Ernesto se preparaba para ir como todos los días al trabajo. Sus - TopicsExpress



          

Ernesto se preparaba para ir como todos los días al trabajo. Sus mañanas eran tan rutinarias como todo lo que a él lo rodeaba. Se levantaba, se preparaba el desayuno y se lamentaba como todos los días, la perdida de Constanza, su esposa, el amor de su vida. Ella había muerto meses antes a causa de un cáncer que no pudo vencer. Él vivía a sus pies, siempre llegaba a casa con la ilusión de ver a su mujer, besarla, abrazarla y amarla. Así pasaron sus años de matrimonio, enamorados. Ella siempre se quedaba en casa, a veces lo visitaba sorpresivamente en el trabajo, en fin, tenían una vida tan feliz que cualquiera envidiaría. Ernesto siempre se cuestionaba la razón por la cuál Dios le había mandado a ese ser maravilloso con el cual estaba compartiendo su vida. Llegó la enfermedad, vivieron días y meses aterrados con la idea de la muerte de Constanza, Ernesto no podía imaginar su vida sin ella por lo que la hacia someterse a varios tratamientos, operaciones con tal de que ella saliera limpia del cáncer. Pero todo esto no fue suficiente, el cáncer se apoderaba de ella cada vez más a tal punto que ella simplemente dejó de luchar. Pidió disfrutar su vida al máximo, quería que sus últimos días fueran felices y sobretodo quería que su esposo fuera feliz mientras ella vivía sus últimos días. Y fue así que Constanza dejó los tratamientos y se dedicó a vivir y a disfrutar de las cosas que no había tenido oportunidad. Ernesto no se resignó a esto, vivía lleno de resentimiento, rencor y fue entonces cuando optó por tomar un mal camino tratando de buscar la salida a su depresión. A partir de ese entonces, Ernesto decidió que lo mejor era olvidarse del asunto y buscar lo que fuera para olvidarse de lo que estaba pasando. Dejó de brindarle su apoyo a Constanza y también dejó la casa en la que vivían. Desde eso, Constanza dejó de luchar y olvido sus ganas de vivir hasta que finalmente, murió. Más que morir a causa de su enfermedad, Constanza murió de tristeza al sentir que se le iba la vida y que no tenía razón alguna para luchar pues a Ernesto parecía ya no importarle nada. Ernesto desapareció por mucho tiempo, algo así como ocho meses. Se supo de él cuando la policía notificó a la familia que lo habían encontrado tirado en medio de la calle a causa de una sobredosis. Él había pasado todo ese tiempo tomando, drogándose y tirando el dinero en lugares de mala muerte. Estuvo internado durante otros seis meses en rehabilitación. Al salir de ahí, su vida se tornaba aún más dura, aún más triste, sin su mujer, rencoroso con la vida y sin ganas de vivir. Trató de involucrarse por completo a su trabajo e hizo de su vida una monotonía. Después de un tiempo, Ernesto decidió regresar a la casa que compartía con su mujer. Una vez ahí, encontró una carta escrita por Constanza en la que le escribía lo mucho que lo amaba, lo difícil que era para ella dejarlo, que no lo culpaba por su abandono y que jamás olvidara que ella lo amaría incluso después de su muerte sin importarle lo que había pasado durante sus últimos días. Al terminar de leer la carta él se sintió tan culpable que se quito la vida imaginando que talvez de esa manera podía llegar a ella. Lo triste de todo esto fue que él siempre fue cobarde, nunca lucho por vencer los obstáculos, ni se esmeró por salir adelante. Tomó el camino falso y se dejo llevar por las salidas que en apariencia lo hacían olvidarse de su vida real. Creo que es importante recalcar lo difícil que a veces puede ser nuestra vida pero tenemos que aprender a luchar y a salir adelante, vencer los obstáculos que la vida nos pone y sobretodo levantarse con la frente en alto después de cada caída. Posts relacionados:
Posted on: Sun, 07 Jul 2013 12:25:34 +0000

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