Recuerdo que cuando era pequeña quería ser dos cosas: Arquitecta - TopicsExpress



          

Recuerdo que cuando era pequeña quería ser dos cosas: Arquitecta o Aeromoza, Arquitecta porque siempre imagine que era un trabajo muy limpio y cómodo, pues tenía la imagen en mi mente de alguien que se la pasaba dibujando, sentada en su mesa de dibujo, con sus lápices bien afilados y su cafecito al lado, y Aeromoza, porque eso de viajar y conocer muchos lugares, siempre me fascinó y porque me gustaban mucho los uniformes de las Aeromozas, pero mi papá, se encargó de borrar mi segunda opción, muy fácilmente, me dijo: hijita, tú sabes que a las Aeromozas, les dan bolsitas de papel en los aviones??, no papi, para qué?, pues para que si un pasajero vomita, ella muy amablemente va, con la bolsita y la sostiene, mientras lo hace...queeee, wacala!!, jamás voy a hacer eso papi!!, jajaja, y así fue. Encaminé, todas mis energías, sueños y estudio a mi primera opción. No les miento, tenía 8 años, cuando, tuve mi primera inspiración del diseño de una casa, lo malo es que, en lugar de un lápiz, agarré un clavo y plasmé, mi diseño en el escritorio de mi progenitor, jajaja, casi se infartó el pobre!, pero que se hace, cuando te llega la inspiración, no puedes detenerte a buscar, tienes que dibujar y ya!!. Los años en la Universidad, no fueron fáciles, teníamos cada espécimen de Maestro, muy variados, pero hay dos que tres que marcaron mi Carrera: la Arq. Ligia de Francés, me dio las Evoluciones de la Arquitectura y Urbanismo; una morenaza, muy guapa, con aspecto de intelectual, no le faltaba su cigarrillo, de voz profunda y sobre todo muy segura de sí, muy culta y muy buena en la materia que impartía, me encantaban sus materias, muy estricta a la hora de calificar, pero excelente Catedrática; el Arquitecto Góngora, muy excéntrico y muy difícil de complacer, difícilmente te sacabas un diez con él, pero si al final le agarrabas su onda, era posible, aún recuerdo, que subía un banquito a la mesa de trabajo o se subía en una escalera para impartir sus clases de Diseño, ya desde ahí, quería demostrar su dominio y su locura crónica, jajaja, pero, era muy bueno, con él aprendí, que no siempre el primer diseño es el mejor y que hay que tratar, una y otra vez, hasta estar satisfecho, y vaya forma de aprender!!, muchas de nuestras maquetas terminaban en la cafetería, pues las tiraba desde el segundo nivel y ahí iban a para, jajaja, hoy día me da risa, pero si que nos hacia sufrir el condenado, le gustaba llevarnos de excursión a la playa o su casa de campo, con la excusa de que era parte de la nota, pero ahora comprendo que lo que le gustaba era departir con los alumnos, sin embargo y pese a sus loqueras, era muy bueno. El Arquitecto Cabañas, muuuyyy buen Maestro, muy disciplinado, muy detallista, él se convirtió en mi mentor, y gracias a él, tuve la fortuna de comenzar a trabajar, dos años antes de Egresar. Mi primer y único trabajo remunerado, fue en el Arzobispado, trabaje ahí durante 12 años y fue lo máximo para mi, aprendí mucho y tuve los mejores Jefes y el mejor trato que se pueda esperar, me fascinó aprender mucho sobre la Arquitectura y Arte Sacro y reafirmó mi especial gusto por esa área de la Arquitectura, para mi no hay nada mejor que conocer el pasado, para proyectar un futuro, tomando en cuenta las experiencias de nuestros antepasados. Durante mis doce años ahí, pasaron cosas muy importantes: hice muy buenas amigas, que a la fecha, conservo, estando ahí, me casé y tuve a mis cinco hijos y siempre me trataron muy digna y consideradamente. Fue muy difícil para mi el tomar la decisión de no trabajar más, y se que deje ir muy buenas oportunidades, como el hecho de dejar ir mi Beca a Italia, para estudiar Arte Sacro en la Pontificia Universidad Gregoriana, pero no me arrepiento, pues mis hijos son más valiosos, que, cualquier Título. Yo seguiré siendo Arquitecta, hasta que muera, mis genes llevan la inquietud de estar siempre: inventando, dibujando, organizando y construyendo, aunque hoy día no inventó sistemas constructivos, si no, inventó recetas de cocinas, disfraces o maquetas de ciencias; no dibujo, casas, ni Iglesias, si no, aparatos digestivos, células o árboles genealógicos; no organizo, ni planifico Proyectos arquitectónicos, si no, planifico y organizo, las rutas al colegio, las actividades evaluadas, las reuniones escolares; no construyo edificios, si no, ayudo a construir las vidas de mis cinco hijos y sinceramente; no escribo mi firma en la Fachada de un Edificio, para que la vean los hombres, si no, la escribo en el techo, para que la vea...Dios. Bendiciones a todos los que tienen la única potestad y Don de concretizar, sus más locas y descabelladas ideas, pero también los que hacen Historia con ellas. Bendiciones.
Posted on: Thu, 17 Oct 2013 21:08:07 +0000

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