Fela Kuti, afrobeat indignado Nigeriano. Fela Kuti nació en 1938 en Abeokuta, la capital del estado de Ogun, al sudoeste de ese país africano. Su nombre completo de pila fue Olufela Olusegun Oludotun Ransome-Kuti. Crecer en una familia de buen pasar le permitió concluir sus estudios en Londres, Inglaterra, a donde viajó a fines de los años cincuenta para convertirse en médico, pero donde decidió girar hacia la música y convertirse en profesional. Este viaje fue fundamental para hacerlo ganar en influencias creativas. Su muerte, en 1997, fue motivo de gran conmoción en Nigeria, pues sólo entonces se supo que el cantante había contraído el virus del sida y no pudo ganarle a un tumor derivado de su baja de defensas. Conocido también como: “El inventor del afrobeat”, género de fusión que tiene elementos de jazz, funk, rock sicodélico y música tradicional de la África Occidental. Su firme trabajo político le ganó también el calificativo de “la voz de la contracultura nigeriana” y “El Presidente negro”. Una canción inmortal: “Zombie”, del disco del mismo nombre (1977) es una muestra contundente del coraje de Fela Kuti en su canto de protesta. Con un ritmo contagioso, irresistible, la canción compara a los militares nigerianos con muertos vivientes. Dada su popularidad, el tema motivó la ira del gobierno de entonces, que dio orden de destruir la comunidad que el músico ocupaba, llamada por él y sus amigos República de Kalakuta. En la tarea se ocuparon mil soldados que terminaron su labor con construcciones incendiadas, instrumentos y grabaciones rotos, Fela Kuti gravemente herido y, lo que es increíble, la madre del músico muerta. Es probable que ninguna otra canción en la historia de la música popular haya generado una reacción tan violenta, y la decisión de Kuti de continuar con su trabajo de tipo social luego de tan brutal ataque es prueba de su firme compromiso con una creación artística políticamente responsable. Qué lo distingue: Sus marcas de identidad son dos, e inseparables. La primera es musical. Se considera a Fela Kuti el inventor del afrobeat, género de fusión nacido hacia fines de los años sesenta que combinó la música del África occidental con elementos tomados del jazz, el funk y hasta el rock sicodélico. El resultado suena siempre fresco y agitado —la percusión es fundamental—, y resulta ideal para el baile y la celebración. La banda que acompañaba al músico era siempre extensa, con una gran sección de bronces y enorme despliegue percutivo. Además de un prolífico compositor (con más de cuarenta álbumes publicados), el músico era un hábil intérprete de saxofón, teclados, trumpeta y guitarra eléctrica. Como cantante era carismático y enérgico, y sus conciertos movilizaban a miles detrás del contundente mensaje de su arte. Pero junto a ello, Kuti asumió a la música como una plataforma de denuncia y reflexión social. Muy tempranamente —sus padres eran activistas sociales contra el colonialismo y el abuso laboral—, el músico comprendió la necesidad de reflexionar sobre la desigualdad y corrupción que marcaba a Nigeria, y rebelarse ante el abuso racista y explotador del Primer Mundo sobre África. En 1969, en un viaje a Estados Unidos, conoció al movimiento por los derechos civiles de los afroamericanos, tras lo cual reenfocó su cancionero hacia lo social y político. Tan popular se hizo su repertorio social, que el músico decidió cantar en pidgin, una derivación del inglés que actúa como una suerte de lengua franca que puede entenderse en casi toda África. Sus canciones irritaron siempre al gobierno de Nigeria, y le costaron la persecución y los violentos ataques ya descritos sobre su comunidad. A fines de los años setenta fundó un partido político, Movimiento Popular, y en 1979 quiso presentarse como candidato a la presidencia de su país (su postulación fue rechazada). Cuando en 1984 el gobierno de Muhammadu Buhari lo encarceló bajo cargos de estafa, Amnistía Internacional difundió su caso como el de un “prisionero de conciencia”. Lo anterior contribuyó a convertir a Fela Kuti en un nombre familiar para la escena musical del Primer Mundo. Durante los años ochenta pudo recorrer varias veces Estados Unidos y Europa, donde su discografía se hizo cada vez más conocida. Pero su caso es arquetípico de la fama póstuma: su figura ha crecido en importancia luego de su muerte, en 1997, con nuevas ediciones de sus discos, un musical inspirado en su vida y un museo dedicado a su memoria. Un reconocimiento oficial al menos paradójico, considerando la guerra permanente que el poder político de su país le ofreció en vida. Se ha dicho sobre él: Paul McCartney: “La suya es la mejor banda en vivo que he visto en el mundo”. ”La muerte de Fela fue llorada por toda la nación. Incluso quienes no estaban de acuerdo con él fueron parte de la masa que asistió a su funeral. Incluso las cartas de condolencia enviadas por muchos gobiernos a su familia fueron testimonio elocuente de un gran hombre. A lo largo de su vida, Fela fue sostenido por el amor y respeto incondicionales que le ofrecieron millones de personas conmovidas por su música. Tras su muerte, su estátus es el de una leyenda” (World Music Central). ”Para Fela nada —nada— era sagrado, excepto la capacidad de señalar contradicciones en cómo vivimos. En muchos sentidos, es coherente que una de las principales contradicciones de su vida haya sido el silencio que mantuvo sobre la enfermedad que terminó matándolo y cómo eso encendió un gran debate sobre la presencia del virus del sida en la sociedad de Nigeria” (Wall Street Journal). Cómo introducirse en su música: Lo primero es saber que el afrobeat no se ajusta a los estándares de la canción popular. Suele tener composiciones largas (veinte minutos o más), con varias partes que se suceden como movimientos de una misma pieza. Pese a ello, su música nunca es aburrida, pues está enriquecida por tal cantidad de instrumentos y una tan viva percusión, que el auditor no puede sino contagiarse de su vivacidad. Su discografía no era de fácil acceso hasta que, alrededor del año 2000, el sello Universal la remasterizó y reeditó casi completa. Entre sus mejores discos suele mencionarse a Confusion (1975), Shuffering and shmilling (1977) y Music of many colors (1986), pero lo ideal para un auditor primerizo es ubicar antologías como la edición doble The best of the Black President, con selecciones de tres décadas de su trabajo. Consulta adicional: Una de las revisiones más interesantes a su vida y obra ha sido la del musical Fela, que debutó en 2009 en Nueva York, ha recorrido varios teatros de Estados Unidos y hoy mantiene una temporada en Broadway. Su carisma en vivo se registra en varios DVDs con filmaciones de sus conciertos, pero lo más recomendable es buscar el documental Music is the weapon (2000), que combina filmaciones de sus conciertos con entrevistas a sus muchas esposas (llegó a tener veintisiete en simultáneo), colaboradores y el propio Fela Kuti, siempre teniendo en cuenta su valor como activista social. Existen, también, al menos tres biografías en inglés con investigaciones escritas sobre su vida. Otras páginas en la web Sitio oficial Fela, el musical El culto a Fela Kuti (reportaje)
Posted on: Fri, 18 Oct 2013 21:25:20 +0000
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