sep 2 - Lunes de la vigésima segunda semana del tiempo - TopicsExpress



          

sep 2 - Lunes de la vigésima segunda semana del tiempo ordinario. "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción" PRIMERA LECTURA 1 Tesalonicenses 4, 13-17 Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses Hermanos: No queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo a los que han muerto en Jesús, Dios los llevará con él. Esto es lo que os decimos como Palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para su venida, no aventajaremos a los difuntos. Pues él mismo, el Señor, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. Palabra de Dios. Te alabamos Señor. SALMO RESPONSORIAL Del salmo 96(95),1.3.4-5.11-12.13. R. : El Señor llega a regir la tierra Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la tierra. Su grandeza anunciemos a los pueblos, de nación en nación sus maravillas./R. Cantemos al Señor, porque él es grande, más digno de alabanza y más tremendo que los todos los dioses paganos, que ni existen. Porque los falsos dioses son apariencia; ha sido el Señor quien hizo el cielo./R. Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino; salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo./R. Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe; justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones./R. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Aleluya, aleluya. El Espíritu del Señor está sobre mí; él me ha enviado para anunciar a los pobres la Buena Nueva. Aleluya. EVANGELIO Lucas 4, 16-30 Lectura del santo Evangelio según san Lucas En aquel tiempo, fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el Libro del Profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor». Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: –Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír. Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. Y decían: –¿No es éste el hijo de José? Y Jesús les dijo: –Sin duda me recitaréis aquel refrán: «Médico, cúrate a ti mismo»: haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún. Y añadió: Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del Profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado más que Naamán, el sirio. Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Posted on: Mon, 02 Sep 2013 05:51:42 +0000

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