Un reclamo inolvidable Texto biblico: Lucas 22:39-46 El Señor Jesucristo nos da una doble enseñanza sobre la oración, en esta oportunidad; Él sabía muy bien que su hora de ser crucificado se aproximaba y siente que debe buscar la fortaleza que solamente se encuentra en el Padre celestial y por otro lado, que la tentación la podemos vencer con oración. En efecto, al momento de orar un ángel acude a su lado y le da la fortaleza que necesitará para enfrentar todo lo que estaba por acontecer; su corazón se derramaba más y más en oración, hasta que por fin, pudo hallar descanso en el Padre; y Él esperaba que sus discípulos quienes le acompañaban, no solamente estuvieran en vigilia, sino orando como les había enseñado; sin embargo, la sorpresa fue grande, sus discípulos estaban profundamente dormidos, quizás el cansancio o lo avanzado de la hora los hizo desfallecer; pero el Señor les reclama amoroso el por qué estaban durmiendo, si era momentos para orar, y de esa forma no entraran en tentación; y es que no solamente el Señor Jesucristo sería sometido a la más grande prueba de amor, ellos, sus discípulos, estarían sometidos a una gran prueba de fidelidad y sumisión a su Maestro y Señor. Nosotros no tenemos que enfrentar -por lo menos no todavía-, pruebas tan terribles como sucedió al Señor Jesús y sus apóstoles, porque lo máximo que tenemos que enfrentar en ocasiones es el dar un testimonio vivo del amor y poder de Dios en nuestra vida; no obstante, en ocasiones quizás al igual que los discípulos del Señor Jesucristo el cansancio nos vence y no somos perseverantes en la oración; por eso estas frases hoy también nos deben motivar a levantarnos muy temprano en la mañana para buscar del Padre la fortaleza y sabiduría que necesitamos para enfrentar los retos de cada día. No se desanime si apenas está comenzando su disciplina de oración, al comienzo le saldrán unas pocas palabras, pero en la medida que persevere, el Señor irá incrementando en usted no sólo el deseo de hacerlo, sino su forma de dirigirse al Padre Dios. ¡Ánimo!, porque es en la oración cuando más imitamos a nuestro Hermano Mayor, el Señor Jesucristo, y usted recibirá el gozo y paz de su maravillosa Presencia. Bendiciones.
Posted on: Tue, 27 Aug 2013 00:41:17 +0000
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