HACE CINCUENTA AÑOS yo estaba por cumplir seis y recuerdo un - TopicsExpress



          

HACE CINCUENTA AÑOS yo estaba por cumplir seis y recuerdo un patio de baldosas coloradas que se inundaba cuando llovía, en Avellaneda 861 de ciudad. Tengo el recuerdo de ese patio y ahora sé que era mediodía y mi mamá me decía que habían matado a Kennedy (¿?) Después vino la leyenda. Ya en la primaria los comentarios sobre el asesinato de Luther King (abril del 68) y Bobby Kennedy (agosto del 68) ocupaban recreos enteros de la Arístides Villanueva y nos mostraban presumiendo que sabíamos más que los demás. ¿Cuándo me enamoré de la leyenda? ¿Fue leyendo libros sobre Kennedy que nos daban en AMICANA? ¿Fue por la influencia que sobre los chicos de mi generación produjo el libro “Claves para el mundo” del profesor Raimundo Fares, el papá de Celina y profesor del Universitario Central? ¿Fue con la película JFK de Oliver Stone? ¿Fue leyendo “Libra” de John De Lillo, uno de los mejores novelistas americanos actuales? ¿Fue leyendo “El complot para matar a Kennedy” de Jim Garrison, el fiscal que llevó a juicio el asesinato e inspiró JFK? ¿Fue leyendo “Yo maté a Kennedy” de ese gallego genial e irrepetible que fue Manolo Vázquez Montalbán? ¿Fue leyendo “Oswald” de un insospechado judío liberal neoyorquino como Norman Mailer que pone todo patas para arriba y suscribe la teoría del asesino solitario? Qué se yo. Una tarde de enero de 2000 pasé horas en Dealey Plaza, el escenario central del drama, en esa vieja Dallas ensangrentada (y en esa plaza triste y nunca liberada me detuve a pensar en el Ausente). Su sombra o recuerdo me ha inspirado durante años. Los cojones para combatir la discriminación en las universidades enfrentando a ese h de p de George Wallace; los cojones para enfrentar al establishment del complejo militar industrial evitando una guerra cuando la crisis de los misiles en Cuba; la inolvidable presentación en Berlín en 1961 cuando la erección del Muro con Willy Brandt (otro grande) a su lado y proclamando ¡“yo soy berlinés!; también las contradicciones y seguramente alguna agachada (un ser humano) ¿Qué hubiera pasado si no lo mataban? Volví a pensar mucho en Kennedy el año pasado, mientras recorría incansablemente Boston y Stephen King publicaba su formidable novela “22/11/63”, donde pinta un mundo no muy grato a partir de una segura reelección en 1964, si se evitaba el asesinato. En fin, vaya el recuerdo cálido (y un whisky) en honor al hombre masacrado en Dallas, hace hoy exactamente CINCUENTA AÑOS. La historia sigue siendo la pesadilla de la que trato de despertar.
Posted on: Sat, 23 Nov 2013 02:54:21 +0000

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