¿Y para qué necesitamos un ejército? Ya estamos en la OTAN gracias a que de entrada no íbamos a estar, pero por lo visto estamos. Así que con la base de Rota del yanqui amoroso y generoso y los submarinos nucleares de Inglaterra en Gibraltar tenemos la cobertura suficiente para repeler al enemigo más feroz, que además está muy claro que o nos viene del sur o no nos viene de ninguna parte, salvo que Andorra nos declare guerra. La patria interna la defienden sobradamente los cuerpos policiales de asalto, que salvo que no llevan tanques, pero sí tanquetas, en poco se diferencian de un ejército regular, y para apalear a los de casa nos basta y nos sobra. Y luego está la Guardia Civil como complemento y ayuda en casos graves de sublevación colectiva; y ya puestos tenemos a los curas a decenas de miles para que nos den la extrema unción, amén. En definitiva: si no pagáramos a la iglesia 11 mil millones de euros al año, más otras propinas camufladas en otros presupuestos y, disolvemos los tres ejércitos, tierra, mar y aire, el país se pondría a la cabeza del mundo a corto plazo, pero como el negocio de las armas está ahí, de la mano los poderosos que obligan a renovarlas, seguiremos estando en la miseria. ¡Armas no! ¡Inversiones en salud y educación sí!
Posted on: Sun, 16 Jun 2013 08:01:28 +0000
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