Maestros reprobados conservarán chamba La iniciativa de Ley General del Servicio Profesional Docente contempla que los profesores que salgan reprobados en las evaluaciones conservarán el empleo. Sin embargo, quienes reprueben tres veces quedarán en el limbo, pues de acuerdo con la iniciativa, “serán readscritos para continuar en otras tareas dentro del servicio público o bien podrán incorporarse a los programas de retiro que se autoricen”. La iniciativa enviada al Congreso —junto con otras dos relacionadas con la reforma educativa— por el presidente Enrique Peña Nieto es benevolente con los maestros en activo, pues su permanencia dentro del sistema educativo está prácticamente garantizado aunque estén mal preparados. La iniciativa contempla que todo el personal que a la entrada en vigor de las reformas desempeñe funciones de docencia, de dirección o de inspección deberá ser sometido a una evaluación para poder permanecer dentro del servicio público. Los maestros, directores de escuela o inspectores que reprueben la primera evaluación deberán incorporarse a un programa de regularización determinado por la SEP, que incluirá un esquema de tutoría. En un plazo de un año, quienes acudieron a la regularización deberán ser evaluados nuevamente, con la obligación de incorporarse a un nuevo programa de regularización si vuelven a reprobar. Entonces vendrá, en un año más, una tercera evaluación. Quien salga reprobado en esa tercera evaluación no será despedido, sino que será cambiado de adscripción dentro del servicio público o bien tendrá la oportunidad de incorporarse a un programa de retiro. El caso es distinto para los profesores de nuevo ingreso, los cuales serán sometidos a una evaluación al terminar su primer año de servicio y a otra al terminar el segundo. El maestro que no presente esta segunda evaluación o que salga reprobado perderá su plaza. Las acciones de protesta que realizan los maestros afiliados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en contra de las leyes reglamentarias de la reforma educativa no están justificadas. El esquema de evaluación que propone la iniciativa de Ley General del Servicio Profesional Docente no está dirigido –a juzgar por el texto enviado al Congreso— a realizar una limpia en el magisterio. De entrada, la iniciativa contempla evaluar a todos los profesores, directores e inspectores de todas las escuelas de nivel básico y media superior del país. Los integrantes del magisterio en funciones tendrán hasta tres oportunidades de conservar su plaza y su adscripción. Quien repruebe tres veces la evaluación será porque de plano no se presentó a los exámenes, no acudió o no asimiló los dos programas de regularización a que tenía derecho o de plano no está capacitado para impartir clases. Y aún así, quien caiga en este supuesto no perderá el trabajo. La iniciativa del Ejecutivo no es perfecta. A la hora de dictaminar, los legisladores deben poner especial atención en los mecanismos de evaluación para garantizar que se tomen en cuenta criterios de ubicación geográfica de las escuelas, condición social de la comunidad y origen étnico de profesores y alumnos, cuando sea el caso. Se debe garantizar además la absoluta transparencia en los mecanismos de evaluación para evitar que surja un mercado negro de exámenes como ocurre actualmente. Al generar caos con sus movilizaciones, los maestros de la CNTE confirman que la legislación actual y el statu quo beneficia casi por igual al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que a su disidencia. Los maestros de la CNTE se resisten a aceptar una reforma educativa que no solo los someterá a una evaluación, sino que les quitará canonjías a los dirigentes sindicales institucionales o disidentes, como lo es el control de las plazas magisteriales.
Posted on: Sat, 17 Aug 2013 06:12:14 +0000