Proceso histórico de la deforestación en Puriscal Por.Alexander - TopicsExpress



          

Proceso histórico de la deforestación en Puriscal Por.Alexander Bonilla D Los bosques de la región de Puriscal fueron fuente de sustento y testigos de las aventuras de los aborígenes vasallos del cacique de Pacaca, puesto que el asentamiento de esta tribu estaba donde hoy se encuentra el poblado de Tarbacia. Tanto Quizarco como Coquiva recorrieron zonas de vida del bosque muy húmedo premontano, que abarca la parte de Santiago principalmente; las del bosque muy húmedo, tropical, que ocupa la parte sur del Cantón; y algunos sectores que cuenta el Cantón de Bosque Pluvial Montano Bajo y de Bosque Pluvial Premontano, ubicados en las partes altas de la Cangreja y la Potenciana específicamente. Además, también fueron testigos de los bosques primitivos de Puriscal los del cacicazgo de Quepos (Corrohore), y los de Turrubará (hoy Turrubares) que pertenecían al Cacique Garabito. Es de envidiar a estos antepasados que pudieron ver la región en estado salvaje. Juan de Cavallón pudo constatar también las bellezas naturales de la zona, cuando en 1561, al internarse hacia el Valle Central y fundar Garcimuñoz se adentró a la zona montañosa desde el Alto del Poró, pasando por la zona que hoy es Santiago, para luego descender hacia Santa Ana; Juan Vásquez de Coronado al referirse a su viaje a Quepos escribía “es camino despoblado y de las más ásperas montañas que he visto… que por maravilla se veía el sol”. Arias Maldonado escribía en 1662 que Pacaca estaba “metida en una montaña áspera y rigurosa”. Algo similar dice el Obispo Morel en 1751 cuando dice de la región que “es un rincón extraviado, montañoso, desigual y de difícil acceso”. Como podemos notar, ya desde épocas remotas la zona de Puriscal era una encrucijada importante. Precisamente, esta característica aceleró años después el proceso de deforestación en la zona. El historiador Carlos Meléndez dijo al referirse a la región, “los indígenas cultivaron la tierra con sus métodos rústicos. La erosión debió de haberlos afectado sensiblemente, pero como disfrutaban de otras tierras, podían abandonarlas, dejándolas en barbecho. Así, muchas zonas fueron taladas”. A principios del siglo XIX un nuevo aspecto empieza a presentarse en la región Central de Costa Rica. La extensión de los cultivos de café han determinado un mayor costo de la tierra. Algunos, por esta dificultad optan por abandonar la zona, y otros, con el dinero, producto de las ventas de sus terrenos se dirigen a colonizar nuevas regiones del país. El movimiento que determinó el desarrollo de Puriscal, fue desenvolviéndose siguiendo las tierras altas que bordean la ribera izquierda del Río Virilla, conviertiéndose luego en el centro geográfico, la zona en donde hoy está la Ciudad de Santiago. El término Puriscal data de hace más de un siglo y se deriva de “Purisco” que es cuando el frijol está en flor. Así se sabe que el nombre de Puriscal aparece por primera vez en el año 1836, cuando el señor Juan Otárola solicita la gracia del sitio para ganado del terreno de Puriscal. Incluso, es posible que el nombre estuviera en boca de los pobladores desde 1828 cuando se concedía una suerte de terrenos en los baldíos del estado a las personas que dentro de ocho años poblasen algún sitio con casa o ganado por cinco años consecutivos; puesto que si el término purisco viene de los frijoles; tenían que haber existido plantaciones que permitirían el surgimiento del término Puriscal. Notamos pues, que poco a poco el movimiento expansivo hacia el Este va a permitir la llegada de colonos, que irán roturando el bosque para dar paso al asentamiento de pequeñas poblaciones en terrenos “vastos y casi inaccesibles como Puriscal”. El Bosque comienza a desaparecer para dar paso a la agricultura, primero, y a la ganadería después. En 1858 se funda la primera ermita en Santiago. En 1860, el Obispo Llorente declara Parroquia a Puriscal, se nombra al Padre Miranda, como primer cura del cantón.Por decreto del 7 de agosto de 1868 se crea el Cantón de Puriscal. Una nueva etapa se inicia, así empieza el proceso destructivo de la cobertura forestal del cantón. La fauna también empieza a desaparecer, y, quizás (por lo menos hoy día son casi extintas en la región) las pavas que dieron origen a que en 1860 a Santiago se le llamara “Santiago de Cola de Pava”, podían revolotear libremente en los alrededores de Santiago. Hacia 1861 se le conoce al lugar como Santiago de Concepción. En 1864 se le llama “Santiago de Puriscal”. En 1878 ya es conocido como “Villa de Santiago de Puriscal”. A partir de 1890 se empieza a usar regularmente “Santiago de Puriscal”.En 1926 de Villa es declarada Ciudad. La roturación del bosque de Puriscal la hacen familias de Desamparados, Alajuelita, Tibás, de apellidos Gómez, Retana, Salazar, Valverde, Barboza, Aguilar, etc. También extranjeros formaron parte de esta oleada; ellos fueron: don Eduardo Charpentier (francés) y don Luis Bedoya González (español). Ya el paraje no es tan distante ni tan inaccesible. Puriscal empieza a tomar forma.El último cuarto de siglo XIX (1870-1880-1890) produjo serias transformaciones en la flora y fauna del lugar. Había preocupación por la carencia de agua potable en la Villa, por este motivo se hizo una recolección entre los vecinos para comprar una bomba de presión y hacer un pozo artesiano en el Centro principal de la Villa (algunos mayores pueden recordar todavía el pozo que existía en lo que hoy es el parque).Ya por 1886 se empezó a rotular el bosque en los terrenos de la Legua, para alquilarlos a 0.50 centavos la manzana por año. Se instalaron aserraderos y había leñadores que a su vez daban trabajo a por lo menos 43 carreteros. Entonces existían muchos terrenos baldíos que se darían de alquiler y con la única condición de que en la parte de los “palmitales” sólo se concedía permiso para explotar montes bajos y no montañas (hay que añorar esta actitud hoy día). En 1886 los forjadores de este cantón nombraron un juez de bosque para los terrenos de la Legua.Un aspecto clave para la destrucción de los Bosques de Puriscal fue cuando se inició la expansión hacia el Sur. En 1911 se abre el camino a Guadalupe (Mercedes Sur) y se solicitó abrir el camino a Acosta. Junto al progreso del Cantón van las hachas, las carretas, el fuego y surgen nuevas fuentes de colonización. La naturaleza había preparado el sitio y el puriscaleño lo organizó para satisfacer sus necesidades. Las fuentes de agua que existían en la plaza al costado Sur del Parque (Ña. Chepa) y la pila del Padre (Ña. Eulalia), una a una fueron desapareciendo. Y el puriscaleño guardó silencio. Incluso, la tala excesiva ha permitido que los deslizamientos que se producen en la ciudad de Santiago se activen, puesto que este fenómeno es provocado por las corrientes de agua subterráneas (también esto se ve aumentado por una falla geológica que cruza la zona), que hace que el volumen de las mismas se vea afectado por la porosidad de la roca, por el ritmo de infiltración, por el ritmo de pérdida por evaporación, por transpiración, por manantiales y por bombeo. Estas aguas subterráneas ayudadas por una capa arcillosa en el subsuelo provocan gran remosión de masas en la zona, que se observa en la destrucción de las construcciones en general de la Ciudad. De ahí de 1927 el anarquista francés George Vidal en su libro “Mi mujer y mi Monte” nos da la descripción de las bellezas naturales de la Cangreja…“La Cangreja es una montaña siniestra que domina mi finca. La forma de la cumbre rocosa recuerda vagamente el dibujo de un cangrejo gigantesco. Al pie de la cumbre se extiende el bosque”. Por el año 1935 se decía que Puriscal era el “granadero de Costa Rica”, y que todavía había bastante madera, pero que no se cortaban debido al poco precio que se pagaba. Había dos aserraderos: uno de don Héctor Calvo y otro de don Salvador Jiménez. Los bosques se localizaban a 15-20 km. de la Villa en Jilgueral y Salitrales, Llano Hermoso (hoy es sólo un recuerdo). La zona de Puriscal, fue explorada y ocupada desde la primera mitad del siglo XIX, para fines del siglo el sector norte y sur del cantón se habían convertido en el granero del país. Una vez que se acabó con los bosques, se inició el movimiento migratorio hacia el sur. Ya fuera por causa de agotamiento de los suelos o por hacer dinero, penetraron a los baldíos para obtener tierras nuevas, vírgenes para sus cultivos. Poco a poco de lo que era un espeso bosque no quedó nada. Al desconocerse la rotación de cultivos y el abonamiento de los suelos, la cosecha mermaba. La tierra se volvía infértil y era necesario quemar más bosques y dejar que la tierra arruinada se convirtiera en repastos o charrales. El colono trató de producir más, pero fracasó debido a las largas distancias de los mercados y los malos caminos. Por otro lado, dentro de la zona no había núcleos de población que absorbieran los excedentes agrícolas. La cría de ganado resultaba demasiado cara para los primeros colonos. Sin embargo, los colonos seguían talando bosque. La miseria llegaba y el colono en su desesperación y con su miseria abandonaba la tierra y emigraba a nuevas zonas, con mejores perspectivas de vías de comunicación. Los hijos de las familias numerosas fueron los primeros en salir. Pero también sucedió que gentes de la Capital comenzaron a comprar tierras a los primitivos colonos y poco a poco formaron fincas de gran tamaño, en las que los colonos encontraron que era más fácil, menos duro, ganarse la vida como peones. Los colonos que vendieron sus tierras se convirtieron en jornaleros y esto originó una estratificación social compuesta por nuevos hacendados, colonos que conservaban sus fincas pequeñas y medianas y trabajadores a jornal o peones. Al principio había poca diferencia en el modo de vivir de uno y otro. Sin embargo, entre 1950-1955, en los distritos del sur de Puriscal aumentó la superficie de los potreros y repastos. Los colonos y los peones vieron aumentar su dependencia de los hacendados y comerciantes vecinos, con quienes se endeudaban a causa de las malas cosechas. En 1951 se decía que el problema básico de Puriscal era de destrucción de suelo y de bancarrota de los recursos naturales. Ello ha traído consigo una gran migración de los puriscaleños a otros lugares como Quepos, San Isidro de El General, San Carlos, Sarapiquí, Guápiles, donde han ido a iniciar procesos de deforestación (claro, ya aquí no había nada que cortar). Vemos pues que originalmente los suelos de Puriscal no eran buenos, pues era reducido el espesor de su capa superior y la accidentada topografía indica que en su generalidad debieron haberse mantenido cubiertos de bosques. El hombre pobló la zona y durante mucho tiempo estuvo viviendo bien porque la región permaneció aislada y el aumento de la población no estimuló grandemente la deforestación y la agricultura exhaustiva, además de que los suelos nuevos, recién desmontados, dieron en principio buenas cosechas que impresionaron al hombre de la ciudad y le hizo creer que Puriscal era “el granero de Costa Rica”. Bajo esta falsa premisa, en la segunda mitad de la década de 1930, se inició la construcción de la carretera de penetración que poco después unió a Santiago con San José; inmediatamente se operó el lógico fenómeno que operan todos los caminos: acercó esta vez la ciudad capital a los campos de Puriscal y la gran masa consumidora de San José comenzó a ejercer presión sobre todos aquellos suelos, la cual se tradujo para el agricultor en buenos precios y gran demanda y le obligó a cultivar intensamente, pero sin método. Con el propósito de aprovecharse de aquel beneficio, se hizo necesario el aumento del área de cultivo, se produjo la deforestación total, la lluvia cumplió su tarea lavando los suelos, y el agricultor mandó a los mercados de San José, en sus cosechas los últimos elementos nutritivos y reservas de sus suelos sin preocuparse por reponerlos.
Posted on: Tue, 22 Oct 2013 13:25:33 +0000

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