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> English > Français > Italiano > Deutsch > Slovensko El lugar de encuentro de los católicos en la red Buscador Avanzado | Mapa del sitio Tus Favoritos | Página de Inicio | Recomiéndanos | Opiniones | Suscríbete Contratar Publicidad | Donativos Aprende a orar | sección Habla con Dios | categoría Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net Jueves. Segunda Semana del Salterio Laudes y Vísperas LAUDES Oración de la mañana SALUDO INICIAL V. Señor abre mis labios. R. Y mi boca proclamará tu alabanza. Ant. Entrad en la presencia del Señor con aclamaciones. Salmo 94 Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. Porque el Señor es un Dios grande, soberano de todos los dioses: tiene en su mano las simas de la tierra, son suyas las cumbres de los montes. Suyo es el mar, porque él lo hizo, la tierra firme que modelaron sus manos. Venid, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. Ojalá escuchéis hoy su voz: No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto: cuando vuestros padres me pusieron a prueba, y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras. Durante cuarenta años aquella generación me repugnó, y dije: Es un pueblo de corazón extraviado, que no reconoce mi camino; por eso he jurado en mi cólera que no entrarán en mi descanso. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. HIMNO Señor, tú me llamaste para ser instrumento de tu gracia, para anunciar la Buena Nueva, para sanar las almas. Instrumento de paz y de justicia, pregonero de todas tus palabras, agua para calmar la sed hiriente, mano que bedice y que ama. Señor, tú me llamaste para curar los corazones heridos, para gritar, en medio de las plazas, que el Amor está vivo, para sacar del sueño a los que duermen y liberar al cautivo. Soy cera blanda entre tus dedos, haz lo que quieras conmigo. Señor, tú me llamaste para salvar al mundo ya cansado, para amar a los hombres que tú, Padre, me diste como hermanos. Señor, me quieres para abolir las guerras y aliviar la miseria y el pecado; hacer temblar las piedras y ahuyentar a los lobos del rebaño. Amén. SALMODIA Ant. 1. Despierta tu poder, Señor, y ven a salvarnos. Salmo 79 Pastor de Israel, escucha, tu que guías a José como a un rebaño; tu que te sientas sobre querubines, resplandece ante Efraím, Benjamín y Manasés; despierta tu poder y ven a salvarnos. ¡Oh Dios!, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve. Señor Dios de los ejércitos, ¿hasta cuando estarás airado mientras tu pueblo te suplica? Le diste a comer llanto, a beber lágrimas a tragos; nos entregaste a las disputas de nuestros vecinos, nuestros enemigos se burlan de nosotros. Dios de los ejércitos, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve. Sacaste una vid de Egipto, expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste; le preparaste el terreno y echó rices hasta llenar el país; su sombra cubría las montañas, y sus pámpanos, los cedros altísimos; extendió sus sarmientos hasta el mar, y sus brotes hasta el Gran Río. ¿Por que has derribado su cerca paras que la saqueen los viandantes, la pisoteen los jabalíes y se la coman las alimañas? Dios de los ejércitos, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña, la cepa que tu diestra plantó, y que tu hiciste vigorosa. La han talado y le han prendido fuego: con un bramido hazlos perecer. Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que tu fortaleciste. No nos alegaremos de ti: danos vida, para que invoquemos tu nombre. Señor Dios de los ejércitos, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve. Ant. 1. Despierta tu poder, Señor, y ven a salvarnos. Ant. 2. Anunciad a toda la tierra que el señor hizo proezas. Cántico Is. 12,1-6 Te doy, gracias, Señor, porque estabas airado contra mí, pero ha cesado tu ira y me has consolado. Él es mí Dios salvador: confiare y no temeré, porque mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de salvación. Aquel día, diréis: dad gracias al Señor, invocad su nombre, contad a los pueblos sus hazañas, proclamad que su nombre es excelso. Tañed para el Señor, que hizo proezas; anunciadlas a toda la tierra; gritad jubilosos, habitantes de Sión: ¡Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel! Ant. 2. Anunciad a toda la tierra que el señor hizo proezas. Ant. 3. Aclamad a Dios, nuestra fuerza Salmo 80 Aclamad a Dios, nuestra fuerza: dad vítores al Dios de Jacob: acompañad, tocad los panderos, las cítaras templadas y las arpas; tocad las trompetas por la luna nueva, por la luna llena que es nuestra fiesta; Porque es una ley de Israel, un precepto del Dios de Jacob, una norma establecida para José al salir de Egipto. Oigo un lenguaje desconocido: retiré los hombros de sus cargas, y sus manos dejaron la espuerta: Clamaste en la aflicción, y te libré, te respondí oculto entre los truenos, te puse a prueba junto a la fuente de Meribá. Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti: ¡ojalá me escuchases, Israel! No tendrás un Dios extraño, no adoraras un dios extranjero: yo soy el Señor Dios tuyo, que te saqué del país de Egipto: abre tu boca y yo la saciaré. Pero mi pueblo no escuchó mi voz, Israel no quiso obedecer: los entregué a su corazón obstinados, para que anduviesen según sus antojos. ¡Ojalá me escuchase mi pueblo y caminase Israel por mi camino! En un momento humillaría a sus enemigos y volvería mi mano contra sus adversarios. Los que aborrecen al Señor te adularían, y su suerte quedaría fijada; te alimentaría con flor de harina, te saciaría con miel silvestre. Ant. 3. Aclamad a Dios, nuestra fuerza LECTURA BÍBLICA (Rm. 14, 17-19) El reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo, pues el que en esto sirve a Cristo es grato a Dios y acepto a los hombres. Por tanto, trabajemos por la paz y por nuestra mutua edificación. RESPONSORIO BREVE V. Velando medito en ti, Señor. R. Velando medito en ti, Señor. V. Porque fuiste mi auxilio. R. Medito en ti, Señor. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Velando medito en ti, Señor. CANTICO EVANGELICO Ant. Anuncia, Señor la salvación a tu pueblo y perdónanos nuestros pecados. Cántico a Zacarías PRECES Bendigamos a Dios, nuestro Padre, que mira siempre con amor a sus hijos y nunca desatiende sus súplicas, y digámosle con humildad: Ilumínanos, Señor Te damos gracias, Señor, porque nos has iluminado con la luz de Jesucristo; que esta claridad ilumine hoy nuestros actos. Ilumínanos, Señor Que tu sabiduría nos dirija en nuestra jornada así andaremos por sendas de vida nueva. Ilumínanos, Señor Ayúdanos a superar con fortaleza nuestras adversidades y has que te sirvamos con generosidad de espíritu. Ilumínanos, Señor Dirige y santifica los pensamientos, palabras y obras de nuestro día y danos un espíritu dócil a tus inspiraciones. Ilumínanos, Señor Se pueden añadir algunas intenciones libres. Dirijamos ahora todos junto, nuestra oración al Padre y digámosle: Padre nuestro... ORACION A ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, te pedimos humildemente que imitando fielmente tu palabra vivamos siempre en la claridad de tu luz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo. CONCLUSIÓN V. El Señor nos bendiga nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén. _____________________________________ VISPERAS Oración de la tarde SALUDO INICIAL V. Dios mío, ven en mi auxilio. R. Señor date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. HIMNO Cuando la luz se hace vaga y está cayendo la tarde, venimos a ti, Señor, para cantar tus bondades. Los pájaros se despiden piadosamente en los árboles, y buscan calor de nido y blancura de plumajes. Así vuelven fatigados los hombres a sus hogares, cargando sus ilusiones o escondiendo sus maldades. Quieren olvidar la máquina, olvidar sus vanidades; descansar de tanto ruido y morir a sus pesares. Ya todo pide silencio, se anuncia al noche amable: convierte, Padre, sus penas en abundancia de panes. Alivie tu mano pródiga, tu mano buena de Padre, el cansancio de sus cuerpos, sus codicias y sus males. Amén. SALMODIA Ant. 1. Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta el fin de la tierra. Salmo 71 I Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rijas a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. Que los montes traigan paz, y los collados justicia; que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre y quebrante al explotador. Que dure tanto como el sol, como la luna, de edad en edad; que baje como lluvia al césped, como llovizna que empapa la tierra. Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna. Que domine de mar a mar, del Gran Río hasta el confín de la tierra. Que en su presencia se inclinen sus rivales; que sus enemigos muerdan el polvo; que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo. Que los reyes de Saba y Arabia le ofrezcan sus dones, que se postren ante él todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan. Ant. 1. Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta el fin de la tierra. Ant. 2. Socorrerá el Señor a los hijos de los pobres; rescatará sus vidas de la violencia. II Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres; Él rescatará sus vidas de la violencia, su sangre será preciosa a sus ojos. Que vivay que le traigan el oro de Saba; él intercederá por el pobre y lo bendecirá. Que haya trigo abundante en los campos, y ondee en lo alto de los montes, den fruto como el Líbano, y broten las espigas como la hierbas del campo. Que su nombre sea eterno, y su fama como el sol; que él sea la bendición de todos los pueblos, y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, el único que hace maravillas; bendito por siempre su nombre glorioso, que su gloria llene la tierra. ¡Amén, amén! Ant. 2. Socorrerá el Señor a los hijos de los pobres; rescatará sus vidas de la violencia. Ant. 3. Ahora se estableció el poderío y el reinado de nuestro Dios. Cántico Ap. 11,17-18; 12,10b-12ª Gracias te damos, Señor Dios omnipotente, el que eres y el que eras, porque has asumido el gran poder y comenzaste a reinar. Se encolerizaron las naciones, llegó tu cólera, y el tiempo de que fueran juzgados los muertos y de dar el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos y a los que temen tu nombre, pequeños y a los grandes, y de arruinar a los que arruinaron la tierra. Ahora se estableció el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo; porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche. Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero y por las palabras del testimonio que dieron, y no amaron tanto su vida que temieran la muerte. Por esto, estad alegre, cielos, y los que moráis en sus tiendas. Ant. 3. Ahora se estableció el poderío y el reinado de nuestro Dios. LECTURA BÍBLICA (I° Pe. 1,22-23) Por la obediencia a ña verdad habéis purificado vuestras almas para un amor fraternal no fingido; amos, pues, con intensidad y muy cordialmente unos a otros, como quienes han sido engendrados no de semilla corruptible, sino incorruptible, por la palabra viva y permanente de Dios.
Posted on: Thu, 24 Oct 2013 04:33:58 +0000

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