GENERAL ANTONIO GONZALEZ BALCARCE ( 1774-1819) Nació en Buenos - TopicsExpress



          

GENERAL ANTONIO GONZALEZ BALCARCE ( 1774-1819) Nació en Buenos Aires, el 13 de junio de 1774; sus padres fueron el teniente coronel Francisco Balcarce, natural de Barcelona, y María Victoria Martínez Fontes, porteña. Siendo muy niño, se incorporó al cuerpo de Blandengues que mandaba su padre, en calidad de cadete, el 24 de febrero de 1788. El 30 de mayo de 1790 se le expedían los despachos de alférez de aquel cuerpo y en los años siguientes fue promovido a teniente, el 1º de agosto de 1796, y a capitán el 25 de noviembre de 1801, siempre en el cuerpo de Blandengues de Buenos Aires. Prestó todo este tiempo servicio de guarnición y de fronteras, hasta que en 1807 asistió a la defensa de Montevideo, atacada por los ingleses y tomada por asalto el 3 de febrero de aquel año, acción en la cual su hermano, el capitán José y el propio Antonio González, cayó prisionero, siendo conducido a Inglaterra, donde permaneció hasta que fue celebrada la paz entre este país y España. En este último país combatió contra las huestes de Napoleón y el gobierno real le había acreditado los despachos de teniente coronel graduado de caballería, con fecha 24 de febrero de 1807, por su comportamiento en la defensa de Montevideo. En 1810 volvió a Buenos Aires y la Junta de Gobierno le reconoció el empleo de comandante del 3er Escuadrón del Regimiento de Caballería de la Patria con fecha 11 de agosto de 1810 y una semana después, el 18 del mismo mes, lo elevaba al cargo de coronel graduado, jefe del precitado regimiento, nombrándolo mayor general de las fuerzas independientes que comandaba el coronel Francisco Antonio Ortiz de Ocampo. Llegada la expedición a Córdoba, allí el propio coronel Balcarce se puso a la cabeza de 300 hombres, con los cuales se internó en los extensos bosques que cubren el camino de aquella ciudad a la de Santiago del Estero, con el fin de dar alcance al general Santiago de Liniers y a los demás contrarrevolucionarios que se habían alzado en armas contra el gobierno emanado del movimiento del 25 de mayo. Balcarce logra apresarlos y en cumplimiento de las disposiciones gubernamentales, los fusila en la mañana del 26 de agosto en el Monte de los Papagayos, a dos leguas de Cabeza de Tigre. Después de este suceso, Balcarce se ocupó de fomentar y promover los pronunciamientos que se hicieron a favor de la revolución por la mayor parte de las provincias, auxiliado poderosamente por el vocal de la Junta, Juan José Castelli en la difícil tarea de remontar el ejército que debía operar en el Alto Perú. Reorganizadas las fuerzas, éstas se pusieron en marcha hasta la parte norte de la Patria, bajo las órdenes del coronel Balcarce, quien condujo el primer encuentro que sostuvieron las armas argentinas en su vida de nación independiente, el 27 de octubre de 1810, en Cotagaita, en el cual los independientes obtuvieron algunas ventajas iniciales, pero no pudo tener todas las consecuencias de una victoria, pues la falta de municiones los obligó a replegarse, hasta el día siguiente que se le incorporaron refuerzos de Nazareno. Reforzado el ejército y bien municionado, Balcarce no pensó sino en completar la victoria que un accidente imprevisto le había impedido lograr y el 7 de noviembre obtenía en Suipacha el primer triunfo alcanzado por fuerzas argentinas. El ejército enemigo se puso en vergonzosa fuga y en completa dispersión, dejando en poder de las tropas de Balcarce, cañones, fusiles, municiones, mulas, dinero y alhajas, así como 180 prisioneros entre ellos algunos oficiales y dos banderas. Las fuerzas de Balcarce sólo tuvieron que lamentar la muerte de un soldado y 12 heridos. Corresponde señalar para evidenciar de una manera incontestable los resultados de esta acción de guerra que el General enemigo, en oficio dirigido a Balcarce al día siguiente de la batalla, le confiesa que su derrota “es tal que excede en mucho lo que le pareció en un principio”. Balcarce había sido reconocido en la efectividad de Coronel cuatro días antes de su victoria y la Junta, al tener conocimiento del resultado de la batalla de Suipacha, le confirió el cargo de Brigadier de Ejército, con fecha 14 de enero de 1811, concediéndole además, un escudo de oro y el título de “benemérito de la Patria”. Balcarce, prosiguiendo sus operaciones y explotando su victoria, ocupó la ciudad de Potosí, donde aprehendió a la mayor parte de los jefes de la oposición. Los sucesos que acaecieron en Buenos Aires, el 5 y 6 de abril de 1811 contristaron profundamente el alma del brigadier Balcarce. Obligado por el gobierno de Buenos Aires a no presentar batalla a los realistas hasta no tener la certeza de un éxito seguro, se limitó por un tiempo a remontar y reorganizar sus fuerzas, hasta que en mayo de aquel año, a solicitud del General enemigo, acordó el armisticio de 40 días y bajo la fe de este acuerdo, celebrado por Castelli, el ejército patriota descansaba de sus fatigas en las márgenes del Desaguadero, cuando el general enemigo Goyeneche lo atacó inopinadamente en la jornada del 20 de junio de 1811, no respondiendo esta vez los resultados a los esfuerzos del brigadier Balcarce, quien se vio obligado a abandonar el campo de batalla. La alarma que produjo en Buenos Aires la noticia del desastre, decidieron a Balcarce a bajar a la capital y solicitar la formación de un consejo de guerra que juzgase su conducta, cuya resolución definitiva le fue favorable, absolviéndolo de todo cargo. El 3 de febrero de 1814 fue designado Gobernador Intendente de Buenos Aires. El 9 de noviembre de 1815 fue nombrado Inspector del Ejército, después de haber desempeñado en el Ejército del Alto Perú una comisión que lo encomendase al director Alvear. La inspección fue retenida por Balcarce poco tiempo, renunciando a ella por razones políticas.
Posted on: Sun, 04 Aug 2013 20:51:47 +0000

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