muy importante para nosotros, las personas ciegas. La unión de los países latinoamericanos logró que gigantes compañías de Estados Uni-dos y de la Unión Europea dieran el brazo a torcer y cedieran ante un justo re-clamo de los pueblos. “Que todos tengan acceso a los libros”, esa fue la lucha que cientos de ciegos libraron durante 5 años y que finalmente consiguieron hace un mes. La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (Ompi) aprobó un tratado para facilitar el acceso a los libros para personas con discapacidad visual. De ahora en más, todos los libros deberán estar disponibles también para los ciegos, lo que incluye un formato digital y el libre intercambio entre países. El argentino Pablo Lecuo-na, representante de la Unión Latinoamericana de Ciegos (Ulac), lideró esa lucha y de paso por Corrien-tes, en el marco de la Feria Provincial del Libro, charló y detalló para este habitual espacio lo que significó en-frentar a potencias mundiales cuya hostilidad no olvida. “La tecnología puede hacer más fácil la promoción de materiales de lectura para ciegos y trabajar en red lo facilita aún más. Sin embargo, desde lo legal ha-bía un montón de trabas que hacia complicada la circulación de libros para ciegos”, explica. “En junio se firmó un tratado en la Ompi, en Ma-rruecos, que impulsaron los países latinoamericanos y que va ayudar a la circulación y al libre intercambio entre países de libros adaptados. El documento resuelve los que problemas de 120 naciones que no tenían exenciones al derecho de autor, que permitiera a una biblioteca tomar un libro y adaptarlo para una persona con discapacidad visual”, agrega. “Hubo que luchar mucho con Estados Unidos y Eu-ropa para que esto se logre”, recuerda. “Las potencias se oponían por cuestiones más amplias que nada tenían que ver con los ciegos. Los asustaba que en un organismo de Naciones Unidas co-mo éste de propiedad intelectual, se discuta sobre derecho de consumidor y no de protección de industria. Tenían mucho miedo de que si los ciegos accedían a la lectura, se aproveche para la piratería y ponían muchas trabas burocráticas que eran incumplibles, pensando en instituciones y bibliotecas de países de menos escasos recursos”, dice. “Era muy difícil avanzar pero fue muy bueno el trabajo de América latina. Es-tuvimos todo el tiempo en contacto con los gobiernos que se jugaron mucho y se mantuvieron firmes. Que América latina estuviera coordinada y fuerte permitió que se lograra vencer un montón de obstáculos im-puestos por Estados Unidos y Europa. Fuimos a Ma-rruecos con 5 condiciones que debía tener el texto y los logramos. Ni nosotros pensamos que se podía lograr”, se jacta. Ciego desde el cuarto gra-do, Pablo recuerda que los más difícil de no ver es no poder lograr acceder a los materiales de estudio o de lectura. “Me gustaba mu-cho leer, pero si querías una determinada obra tenías que cruzar los dedos para que esté disponible. Los li-bros adaptados son muy escasos”, cuenta. Esa dificultad lo motivó para crear, en 2009, la primera biblioteca para ciegos en soporte digital del país y de Latinoamérica. “Tiflolibros es una biblioteca para ciegos en Inter-net, a la que se accede de forma gratuita y desde cualquier parte del mundo. Ofrece más de 24.000 libros en archivos de computadora, que consultan más de 3.000 usuarios con discapacidad visual de América, Europa y Asia, y 120 instituciones que a su vez distribuyen los libros a sus usuarios”, indica. “Para que el tratado entre ya en vigencia hacen falta 20 ratificaciones y aspiramos a que al menos 10 sean de países de Latinoamérica”. Argentina lo firmaría en diciembre tras cumplir to-dos los pasos burocráticos. El documento debe ser ru-bricado por el Senado de la Nación. Lecuona tiene 40 años es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UBA. Está casado y tiene 2 hijas. “Me gustaría volver a es-cuela con tanto material disponible sería mejor estudiante”, ironiza.¿Qué Sentís?
Posted on: Tue, 23 Jul 2013 18:26:27 +0000