Tú: ¡Ashton! ¡Ya llegué! Ashton: ¡Mi amor! – se acercó - TopicsExpress



          

Tú: ¡Ashton! ¡Ya llegué! Ashton: ¡Mi amor! – se acercó corriendo a ti y te dio un dulce beso -. ¿Cómo estás? Tú: Muy cansada, pero bien – sonreíste. Fuiste a entrar, pero no te dejó -. Ashton, quiero entrar a casa, amor. Ashton: Espera, espera – se puso detrás de ti y te tapó los ojos. Tú: Ashton, ¿qué haces? Ashton: Te tengo una sorpresa, mi vida. Dejaste que Ashton te guiara hasta dentro. Cogió tu bolso y tu chaqueta y te los quitó de las manos para dejarlos en el sofá. Después, te guió hasta no sabías qué parte de la casa y, cuando se paró, quitó las manos tus ojos. Viste una perfecta mesa preparada con una cena para los dos. Te diste la vuelta, feliz de tenerle a tu lado. Ashton: ¿Qué te parece? Tú: Una cena romántica con el chico que más quiero. Me parece genial – le abrazaste por el cuello y le besaste dulcemente -. Gracias. Ashton: Te lo mereces todo, pequeña – te dio otro beso -. ¿Cenamos? Tú: Sí – sonreíste. La cena transcurrió llena de risas y recordando momentos que habíais vivido juntos. Cuando terminasteis de cenar, recogisteis todo entre los dos. Cuando ibas a subir las escaleras, Ashton te detuvo. Ashton: Espera, cariño. Tú: ¿Qué pasa? Ashton: Quiero decirte algo. Tú: Dime. Ashton: Verás, ________ (TN), llevamos casi tres años juntos – asentiste – y han sido los mejores años que he pasado en toda mi vida. Soy el chico más feliz del mundo a tu lado y no cambiaría estos años por nada. Eres la persona más especial de mi vida y quiero que seas la persona que comparta conmigo todos los días de mi vida – te emocionaste con sus palabras. Después de eso, se arrodilló ante ti y sacó una pequeña cajita de su bolsillo, la abrió y viste un precioso anillo dentro -. Por eso, quiero pedirte algo… ¿quieres casarte conmigo? Tú: Claro que quiero, Ashton – te puso el anillo, se levantó y te besó apasionadamente -. Te amo. Ashton: Te amo – volvió a besarte. Ese beso fue subiendo de intensidad y vuestras lenguas entraron en una guerra en la que ninguna se daría por vencida. Os separasteis por falta y os quedasteis mirándoos a los ojos, ambos con una gran sonrisa en la cara. Ashton te cogió en brazos y te llevó a la habitación. Llegasteis a la habitación y, cuando entrasteis, viste que lo tenía todo preparado. En la cama, había hecho un corazón con pétalos de rosa rojos y blancos y, alrededor de la cama, había un caminito de velas. Tú: ¿Sabías que te iba a decir que sí, verdad? Ashton: Lo intuía – dijo, bajándote al suelo y sonriendo. Tú: Eres el mejor. Ashton: Soy el que más te quiere. Tú: Eso también – le abrazaste y te pegaste más a él. Él te abrazó por la cintura -. Yo también soy la que más te quiere – sonreíste y le besaste. El beso fue subiendo de intensidad y él se encargó de seguir el caminito de velas y llegar hasta la cama. Os caísteis en ella, Ashton quedó encima de ti. Dejó tus labios para besar tu cuello, donde te dio un pequeño mordisco el cual te dejaría marca por unos días. Ashton se levantó para quitarse la ropa y quedarse sólo con los bóxers. Tú aprovechaste para colocarte bien en la cama y quitarte también tu ropa, dejando sólo la interior. Cuando ambos estabais en ropa interior, Ashton volvió a tu lado, devorando tu boca de nuevo. Su lengua se abrió paso en tu boca, mientras que sus manos hacían de las suyas por tu cuerpo, provocando gemidos y suspiros de tu parte. Tú hiciste lo mismo con tus manos, recorriendo cada parte de la anatomía de Ashton y haciéndole gemir sobre tus labios. Ashton llevó sus manos a tu espalda, concretamente hasta el cierre de tu sujetador. Cuando lo desabrochó, lo tiró lejos. Después, se dedicó a hacerte enloquecer, besando tus pechos y lamiendo, de vez en cuando, tus pezones. Después de estar unos minutos llenos de caricias, suspiros y muchos besos, ambos os quedasteis totalmente desnudos. Lo siguiente que sentiste, fue a Ashton entrando completamente en ti. No podías sentirte mejor. Las embestidas de Ashton dentro de ti eran lentas, perfectas. En un empujón, conseguiste ponerte encima de Ashton. Ahora el ritmo lo marcabas tú. Empezaste a moverte despacio encima de Ashton, haciendo que ambos disfrutarais. Ashton gemía cada vez más fuerte, lo que hizo que aumentaras un poquito el ritmo. Ambos empezasteis a gemir seguidamente, mientras los dos aumentabais el ritmo. Ashton cada vez iba más rápido y tú sentías que no podías aguantar más, que ibas a explotar. Minutos después, ambos llegasteis al orgasmo a la vez. Quedaste tendida encima de Ashton, intentando recobrar el aliento perdido. Te levantaste un poco, haciendo que Ashton saliera de tu interior, y te acostaste a su lado, acurrucándote en su pecho. Tú: Te amo, mi vida. Ashton:Te amo, mi princesa – te besó dulcemente y te volviste a acurrucar. Había sido una de las mejores noches de tu vida y todo gracias a él. Al amor de tu vida. A Ashton Fletcher Irwin.
Posted on: Tue, 13 Aug 2013 17:26:15 +0000

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