La paz. La paz, ¿Es real? Recientemente se ha desatado una ola de predicas por la paz, con relación al escenario de Siria. La cuestión es, ¿será imparcial esa paz?. Estos párrafos no tienen la intención de convertirse en un ensayo sobre el tema de Siria, sobre las causas del conflicto, o sobre los intereses estratégicos que rondan sobre ese país. Son reflexiones sobre algo que ha producido una “conmoción” mundial, lo colocamos entre comillas ya que el llamado de guerra no debería ser una sorpresa en un mundo, donde las causas para un conflicto son muchas y, pocas para detenerlo. Durante siglos, la guerra se ha decretado por: • La libertad de los oprimidos • La soberanía de un país • La preservación de los intereses nacionales • La amenaza de un imperio hacia un país frágil • La lucha contra los profanos • En el nombre de dios o dioses, o figuras de deidad (cualquieras fueren) • Por la democracia • Por la liberación de los pueblos • Contra el racismo • El asesinato de una figura política o de renombre, en “asuntos de poder” • Nunca se hace, por el pueblo o por los de abajo, o por los que no tienen forma de expresar (independientemente su condición, económica, o social) su desacuerdo. • Etc., etc., etc.,…. El asunto es que las razones para detenerla, son pocas y la mayor parte de ellas, nunca se divulgan. Porque al detenerlas, se hace mediante negociaciones a puerta cerrada y, las tropas (léase pueblo en armas o ciudadanos de los países afectados) desconocen, cómo, en los acuerdos se compromete su futuro. He allí el detalle de la paz, la paz debería ser, una acción transparente que involucre las partes afectadas en la conflictividad. Otro aspecto de la paz y de la guerra, es la ética, de quienes asumen la conducción de los países, y aquí nos detenemos para revisar la historia en el caso Sirio. Suena extraño que un médico, cuya misión es entablar la guerra contra la muerte, cuando llega al poder, entabla la guerra contra la vida. Referimos el caso del Señor Presidente de Siria, Bashar al-Asad, quien en 1988 se licenció en Medicina General en la Facultad de Medicina de Damasco, para luego especializarse en oftalmología, trabajando como oftalmólogo un tiempo en el Reino Unido, donde continuó con su formación al margen de la política. El médico Bashar al-Asad hizo el juramento hipocrático, del cual pende el trayecto de su vida profesional y personal, en el pilar de garantizar su responsabilidad sobre la vida del ser humano y, ser consciente de ello. Sin embargo, el señor Presidente en cuestión, ha perdido todo compromiso hasta entonces asumido. Nada que esperar, de aquellos que se encuentra a su alrededor, que como en todos los casos es común que ocurra, pues su único fin y ética es: mantenerse en el poder y, mantener al líder, al precio que sea. El otro aspecto que nos resulta, sustancialmente curioso, es la “arremetida” por la paz en un conflicto que estallo el 15 de marzo del 2011, durante tres (03) años ha corrido la sangre de ambos lados además de, la destrucción, muerte, suicidio, deserción, desapariciones forzadas, manipulación de la opinión pública internacional, elementos del guion que lleva a cabo, el entorno antes señalado. Podemos inferir, de lo antes expuesto que, la causa de la guerra puede tener cualquier nominación, en segundo lugar, no importa el compromiso ético del gobernante para mantenerse en el poder, en tercer lugar hay un entorno que lejos de ayudar a soliviantar la conflictividad la recrudece para mantenerse en el poder, y en tercer lugar vivimos en un mundo de sordos. Vivir en el mundo de sordos, es quizás lo más grave, pues esto coadyuva a optimar la falta de ética en los gobernantes. Durante tres años, el pueblo de Siria se está destruyendo, y ahora, cuando se lanza un ataque de gases que arroja su contribución, a la estadística de muertes de los años anteriores, surge la cruzada por la paz. Aceptemos que el mundo, recuperó la sensatèz, unámonos al clamor mundial, pero las preguntas obligadas son: ¿Apunta la paz, también, para juzgar o llevar ante la justicia internacional, al Señor Presidente de Siria? ¿Se trata de una paz, que detiene una guerra (no estamos de acuerdo con éstas) pero el Señor Presidente sigue allí, y la matazón también, al igual que el entorno que apoya esta destrucción? ¿Se trata de detener el conflicto, para que todo siga igual? ¿Apunta esa paz hacia un lado específico, o es imparcial? ¿En qué términos se suscribirá esa paz? ¿Creen ustedes, que esa estructura de poder, aceptara alguna negociación que favorezca al lado afectado?
Posted on: Sun, 08 Sep 2013 19:11:05 +0000
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