SIN FRONTERAS Se utiliza el término Frontera para significar los límites marcados por el hombre entre dos cosas muy próximas; pero esta marcación de límites no es una conducta exclusiva de los humanos, ya que también lo hacen los animales por ser una determinación natural o instintiva. La expresión objetiva de estos límites se observa en la marcación territorial que hacen los seres. El hombre lo hace con lo que tradicionalmente se ha denominado “mojones” (consúltese el termino), y que los animales tienen diversas maneras de marcarlo. En virtud que el alma humana está integrada por los instintos de todos los animales (aparte de los vegetales y minerales), el hombre delimita los territorios que separan los países, con las llamadas fronteras; así como también delimita los lugares donde vive, con cercas y vallas. Esta conducta egoísta la supera el hombre cuando hace consciencia, cuando sublima los instintos que moran en su alma, pues este mundo tierra es común para todos los seres que en él vivimos; por eso es que el Maestro Trincado afirma que el hombre no es extranjero en ninguna parte, y que el máximo amor es el amor universal porque no tiene fronteras, como las tiene el amor de patria. El hombre, con el devenir de sus existencias, va acumulando experiencias y conocimientos, pasa por el dolor y el sufrimiento y, finalmente, concibe un mundo sin fronteras. Es el hombre trino consciente de que nos habla el Maestro Trincado, el hombre moral y libre que concibe la universalidad, el cosmopolitismo, el comunismo de amor y Ley. Mientras el hombre no rompe estas fronteras es dualista, no ve en su semejante a su hermano, concibe a “Dios” fuera de él, radicando en él en parte y por entero. Esta limitación sólo se borra con el conocimiento asimilado y asentado, como dice Jean Piaget, adquirido con métodos y mediante el análisis y la interpretación. Si no es así, lamentablemente se cae en un dogmatismo que converge irremisiblemente en el fanatismo y el sectarismo. Por eso es que el fanático se caracteriza por una ceguera intelectual, no tener criterio propio, sus argumentos no les pertenecen, no investigan, repiten de memoria sin comprobar; por eso es que no aceptan sugerencias, mucho menos críticas en contrario, pues son dogmáticos, sectarios, prejuiciados y violentos, se creen poseedores de la verdad. Algunos estudiantes de espiritismo, afirman que: “La Ley no se cuestiona ni se discute: la Ley no admite interpretación, sólo se acata…” Lamentablemente esto es una posición dogmática, pues hasta los axiomas hay que analizarlos e interpretarlos, pues es la única manera de entenderlos; para eso existe la hermenéutica como método de estudio e investigación. Lo que no se interpreta son los dogmas, porque se prohíbe su interpretación. En consecuencia, el fanático, en virtud de su intransigencia, se sale de lo común, crea una frontera y forma un sector (sectarismo), y para defenderlo no invoca la verdad ni la razón, sino que acude a las ofensas, a las descalificaciones y a la violencia ¿Cuál será la causa? Independientemente de las limitaciones intelectuales y la posible perturbación del alma del fanático, obviamente que es la mala formación doctrinal que recibe en la Cátedra a la cual pertenece; lo cual revela fallas estructurales en la enseñanza, pues se observa deficiente conocimiento doctrinal, así como una conducta no apropiada de un espiritista, pues dicen lo que les parece a nombre del Espiritismo y se la pasan criticando destructivamente y ofendiendo a sus hermanos espiritistas, y las Cátedras a las cuales pertenecen no hace el menor reparo en pro del Espiritismo. Claro, cómo lo van hacer, si en algunos casos son los propios Directores los protagonistas. La problemática de la Escuela no se la podemos endilgar a los estudiantes, es un problema de dirección. Son algunos Directores los causantes de la división de la Escuela, por su supremacía y dogmatismo, pues su característica es la imposición supremática. Se impone que sólo hay que leer a Trincado o Kardec, dependiendo del sector ¡He aquí el sectarismo! ¡La primera división del Espiritismo! Con esta política ¿Cómo un espiritista podría defender la Doctrina en un foro académico si no tiene una amplia cultura? ¿Cómo podrían defender una Doctrina que abarca la universalidad del conocimiento humano? El Maestro Trincado dice claramente: “Los libros de la Escuela no son nada” “Yo sólo doy jalones” “El estudiante debe buscar en las bibliotecas públicas” “Critica, pero no calumnies, estudia, investiga, hazte ideas propias”. Pero en algunas Cátedras se hace lo contrario, incluso, a algunas se les prohíbe recibir hermanos de otras Cátedras para que les dicten conferencias ¿Quién da la orden? ¿Los estudiantes? Obviamente que es una decisión que compete a la Dirección. Qué lástima y vergüenza para nuestro Espiritismo. Hay que tener humildad, reconocer que tenemos un grado de progreso LIMITADO, que es nuestra FRONTERA, y que todos aprendemos de todos y que tenemos que fraternizar con todos. Este es mi enfoque sobre el tema: SIN FRONTERAS. (Una crítica constructiva para la reflexión y un llamado a la conciencia).
Posted on: Tue, 30 Jul 2013 20:15:58 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015