Ushuaia - Diario del Fin del Mundo “Nos estamos convirtiendo en un cementerio de contenedores”, denunció Lovece La Fundación Ushuaia XXI, que dirige Julio Lovece, encabezará una iniciativa para modificar leyes y obligar a las empresas responsables a cumplir con un máximo de estadía de los contenedores en la ciudad, antes de tener que transportarlos a otro lugar. También piden establecer gravámenes. El disparador fue el incidente con la empresa Masciotra, acusada de talar 2 hectáreas de bosque para ampliar un depósito fiscal, entre otros daños ambientales que investiga la Justicia. El titular de la Fundación Ushuaia XXI, Julio Lovece, adelantó ayer que en los próximos días iniciarán una campaña pública a favor de disminuir la cantidad de contenedores y aumentar las cargas impositivas sobre las empresas responsables de su circulación o acopio en la ciudad. El dirigente ambientalista habló de esta medida luego del incidente registrado con la empresa Ángel Masciotra, clausurada por la Municipalidad tras constatarse la tala de 2 hectáreas de bosque nativo con el presunto objeto de destinar esa superficie al almacenaje de contenedores. “Si una empresa ha considerado que vale la pena destruir dos hectáreas de bosque para acopiar contendores, estamos en el horno. Si destruimos árboles, ya no para sembrar, construir casas o producir beneficios más importantes que el daño ocasionado, sino para instalar contendores, hemos perdido definitivamente el rumbo”, razonó el ex secretario de Turismo de la Municipalidad. La propuesta de la ONG ambientalista, próxima a difundirse, consistirá en establecer normas (provinciales o municipales) que establezcan un período máximo de tránsito de los contenedores por la ciudad, junto con gravámenes especiales para las empresas responsables de estos elementos. “Lo que decimos es que las empresas deben tener un lapso de tiempo permitido para el traslado y depósito de los contenedores, y después tienen que ser obligadas a retirarlos de la ciudad. Por otro lado tienen que pagar lo que corresponda por este tipo de movimiento”, evaluó Lovece. “Hace un año había diez mil contenedores en Ushuaia, ahora seguramente habrá más. A las empresas les conviene dejarlos aquí porque pagan menos impuestos. Muchos van a Río Grande pero deberíamos medir si la capacidad de transporte es la adecuada. Como sea nos estamos convirtiendo en un cementerio de contenedores”, consideró el titular de Ushuaia XXI. En el mismo sentido, el dirigente social evaluó que la legislación fueguina en materia ambiental “se ha vuelto insuficiente”, al mismo tiempo que pidió reflexionar sobre la modificación del paisaje producida por este tema en los últimos años. “Tenemos la costa obstruida, lo mismo que la zona portuaria. Si la solución pasa únicamente por ampliar la playa de contenedores dentro del puerto me parece una barbaridad. Hay que tomar conciencia del descontrol que existe en esta materia y pensar una solución verdadera. De lo contrario es un problema muy grave que va a seguir creciendo a pasos agigantados”, enfatizó. Máxima rigurosidad Por otra parte, Lovece se refirió al caso concreto de la empresa Masciotra, y solicitó a las autoridades que sean muy rigurosos con las penalidades que se apliquen. “El dinero trae aparejada una importante cuota de impunidad y a su vez genera un desequilibrio, porque hay algunos que empiezan a evaluar si es más negocio pagar una multa que perderse un negocio. Y no les preocupan demasiado las consecuencias. Seguramente no sería lo mismo el día que vayan presos”, afirmó el dirigente en relación a la firma que además de talar árboles usó agua del curso de un río sin autorización para lavar áridos y acopió residuos. “Yo no reniego de que a los empresarios les vaya a bien, generando actividad económica y mano de obra. Lo que tienen que quedar claro es que no puede haber una actividad en detrimento de otra. Lamentablemente no es la primera vez que un empresario comete un delito ecológico y creo que no va a ser la última”, indicó. A su vez, en relación al rol fiscalizador del Estado, Lovece hizo hincapié en que no se haya podido detectar la tala con anterioridad, y expresó que “cuesta creer cómo se talaron 20 mil metros cuadrados sin que nadie viera nada”. “¿Nadie vio el movimiento de máquinas, de camiones? ¿Nadie escuchó? Coincido en que es muy difícil controlarlo, pero no puede ser que sea imposible. Esto pasó en la puerta de la ciudad. No quiero imaginarme en otro lado”, razonó el ambientalista. Por eso, exigió máxima rigurosidad en la investigación del hecho y penalidades ejemplificadoras. “Hay empresarios que creen que estamos viviendo en el 1800. Hacen caso omiso a las leyes. Nadie puede pensar que en 2013 alguien crea que talar árboles no es un delito. Hace falta justicia”, exhortó el referente social.
Posted on: Sat, 27 Jul 2013 00:40:10 +0000