Estimado Trabajador: Le habla el empresario que controla su vida; soy dueño de la clínica donde ud. nació y también del cementerio donde sera enterrado, todo en cómodas cuotas. Soy dueño del colegio y de la universidad donde ud. estudio, ahora soy su empleador, le pago el sueldo que ud. gasta en mi supermercado, en mi multitienda, en mi mall, y le doy el crédito para que ud. adquiera su casa que pasara los próximos 30 años pagándome. Por cierto, su casa la construyo mi inmobiliaria así que podríamos decir que fui yo también quien se la vendí. Soy el dueño de la AFP que le roba 2 de cada 3 pesos que ahorra, y soy el dueño de la aseguradora que se queda con el resto de sus fondos cuando ud muere. Soy el dueño de su Isapre donde le descuento la cuota mensual y después lo obligo al co-pago por las prestaciones que le doy, es decir ud me paga 2 veces. Soy el dueño de su diversión y esparcimiento, ud suele ir a mis cines, a mis mall, a mis cadenas de restaurantes, su equipo de fútbol le pertenece a mi sociedad anónima, sus viajes los paga a mi agencia de turismo y vuela en mi linea aérea. Soy el dueño de las carreteras concesionadas donde ud transita, soy dueño del agua que utiliza en su hogar, de su energía eléctrica, de la compañía de gas, de su operador telefónico y de su telefonía celular. Soy dueño del canal de TV donde se informa y donde ve su reality, y de la estación de radio que escucha y del periódico que lee. Soy dueño de su sueldo, yo se lo pago y se lo quito, vendiéndole los bienes y servicios que me pertenecen. Soy dueño de sus gustos, de sus costumbres y sus modas, las cuales le transfiero a través de la publicidad aspiracional ABC1. Soy el dueño de sus decisiones y de sus opciones, porque yo decido quien sera su presidente y decido por quien ud. votara, yo financio su campaña. Usted solo debe trabajarme y consumir, recuerde que yo le pago su sueldo y también se lo quito, es decir su dinero nunca es suyo, siempre es mio. Me olvidaba, mi fortuna, mi riqueza y toda mi propiedad, nació gracias a las regalías de la constitución de Pinochet y a la repartición que hicimos entre nosotros, la gente de bien. Y gracias a nuestros sirvientes de la concertacion que nos han cuidado con esmero nuestra propiedad privada. Estimado trabajador, recuerde que soy el dueño de su vida, obedezca, cayese y agradezca que tiene pega, aunque yo le pague el mínimo...
Posted on: Fri, 25 Oct 2013 19:00:10 +0000
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