Todas y todos con el voto en blanco Pierre Díaz Como profesor - TopicsExpress



          

Todas y todos con el voto en blanco Pierre Díaz Como profesor de planta de la FCHA les quiero contar por qué el jueves 27 de junio voy a votar en blanco. Como para responder al por qué de cualquier cosa no hay otra opción que revisar lo que antecede a la cosa, me devuelvo casi que dos meses atrás para sustentar mi voto. El viernes 3 de mayo de este año funcionarios, estudiantes y profesores apoyamos la propuesta que el rector Herman Muñoz presentó a la Asamblea de la FCHA realizada el martes 29 de abril en el parque Ducuara de la Universidad del Tolima para que se pospusiera la elección del decano encargado y permitir la postulación e inscripción de más candidatos. Así sucedió. Además de los dos candidatos postulados por la Asamblea, ese viernes 3 de mayo fueron propuestos el profesor Hernán Uribe y Germán Calderón. Nos fuimos a votación y la asamblea decidió: 40 votos en blanco, 80 votos por el profesores Hernán Uribe y 169 votos por el profesor Pierre Díaz además de decidir la necesidad de la modificación del perfil del decano, de los mecanismos de participación, revocatoria del decano en caso de incumplir las decisiones asamblearias y que el decano encargado elegido por la Asamblea no podía estar más de tres meses en su cargo. Mientras tanto, el rector que aprobó y participó en las Asambleas de la Facultad, estaba publicando la convocatoria para elección de decano en propiedad. (razón 1: desconocimiento de autoridades de las decisiones asamblearias). Abierta la convocatoria, se inscribieron cinco candidatos: José de Jesús Gamboa y Fernando Cruz que fueron vinculados a cargos administrativos bajo la decanatura del profesor Arlovich Correa; Martha Varón, Francisco Arias y Germán Calderón, profesores de planta de la facultad, los dos primeros con un poco más de un año en la misma. De los cinco inscritos fueron seleccionados cuatro quedando por fuera Fernando Cruz por no tener los años suficientes de experiencia académica. Sin embargo, se debe contar que el martes 28 de mayo, en presencia del profesor Francisco Ríos, el vicerrector David Benítez nos hizo saber que la Universidad ya había evaluado de la manera más juiciosa las hojas de vida y que de los cinco candidatos quedaron tres seleccionados. Curiosamente el viernes 31 de mayo se publican los resultados ya conocidos por la comunidad universitaria. Llamo la atención sobre este hecho porque no podemos olvidar la carta redactada por el representante estudiantil Camilo Padilla en la que proporciona información suficiente para confirmar una irregularidad en la evaluación que permitió, ya cuando habían sido evaluadas todas las hojas de vida, que el profesor Germán Calderón adjuntara información sobre un trabajo de asesoría académica que le permitió sumar dos puntos más para conseguir los 81,69 que le permitieron continuar en la convocatoria. Por cierto, ¿por qué no hemos recibido respuesta al respecto? (segunda razón: irregularidad en el conducto evaluador). Lo que viene es un despropósito democrático porque de los cuatro candidatos seleccionados tres decidieron renunciar por razones que personalmente me generan dudas. Sobre este tema, repito lo que en otro lugar ya había afirmado: La profesora Martha Varón afirmó que “diversos acontecimientos coyunturales y apremiantes de los últimos días, los cuales han tenido que ver con mi vida familiar, me exigen apartarme de este empeño, al menos en el momento”. ¿Cuántos días son “últimos días? Si eran más de 6 días pudo expresarlo antes de la publicación de seleccionados, si son más de 28 días habría podido desde el mismo 3 de mayo decir no a la participación como candidata. Además, si tan grave es la situación entonces le es imposible ejercer sus funciones como profesora de planta, investigadora y directora del Departamento de Humanidades y Artes, tareas igual de importantes a las de un decano. Por su lado, el profesor Jesús Gamboa dijo que renunció a la candidatura “para darle garantía a los demás candidatos en todo el proceso, además es que no se puede dejar en el encargo a otra persona”. Y continuó: “La decisión también la hice, porque se requiere a alguien que se encargue de dar todas las garantías necesarias durante el proceso”. El argumento de la profesora Varón me genera duda, pero es aquí donde me asalta la incoherencia de las “razones” presentadas por el profesor Jesús Gamboa: si realmente estaba interesado en darle garantías a los otros candidatos pues sencillamente no debió postularse como candidato. Y aquello de “además es que no se puede dejar en el encargo a otra persona”, es una clara argucia sobre la que no me extenderé. El viernes 7 de junio resultó que el profesor Francisco Arias envió un comunicado en el que aseveró que los quebrantos de salud no le garantizaban la permanencia en el cargo y que por eso él también declinó. Situación similar a la de la profesora Varón acontece con el profesor Arias. Si tan grave es el asunto (y espero que no lo sea) me pregunto cómo va a hacer el profesor para ejercer sus funciones establecidas en el contrato laboral y estatuto docente de la UT: extensión social, trabajo académico e investigación, sumándole que es el representante profesoral ante la oficina de investigación de la UT. Toda esta alambicada situación permite inferir: 1. La convocatoria a decano en propiedad con fecha del 3 de mayo del presente fue una salida afanada del señor rector y vicerrector académico. 2. Además de afanada, fue una decisión antidemocrática tomada con la firme intención de deslegitimar las decisiones asamblearias del viernes 3 de mayo del presente. 3. Por principio de caridad diremos que los candidatos Martha Varón, Francisco Arias y Jesús Gamboa sí tenían la firme convicción de participar en la contienda electoral, empero, a pesar de la buena voluntad, acontecimientos apremiantes (cuestiones familiares y quebrantos de salud) y la situación peculiar de Gamboa (juez y parte) les exige apartarse de este empeño, confirmando el inconveniente de medidas y decisiones apresuradamente antidemocráticas (Razón tres: incredulidad sobre la manera como el profesor Germán Calderón resultó candidato único). Les he contado todo esto sabiendo que quedan muchas cosas más por decir que son cuestionables y que permiten concluir que en este momento el voto en blanco es la opción democrática para los convencidos de que a) las irregularidades descritas arriba no tienen nada que ver con ejercicio académico y democrático y que b) los mandatos asamblearios y el hacer académico y administrativo desde el poder obedencial sí son prácticas de democracia real. Contando con el respaldo de la sentencia C-490 de 2001 de la Corte Constitucional que define el voto en blanco como “una expresión política de disentimiento, abstención o inconformidad, con efectos políticos”, por las anomalías contadas arriba y seguir justificando mi decisión de votar en blanco este 27 de junio, suscribo a lo planteado por el maestro Saramago cuando en 1998 conversando sobre El ensayo sobre la lucidez afirmó que con el voto en blanco “el elector está diciendo: esto no me gusta, punto.” En mi caso no me gusta el irrespeto del rector Muñoz al proceso y decisiones asamblearias, tampoco me gusta la manera como los estatutos desactualizados de esta universidad definen la democracia y la participación, a su vez que no me gusta el ahínco con que algunos defienden esos estatutos, así como tampoco me gustan los argumentos de los candidatos que se bajaron de la contienda electoral (Razón cuatro: desacuerdo con los antecedentes). Pero hay algo más en lo que sigo al maestro portugués y es que también en 1998 en la Biblioteca Luis Ángel Arango sugirió que el voto en blanco es la manera de decir que claro que queremos participar pero no nos interesa la propuesta existente, que en nuestro caso es la del único candidato el profesor Germán Calderón. Y quiero insistir en esto porque es una razón más que en mi caso se hace razón suficiente para votar en blanco. Luego de leer y escuchar el lunes 17 de junio en plenaria de FCHA y el miércoles 19 de junio en ut radio sé que no debo votar por la propuesta del único candidato. Cuando le pregunté por ideas que aparecen en su propuesta escrita como “condición genérica de la mujer”, “cultura femenina”, “interdisciplinariedad y transdisciplinariedad”, cuando quise saber por qué sigue hablando en su propuesta de candidatura de desarrollo sostenible, investigación como producción de conocimiento cuando son modelos y teorías tan discutidos continentalmente; cuando pregunté qué entiende por democracia y cuando me interesé por saber cuál es el lugar de enunciación y la única respuesta a estas preguntas fue: “estimado profesor, yo no me las sé todas pero por fortuna usted es filósofo y me puede ayudar con eso”, concluí que el voto en blanco es la única opción porque no tiene sentido poner en el papel conceptos e ideas que el propio candidato no sustenta en el debate académico (Razón cinco: desacuerdo con la propuesta del profesor Calderón). Cierro transponiendo al maestro Saramago: “Si todo el mundo está muy contento con lo que ocurre, entonces el libro no tiene ninguna importancia, no vale la pena, pero si al menos hay un granito de inquietud en la conciencia de cada uno de nosotros, y seguramente lo hay, esta novela merece algo de atención.” Copiando al maestro, digamos para lo que nos espera este 27 de junio: si todo el mundo está contento con lo que ocurre, entonces el proyecto V no tiene ninguna importancia, no vale la pena, pero si al menos hay un granito de inquietud en la conciencia de cada uno de nosotros, y seguramente lo hay, entonces este proyecto V merece algo de atención.
Posted on: Thu, 27 Jun 2013 15:32:40 +0000

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