“…y como todas las ideas hacen un esfuerzo violento para manifestarse en el mundo de los fenómenos, ávidas de apoderarse de la materia favorable que la ley de la casualidad les entrega como patrimonio…” Arthur Schopenhauer Ella solo miraba al cielo Cuando pensaba en sus labios, Eso solo atizaba el fuego De sus anhelos insanos Ella cerraba el puño en el regazo Cuando deseaba tocarlo, Sosegando el zarpazo Que su corazón había mutilado Entre sollozos y con el alma dolida Siempre musitaba su aciaga letanía Y cual era esa, Más que el nombre de su amado Que a ella repelía Así pasaba los días y las tardes enteras, Destrozándose la testa, Reprochándose la acción De haber confesado su amor Una noche antes de dormir, Como siempre repitió su infausta plegaria, Las tres palabras que le arrebataban la calma, El nombre de su amado a quien a ella ignoraba. Pero esta vez lo llamaría a su cama. Quizá Dios quiso poner fin A los lamentos de la pobre infeliz, O quizá fue un demonio que se quería divertir, El caso es que sus ruegos se hicieron oír Y a su amado oníricamente le concedieron al fin. Y entonces ella soñó con él, Pero no era el mismo sueño Donde él le espetaba su desprecio Soñó que lo tenía a solas, Soñó que él estaba quieto entre las sombras Sintió su suave piel junto a sus mejillas, Olio el dulce aroma que de él se desprendía, Y cual si fuere la realidad lo ahí tenia, Postrado para saciar la sed que de él tenía Y tan dulce fue el sueño que cuando despertó pronuncio su nombre con más anhelo, Y cuando despertó sintió aun más amor en el pecho. Del otro lado él había sentido Que lo habían abducido, Del otro lado él había sentido Todo por obligo, Del otro lado él se sintió atacado Por algo invisible, Que lo ultrajaba impasible. Y cual si fuere la realidad ahí estaba postrado, deseando despertar de ese horrible arrebato. Y tan terrible fue el sueño Que se sintió vilmente deshonrado. Y cuando despertó sintió que estaba algo más que asqueado. Ella no dejo de pensar en ese sueño, Él no dejo de pensar en ese sueño Y en la noche ella deseo regresar a aquel momento, Y en la noche él deseo no padecer de nuevo ese sufrimiento, Pero los dos al remembrar ese espacio en el viento Hacían más fuerte aquel ficticio tormento. Pasaban los días sin que ella le hablase, Pero en las noches se desquitaba salvaje. Pasaban los días sin que él la mirase, Pues sentía sus manos infames. Las semanas transcurrían Y ella ya no pensaba en tenerlo Pues en las noches saciaba sus deseos Las semanas transcurrían Y él seguía en el desconsuelo Pues no sabía como detener esos espectros. Meses pasaron antes de que ella dejase De pronunciar el nombre de su amado completo, Pues ya no sentía la ansiedad de poseerlo, Ahora ella tenía un nuevo prospecto Que le correspondía los te quieros, Y de nuevo ya no tenía los sucios sueños. Meses pasaron antes de que él terminara Desquiciándose por completo, A pesar de intentar quedarse despierto Siempre era jalado a ese inmundo infierno, Pese a que su verdugo ya había terminado de mancillarlo, Su mente se había quedado en el horrible arrebato. CON TODO EL AMOR Y EL DOLOR QUE UN CORAZÓN PODRIDO PUEDE ENGENDRAR... SOLO EN MIS SUEÑOS TE PUEDO TOCAR....
Posted on: Wed, 09 Oct 2013 00:54:37 +0000
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