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PISAGUA Y LA ARMADA DE CHILE REFLEXIONES PROGRAMA “CHILE LAS IMÁGENES PROHIBIDAS” Ayer, 14 de Agosto, tarde la noche cuando regresaba de tener la gran oportunidad de utilizar Internet aquí en Pisagua, encendí la Televisión y pude ver parte de un programa titulado “las imágenes que no se vieron” o algo parecido, y pude volver a recordar una de las etapas más larga y triste de mi vida, cuando trabajaba en la Comunidad dedicada a la asistencia de los prisioneros políticos de Pisagua, a quienes debíamos prestar la ayuda necesaria cuando eran liberados y apreciar las miserables condiciones físicas en que algunos volvían como producto de los torturas y golpes a los cuales fueron sometidos; algunos, sin arte ni parte en asuntos políticos, pero que, por desgracia del destino fueron aquí traídos. Me recuerdo de uno, especialmente, que permaneció casi año y medio confinado en Pisagua, sometido, como he expresado anteriormente, a todo tipo de crueldades para que, al fin de ese periodo, cuando lo llamaron de la Comandancia, -- él pensó --- me decía – que seguramente, si esta vez lo iban a fusilar, pero para gran sorpresa de él, el comandante le exponía un oficio que debía firmar y que le decía que quedaba libre. – Me volvió a expresar --- “me van a aplicar la ley de fuga”…, pero extrañamente, no fue así. Realmente era verdad lo que le decían y, en su semi-paralisis, con unos cuantos insultos, le pidieron que firmara y que se largara de la oficina. En su relato, me decía, “esta sensación que me iban a matar por la espalda no se me pasó hasta un largo tiempo más que ya había llegado a mi casa. Después de un tiempo largo, me di cuenta que si estaba libre y libre del temor de los fusilamientos falsos que tanto nos hacían sufrir.” Fue interesante para mí ver el programa, pero no puedo decir que me complace plenamente en la parte personal, pues, sin lugar a dudas, fueron una cantidad de años viviendo en el temor, en la angustia de no saber si al salir de nuestra comunidad nos agarrarían para molernos a palos o quizás que cosas más. Por otra parte, es bueno que todo lo que no se vio sea expuesto abiertamente, de tal forma que las nuevas generaciones puedan tener una idea cabal de lo acontecido en un pasado cercano, y que puedan apreciar estas ligeras imágenes de los que sucedió, porque el sufrimiento real de los muertos en torturas, de los lanzados al mar y muertos en simples y rutinarios controles, no está registrado y, especialmente, no vean esto como una simple película en donde los malos, ciertamente, fueron los militares, y, sin guía alguna, muchos viejos hacen esa extensión al presente. Una necedad sin límites, ya que fueron generaciones pasadas e intentar que esa aversión se extienda a la actualidad es tan equivocado y necio como pensar, según algunos de ellos, “de hacer todo lo que se le venga en gana, porque están en Democracia”. Muchos de los cuales, ni siquiera entienden el significado pleno del concepto. Hablan en términos generales de las evidentes iniquidades del presente, especialmente, en la repartición de la riqueza nacional, pero, hasta ahora, casi a ninguno he visto reflexionar sobre los crasos (del latín: imperdonables) errores políticos que se cometieron, al contrario, muchos de ellos ayudaron a que estos errores se profundizaran al grado tal, que llegara un criminal a poner orden llenando nuestra patria de sangre inocente. Por otra parte, para los militares para que aprendan o reflexionen que tomarse el poder o matar a diestra y siniestra, además de ser un crimen en si, es algo que no se puede hacer tan fácilmente, ya que, según muestra la historia, no solo la nuestra, sino la de muchas otras comunidades, con el tiempo va llegando la justicia de alguna u otra forma. Y en el caso de nuestra patria, desde el momento en que se vislumbró la posibilidad cierta que llegaría la democracia, vivieron con dolores de estomago, día a día, en un largo, agotador y tortuosa espera o posibilidad que los delataran o los llamara la Justicia. El ver las noticias y escuchar “derechos humanos”, fusilados, torturados, a no dudarlo que habrá sido para ellos un tormento interminable y desesperante. Y así fue aconteciendo, hasta el momento. Después de cuarenta años aun muchos siguen siendo citados a comparecer por nuevos testigos, por nuevas pruebas. Llega a dar lastima, un sentimiento muy común que nace, aun por cualquier tipo de criminal, cuando ya imposibilitados, viejos, acabados como personas, tengan que seguir respondiendo por todo el daño que cometieron en su juventud, haciendo el peor uso que se puede hacer del poder que la sociedad les entrega para la protección de la patria y no para cometer crimines de lesa humanidad en contra de sus conciudadanos (Tema del cual tengo que escribir en relación a la Armada de Chile). Es por eso, que en una oportunidad escribí, hace ya muchos años atrás, de la necesidad imperiosa que todo el personal de las fuerzas armadas, tuvieran una mayor y mejor preparación intelectual la cual les permitiera ver de una manera mejor y más profunda lo que significa el mundo social, y especialmente, el mundo social civil en el cual están insertos como profesionales de la guerra para la defensa de la patria , para así, no sólo evitar ver las bajezas criminales que cometieron en los diecisiete años de Dictaduras, sino, de los insulsos, increíbles y vergonzosas expresiones, la gran mayoría de las cuales fueron emitidas por los comandantes de las diferentes entidades castrenses. Citar algunas de ellas, en esta oportunidad, me parece del todo inconveniente, pues el fondo de la reflexión, es invitar a pensar, a meditar en tan lamentable periodo de nuestra patria, cuyos graves hechos aun están presentes en nuestra sociedad, y lo que es peor aun, con grandes dificultades de poder esclarecer crímenes horrendos, propios de delincuentes de la más baja calaña y que, por tales hechos, aun gran parte de la sociedad no puede estar tranquila. Por otra parte, la parte opuesta, se empecina en negar los hechos evidentes culpando de todos a los contrarios, pero esta absurda obstinación, tan sólo hace y demuestra que la paz para toda nuestra patria no pueda llegar aun plenamente. Este permanente e impasible resentimiento también tiene sus causas no sólo en hechos criminales que aun continúan investigándose, como por ejemplo la muerte de Víctor Jara, cuyo Oficial ejecutor, fue encontrado en Estados Unidos, como ciudadanos ahora de ese país. Como olvidar el caso emblemático de los profesionales degollados con la asistencia de todo el aparataje estatal, hecho que demuestra en una forma fehaciente que el gobierno de la época, de salvador de una democracia quebrada por todas las desastrosas políticas de la Unidad Popular, se convirtió en un gobierno criminal que pretendió perpetuarse en el tiempo, a pesar del repudio de sus connacionales y el repudio mundial y vergüenza histórica nacional. Todos esos hechos que aun claman por justicia hacen que permanentemente, en nuestra sociedad, por hechos particulares, se vuelvan a presentar a la luz pública la verdadera cara o sentimientos de las personas. Todo esto no es más que un simple signo que la sociedad sigue herida. Los Altos Mandos de la época, me refiero en esta oportunidad a la Armada de Chile, no supieron evaluar convenientemente las acciones que permitieron que miles de personas fueran asesinadas; los jóvenes oficiales de ese tiempo, siguieron las ordenes de sus superiores, como aconteció con la triste muerte del sacerdote Miguel Woodwards (oscarromerogallo.blogspot/2013/05/pisagua-y-la-armada-de-chile-in.html), el descriterio de los Oficiales del Alto Mando de la Armada de Chile en el periodo de la Dictadura, hicieron que una zona de trabajo, la pidieran como Concesión Marítima, para facilitarla al Ejercito para tener prisioneros políticos al margen de todo margen jurídico. Situación que se prolongó durante muchos años y, ciertamente, con el dolor moral y físico a que fueron sometidas miles de personas en ese amplio campo que pidieron bajo supuestos falsos. Después de terminado el periodo de torturas y muerte en toda la zona industrial de Pisagua, se mantuvo en el más profundo silencio que acompañó a los pobladores a sumirse en la más profunda pobreza, por no tener lugares para poder desarrollar y expandir sus actividades económicas propias del mar, hasta que se descubrió el famoso Decreto Supremo 448, firmado por Augusto Pinochet a favor de la Armada de Chile. En otras palabras, el valor del Derecho, del respeto de la dignidad humana, de los valores de justicia, no importaron para nada. Lo único importante era conseguir y mantener sus propósitos. Y así fue como continúo sucediendo por un largo número de años. Los jóvenes oficiales a que hacia mención anteriormente, muchos de ellos conforman ahora el Alto Mando de la Armada, pero, no obstante toda la evidencia empírica de las bajezas más grandes aquí cometidas, han continuado obstaculizando, en una forma manifiesta, la devolución de la zona industrial para beneficio de los pobladores. Claro está que ya comunicaron que devolverán un aproximado de 80%, pero no han dado respuesta a las interrogantes más importantes, que significan simplemente, que de obstaculizar el inmenso pedimento de 7000 metros para actividades operacionales y logísticas, impedirán la restauración del muelle y los pasos vehiculares. Hasta el momento, lo expuesto en este párrafo, la actitud del Alto Mando se asemeja a los de antaño, sin visión política y social alguna. Además, debo señalar como una muestra de burla, que la parte que quieren para las actividades antes mencionadas, fue el lugar en donde se mantuvieron por miles a los prisioneros políticos, todo esto no es otra cosa que una crasa ironía del destino, de tener que continuar la población civil sometida a una Institución Armada que permitió el dolor humano en su más amplia y profunda expresión. La interrogante en este aspecto sería ¿Qué aprendieron estos oficiales que, sin lugar a dudas no se vieron involucrados directamente en la muerte de los prisioneros, sino estarían siendo juzgados, de todo lo que han vivido sus camaradas de Armas, ahora viejos y asustados de no saber lo que depara la Justicia? Creo, con fundamentos, responder a esta interrogante, “no aprendieron nada”. Porque de lo contrario, hubieran analizada concienzudamente la situación y hubieran evaluado la situación de esta comunidad que fue centro de las noticias a nivel mundial por la violación de los derechos humanos y, hubieran dicho acertadamente: “es mejor alejarse lo antes posible de esa comunidad en la cual nuestra Institución se vio involucrada en hechos deleznables, que rebajan la autoridad moral de nuestros nuevos oficiales y de nuestra institución. Pero no fue así y aun estamos luchando para que se restaure aquí la necesaria justicia social. NOTA: Terminado ya de escribir esta pequeña reflexión, el día viernes 16 de agosto a las 1:30 Horas P.M., en el programa “Ultima Mirada”, conducido por Matías del Río, en una entrevista al ex – General de Carabineros de chile, señor Alberto Cienfuegos, referente, precisamente, al tema presentado en televisión y sobre el cual he reflexionado, quien en una de sus partes decía: “Me interesaba sacar, alejar lo antes posible a mi institución de todas esas irregularidades que habían acontecido”, fin de la cita. Creo que con esa simple pero importantísima frase, refleja la prudencia y el buen sentido común de un Comandante que desea lo mejor para su institución, lo que, lamentablemente, no ha acontecido con la Armada de Chile aquí en Pisagua, donde los asesinados y miles de torturados fueron noticias de carácter mundial.
Posted on: Fri, 16 Aug 2013 22:18:04 +0000

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