Un asesino con rostro de ángel: capitulo 18: La luz al final del túnel La ciudad estaba paralizada del miedo al enterarse que los criminales estaban libres. Los fiscales allanaron la casa de la familia Edo y encontraron un montón de pruebas en contra de ellos. Cada vez que creían haberlos atrapado, estos desaparecían como tragados por la tierra. Eran inteligentes y eso era lo que más le preocupaba al capitán Akizawa. -Esto es grave- dijo el capitán en una ocasión-. Ya han pasado 7 meses desde que todo esto empezó. -Nos ganaron un grupo de niños- comento un policía con enfado. -Aún podemos hacer algo- replico Ryoga. -¿Qué cosa?- pregunto el capitán dejando a un lado el periódico. -Atraparlos mientras están de cacería sin que nos noten. -Escucho tu plan. El detective Katsuragi reunió a sus compañeros y les dio a conocer su plan. Los agentes prestaron mucha atención, ya con la información dada solo dispusieron a esperar. Esa misma noche los patrulleros se dirigieron a sus puestos asignados. Cuando los relojes marcaron las diez se prepararon para el momento. Tras varias horas de vigilancia, unos agentes avisaron que tenían alguien en vista y fueron tras el. Kyu, al sentirse vigilado, continuo caminando y hablo por teléfono. Aumento sus pasos pero un hombre le impidió el paso y lo tiro de espalda contra la pared. -Kyu Nagashita estas bajo arresto- le coloco las esposas-. Tienes derecho a guardar silencio, todo lo que digas será usado en tu contra. El primero fue llevado a la comisaria y se negó a hablar con nadie. El segundo en caer fue Akaya quien ya estaba prendiendo fuego algunos comercios. Algunos policías fueron al lugar donde detectaron la llamada de Kyu; allí encontraron a Yumiko. Ya en la comisaria Ryoga interrogo a la mujer. -¿Dónde están?- le pregunto mirándola fijamente. -¿En dónde están quienes? -El resto de los chicos. -En cualquier parte. -¿Dónde está Ray? -Nunca los encontraran- replico-. Ya se fueron muy lejos. A pesar de las largas horas adentro de la comisaria no consiguieron nada nuevo. Ray y Eiji viajaban en tren todo encubiertos a pesar de la poca gente que había. El boletero les pidió muy amablemente sus boletos, y después, se dedicaron a dormir aunque sea un poco. Una vez que arribaron a su destino, un hombre salió de entre las sombras. -Bienvenido a Osaka Ray-san- dijo el hombre de cabello oscuro, ojos color avellana y piel clara con acento alemán. -Gracias Theodor. El alemán analizo a Eiji de los pies a la cabeza y le comento algo a Ray en su idioma pero este le contesto enojado mientras lo apuntaba con su revólver. Fushijima miro confundido a Ray pero le contesto que no era nada importante. Subieron a un auto negro, Eiji se acurruco contra la ventanilla derecha y se durmió rendido del cansancio. -Pensé que le darías otra oportunidad a mi hermana- dijo Theodor mirando por el retrovisor. -Nunca- respondió Ray con frialdad-. Janin me rechazo, no la acepto de vuelta. - Lo dejaste bien en claro. Una gran casona se levantó a lo lejos. Theodor los guio hasta el interior para salir al patio trasero donde había otra casucha de menor tamaño completamente vacía. Justo en el centro de la misma había una puerta camuflada. -Las criaturas lindas primero- dijo Theodor mirando a Eiji. Ray volvió a apuntarlo con su arma. -Aunque… no me importa ir primero. -Bien por ti-dijo Ray-. Camina Eiji. Bajaron los escalones y se encontraron con un grupo de diez o quince personas que se voltearon a verlos. -Bienvenido Ray-san- dijo uno. -Veo que lograron reunirse- dijo Edo avanzando hacia ellos-. Les presento a Eiji Fushijima un nuevo recluta. Los hombres le dieron la bienvenida. Ray los hizo callar. -Nuestro grupo está por caer, necesito que ustedes inicien con la misión pero antes haremos la “revisión”. Uno a uno fue mostrando una parte del cuerpo donde llevaban tatuado un escorpión negro de 6 patas y doble aguijón. Llamaban “revisión” a ese tipo de rito sorpresivo para detectar algún espía que no tuviera la insignia. Durante más de 16 años los “Escorpiones Negros” ya habían matado a 26 infiltrados de la policía alemana. -¿Por qué el no lleva el tatuaje?- le pregunto Theodor-¿Cómo sabemos que no es un espía? -¿Crees que traería a un infiltrado? Ya hubiera muerto hace mucho. Pero el se mantendrá lejos de esto. -¿Por qué? -Necesito a alguien que este afuera y nos mande información. Edo Ruito fue llevado ante Katsuragi. Estuvieron hablando de todo un poco hasta que un nombre hizo que Ryoga abriera los como platos. -¿Los “escorpiones negros”?- pregunto haciendo memoria sobre el nombre. -Son una de las peores bandas criminales de Alemania, según dicen hasta la mafia italiana y los yakuza están involucrados. -Unos chicos en la escuela de Yuki se hacían llamar así. -Lo deben haber usado como un juego. Esa banda fue fundada hace más de 16 años por Raynold Von Wolff. Mi sobrino fue entrenado por el desde que era un niño. -Tengo la sensación de que algo aun peor que esto está por ocurrir. -Estoy de acuerdo. No dude en preguntarme si tengo que declarar. Un oficial llamo a Ryoga. -¿Novedades? -Atrapamos a la mayoría de ellos pero Ray y Eiji están desaparecidos. -Es lo norma, Ray se llevó a la persona que puede controlar parte de su fantasía; sigan buscando. La mitad de los hombres salieron y regresaron a la casa. Ray le mostro una habitación a Eiji. -Este es tu cuarto “ángel”. -Ray-san. -No te preocupes, pronto regresare. Ray cerró la puerta del cuarto bajo la mirada de Theodor. -“El destino final está cerca”- dijo Theodor mientras Ray entro en el baño para usar un producto para el cabello y comenzó a enjuagarlo dejando expuesto su color original: un cabello dorado como el sol. - Sí que te pareces a tu padre- dijo cruzado de brazos. -Voy a mezclarme con la gente y fingir ser un turista extranjero, ya tengo el pasaje a Singapur. -¿Qué harás con el niño? Puede quedarse conmigo. -Lo necesito para el ultimo sacrificio-aclaro para mirarlo-. Y ya te dije que es mío. -Solo decía… -Y sé lo que tengo que hacer si no puedo irme. El alemán asintió sabiendo a lo que se refería su líder. El sonido de una puerta al abrirse los interrumpió. Eiji avanzo hacia ellos con paso lento. -No quiero estar solo- murmuro con suavidad. -Enseguida estoy contigo- le dijo Ray. El mayor tomo el rostro asustado de Eiji entre sus manos. Theodor aparto la mirada un poco avergonzado. -Theodor, procura que nadie me moleste- ordeno Ray. -Sí señor. -Y diles que le que lo haga, lo voy a fusilar. -¿Eso me incluye? -Cuando digo “nadie”, me refiero a tu persona. Theodor esbozo una sonrisa cómplice al verlos ingresar de nuevo en la habitación. Se rasco la cabeza y se dispuso a cumplir las órdenes del joven líder. No era la primera vez que estaban juntos. Ray acariciaba cada parte del cuerpo del niño como estudiándolo, su mano paso por su cabello varias veces. -¿Estarías dispuesto a ser mi sacrificio final?- le pregunto entre susurros. -Hai. Sus manos se entrelazaron una vez más antes del acto final. Luego se miraron durante varios minutos hasta que alguien toco la puerta. -¡Dije que mataría al que me interrumpiera!- grito. -Lo siento Ray-san pero tengo malas noticias- dijo Theodor-. Debemos irnos de aquí, la policía está por llegar. -Entiendo. Todos se apresuraron a marcharse de la casona para esperar a los oficiales. Afortunadamente para ellos, los agentes no encontraron evidencia física. De esta manera se cumplió otro mes del horror. Ni Eiji ni Ray aparecían por ningún lado. -Llego la hora- pensó Ray.
Posted on: Sun, 01 Sep 2013 05:19:14 +0000
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