones concernientes a esas cabinas. Puede hacer lo que quiera a menos que él venga y le comunique sus deseos acerca de una área en particular. En cuanto a mí, el Hno. Russ me da mucha libertad. El me ha delegado varias cosas y me permite hacer lo que yo quiera. Sin embargo, debo recordar que él puede venir y pedir que algo se haga en otra manera si él lo desea (puesto que él es el capitán). Mi actitud hacia el Hno. Russ es una de respeto no de señorío o adoración. El está haciendo lo que Dios le ha llamado a hacer, y yo tengo el privilegio de poder ayudarlo a llevar a cabo ese llamado. Siempre debo preguntarme como mis acciones afectan sus manos. Mi comisión del Señor fue levantar sus manos. Además, si la gente que está más cerca de mí no está haciendo su trabajo, eventualmente afectará la visión. Un segundo hombre debe mantener la actitud del corazón correcta. Debe de haber una conección del corazón a la visión; si no la hay, Ud. no será efectivo. Si no se puede conectar, consiga su propio barco que conducir. Alguien podrá decir que no es muy importante. Pero debe de entender que no estamos hablando de General Motors o de IBM. No estamos tratando con automóviles o computadoras; están en juego las vidas de personas que sufren. El Segundo hombre debe tomar su llamado seriamente. Si Ud. no está haciendo su trabajo, si la visión no se está llevando a cabo porque el trabajo no está siendo terminado o está siendo hecho al ahí se va, yo creo que vamos a tener que dar cuentas al Señor. Una posición demanda responsabilidad. Haga todo lo que sepa hacer para mantener la visión avanzando; como segundo hombre ese es su llamado. ¡Levante las manos de su líder! POSDATA: EL PAPEL DEL SEGUNDO HOMBRE por Russ Tatro Confío que haya entendido lo que el Hno. David estaba diciendo en el capítulo anterior. Como puede ver, hemos enseñado sumisión y autoridad por tanto tiempo que hay la posibilidad de que se vuelva solo algo emocional o externo. La mentalidad de Siéntate; cállate; madura no es de Dios. El no trabaja así. Yo no le digo a mis hijos que se sienten; se callen; que maduren. Yo amo a mis hijos, y ellos se someten a mi liderazgo por amor (no por condenación o culpabilidad). ¡¿No es esa la manera que debería de ser?! No enseñoree su posición o autoridad sobre otros. No los fuerce a someterse a su liderazgo. No trate de controlar sus vidas. Si Ud. como el líder avanza en las cosas de Dios, ellos le seguirán. Cuando vean una actitud humilde en su líder, ellos (el segundo hombre) querrán hacer exactamente lo que el hno. David estaba diciendo. Si ellos saben que Ud. se ve como alguien que está trabajando con ellos, no enseñoreandose sobre ellos, se logrará muchísimo más. Se edificará una confianza. Cuando un líder ha desarrollado esa confianza, no tendrá que estar preocupado por que le claven un cuchillo espiritual en la espalda. Un capitán no puede hacer su trabajo apropiadamente si siempre está preocupado con la posibilidad de un motín entre sus oficiales. Le puedo contar historias de muchos pastores que han salido del país en un viaje misionero, y que al regresar se encuentran que la mitad de la iglesia se fue. De hecho, la mayoría de las divisiones en las iglesias son causadas por un Copastor. Esos copastores no estaban conectados en su corazón; ellos no compartían la visión del líder. Por cualquier razón, ellos comenzaron a seguir sus propios intereses. El enfoque principal siempre debe de ser la visión que Dios ha dado. El segundo hombre que pone sus ojos en su líder tendrá problemas. Cuando el segundo hombre está conectado a la visión de Dios, él podrá someterse y trabajar con su líder inmediato. No obstante, éste debe expresar estos principios a aquellos que trabajan bajo él. Aquellos que aman al Señor y se conecten con la visión avanzarán con Dios; entonces la obra continuará creciendo y desarrollándose. La Importancia de Este Mensaje Hemos oído que se le ha enseñado al ministerio de ayudas viendo desde afuera, pero el Hno. David trae una perspectiva única. El está dentro, mirando afuera. Escuche su corazón. Reciba lo que está diciendo. Tristemente, hoy día, muchos no entienden este lado del ministerio de ayudas. Lo podemos ver en el alto porcentaje de fracasos que hay en muchas iglesias y organizaciones. Si Ud. ajusta su manera de pensar y sigue lo que se ha dicho, verá un cambio para bien. Los ministros no deberían caminar con el temor de un sabotaje interno. Simplemente no debería de ser así. Tampoco aquellos en el ministerio de ayudas deberían de sentirse como si estuvieran siendo usados. Cuando recibamos el corazón, el espíritu y la actitud de lo que se ha dicho, no perderemos tantas personas ni tendremos tantos naufragios. EPÍLOGO Un líder es uno que motiva, inspira, desafía, anima, entrena y equipa a la gente para llevar a cabo la voluntad y el plan perfecto de Dios para sus vidas. I. Ud. se vuelve un líder efectivo al convertirse primero en un siervo. Ud. debe de tener la actitud de servir si quiere tener éxito. Esto no es una opción. II. Para ser un líder efectivo Ud. debe tener una visión, la visión de Dios para Ud. Si no sabe a donde va, no puede llevar a la gente junto con Ud. III. Hay tres atributos que harán que tenga éxito como líder: Fuerza, valor y obediencia. Sin éllos Ud. no logrará lo que Dios tiene para Ud. como líder. IV. Para tener éxito como líder Ud. se debe de dar cuenta que hay algunos pasos prácticos que debe tomar. Aprenda de aquéllos que han pasado por lo mismo antes que Ud. La Historia es la mejor maestra, pero seguido es ignorada o aun olvidada. Aprenda tanto de los éxitos como de los fracasos de los otros. V. Para se un líder efectivo va a necesitar a aquéllos que lo apoyen. Ud. debe de saber que buscar en aquéllos que van a venir y ayudarle en el ministerio. ¡Escoja con sabiduría!
Posted on: Sun, 17 Nov 2013 06:59:15 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015